Ocho de cada 10 españoles, contra el maltrato animal en los toros, la caza y el circo
El 54% de los españoles cree que los animales tienen "el mismo derecho" a la vida que los seres humanos, según un estudio de la Fundación BBVA.
19 enero, 2022 06:00Noticias relacionadas
Un abrumador 98% de los españoles reconoce que los animales tienen derecho a la vida, aunque con una importante diferencia: el 54% considera que tienen "el mismo derecho" que los seres humanos, mientras que el 44% cree que debe reconocerse de "manera distinta". Son datos del Estudio Fundación BBVA 'Visión y Actitudes hacia los Animales en la Sociedad Española', que también revela una desplome de la aprobación del uso de animales en actividades como el circo, la tauromaquia o la caza deportiva, hasta el punto de que más del 80% se pronuncia en su contra.
La encuesta ha sido realizada por el Departamento de Estudios Sociales y Opinión Pública de la Fundación BBVA junto con Imop Insights, y extrae sus datos de las entrevistas a dos cohortes de 2.000 españoles mayores de edad. En concreto, el uso de animales en los toros concita la aprobación de menos de dos de cada diez (1,9). En la caza deportiva, el apoyo cae al 1,7. El caso del circo con animales es interesante, porque registra la mayor caída desde el sondeo realizado en 2008: la visión favorable se desploma dos puntos, del 3,7 al 1,7.
El desglose por datos demográficos, sin embargo, indica que los hombres presentan un grado de aceptación mayor que las mujeres al uso de animales en estas actividades. Las "personas más religiosas", quienes "no tienen animales " y, "especialmente quienes se sitúan ideológicamente en la derecha" son más proclives a ver con buenos ojos la tauromaquia, la caza deportiva y el circo con animales. No obstante, el rechazo al uso de animales en la fabricación de ropa y cosmética es mucho más unánime, llegando a superar el 90% en el caso de la peletería.
En general, los españoles consideran que están "bien informados" sobre temas de medio ambiente, ciencia y conservación de especies, por delante incluso del interés mostrado por los deportes y la política. Están familiarizados con términos científicos como "evolución", "ecosistema" o "biosfera", aunque otros como "xenotrasplante" y "vivisección" generan confusión. El apoyo a la idea de que el ser humano es responsable de mantener el "equilibrio de la naturaleza" ha aumentado del 7,5 en 2013 al 8,5 en 2021. Más del 90% respalda la afirmación de que la diversidad de fauna y flora es fundamental para el "bienestar humano".
"El consenso es amplísimo en torno a la valoración de la biodiversidad como parte fundamental de la riqueza del propio país, la dependencia que tenemos de otras especies, la responsabilidad de los humanos en la extinción de especies y el peligro para los seres humanos de la extinción de otras especies", recoge el estudio. Esta visión "no materialista", que prima la conservación sobre el desarrollo económico, es la mayoritaría en España, en especial entre las mujeres, las personas con más estudios y conocimientos científicos, aquellas que se "identifican con la izquierda" y las que declaran una "baja religiosidad".
Alimentación e investigación: el dilema
La apreciación que demuestran los españoles por los animales -nueve de cada diez considera que tiene la obligación "moral" de "respetar" y "velar" por ellos- genera sin embargo mayor división en lo que respecta a su consumo. El apoyo a su uso alimentario ha caído al 6,1 del 7,4 que recogía en 2013. Asimismo, el rechazo a la producción alimentaria de animales en condiciones de hacinamiento roza el 70%, pero con importantes diferencias ideológicas que permiten poner en contexto la polémica política: ocho de cada diez votantes de izquierdas se opone a este tipo de explotación por seis de cada diez en la derecha.
Más ambiguo todavía es el respaldo a la investigación. La "mayor aceptación" es para los usos en "enfermedades mortales o degenerativas en animales y en humanos" o "el desarrollo de vacunas". Baja cuando lo que se pretende probar es "la eficacia y la seguridad de los medicamentos". Finalmente, es rechazado cuando se trata de analizar los "efectos de la contaminación del aire" o "tratar enfermedades de poca gravedad", y muy especialmente para "testar la seguridad de productos de limpieza".
Un dato curioso, sin embargo, es que la aceptación varía según la especie. "Se acepta de forma moderada en el caso de insectos y roedores", pero es "ampliamente rechazada en delfines, animales domésticos -perros y gatos- y primates". Precisamente animales como los macacos han sido usados en el desarrollo de vacunas contra la Covid-19 por la similitud de su sistema inmune con el nuestro. Y aunque la mayoría cree que la regulación debe garantizar que se evite su sufrimiento, apenas las mitad demuestra "confianza" en que el Gobierno realmente tome medidas.
Xenotrasplantes y transgénicos: las dudas
La transferencia de genes humanos a los animales para producir órganos compatibles con un xenotrasplante "genera división", con predominio de la desaprobación: la aceptación está en una media de 4,4. No obstante, los responsables del estudio advierten que la pregunta se realizó antes de conocerse el "hito médico del trasplante exitoso a un paciente, no candidato a un trasplante estándar, del corazón de un cerdo genéticamente modificado". Esta noticia puede haber inclinado la opinión en una nueva dirección.
La clonación, por otra parte, divide a los españoles: se aprueba como manera de tratar de recuperar especies en vía de extinción pero se rechaza si es para multiplicar los beneficios de la ganadería. En el caso de la edición genética o los transgénicos, finalmente, estos factores se rechazan mayoritariamente. El apoyo a su uso médico no pasa del 4,6, y únicamente un cuarto de la población lo aprobaría para el consumo alimentario.