El camino a los objetivos de París: largo, difícil, imprescindible
El tratado contra el cambio climático era de verdad el último tren para solucionar el problema. Ahora, hacen falta cambios radicales.
13 diciembre, 2015 03:31Noticias relacionadas
Pese a lo largo y fatigoso del proceso hasta lograr que 195 países adoptaran anoche el Acuerdo de París, lo verdaderamente complicado empieza ahora. Aunque las bases legales y financieras han sido acordadas, otra cosa será lograr que para 2050 -es decir, dentro de 35 años- las emisiones no sigan creciendo o que el aumento en la temperatura media del planeta se quede "bastante por debajo de los 2ºC" en 2100, como indica el texto. Y si los dos grados se antojan hoy difíciles, los 1,5ºC toman ya visos de quimera.
Tomando como referencia las propuestas que los distintos países enviaron a París, las temperaturas aumentarían en 2100 entre 2,7 y 3,6 grados. Por tanto, no hay mucho margen de maniobra y es necesario actuar de inmediato. Por eso, lo logrado ayer en la Cumbre del Clima es tan valioso. Cuando los científicos hablaban de punto de no retorno, no bromeaban.
David Hone, asesor de Cambio Climático para la petrolera Shell, explica que "el aumento de temperaturas globales esperado está muy relacionado con las emisiones acumuladas a lo largo del tiempo, no con el nivel de emisiones en un año determinado". Esto quiere decir que "lo que podría haber sido factible en 2010, es mucho más complicado en 2015, con mayores emisiones y una presión ascendente y continuada".
La organización Climate Action Tracker está catalogando las propuestas nacionales (bautizadas como INDC) de cada uno de los países. En sus resultados, tan sólo Marruecos, Etiopía, Gambia, Costa Rica y Bután pasan el examen. Muchos otros, como los países europeos, están en el punto medio, pero aún hay demasiados y muy notables suspensos. Entre ellos, Estados Unidos, que pese a haber tenido un papel
importante en la cumbre es el segundo mayor emisor de CO2 del globo y ha prometido un pobre recorte del 26% de sus emisiones para 2025.
Los cambios para bajar de los 2ºC tendrán que ser radicales, ¿pero qué significa esto realmente? Al respecto, Vox publicó recientemente una estimación matemática de cuánto CO2 nos podemos permitir seguir emitiendo. Sus resultados eran que sólo con la Unión Europea, EEUU y China ya nos gastaríamos todo el CO2 que tenemos en nuestro presupuesto dentro de menos de 15 años, en 2030.
Un estudio reciente (PDF) liderado por Glen Peters, del Centro Internacional de Investigación Climática y Ambiental de Oslo, se propuso también medir con exactitud cúal debería ser nuestro comportamiento en el futuro para alcanzar los objetivos -legalmente vinculantes- del Acuerdo de París. A esto se parece lo que Peters y sus compañeros obtuvieron.
"Encontramos que, combinadas, las propuestas de reducción de emisiones de UE, EEUU y China dejan muy poco espacio para que otros países emitan CO2 si el objetivo es de un límite de 2ºC", dicen los autores. Esencialmente, esto requeriría que en 2030 todos los otros países "tuvieran unas emisiones per capita entre 7 y 14 veces menores" que las tres regiones mencionadas.
La parte buena de la historia es que sí, es posible cumplir con los ambiciosos objetivos marcados, pero harán falta cambios muy profundos, especialmente en Estados Unidos, Europa y China, si queremos que el resto del mundo pueda desarrollarse adecuadamente.