El genial discípulo de Ramón y Cajal que fue condenado por Stalin y murió en el olvido
Un trabajo español recupera la vida y obra de Oleksandr Chernyajivsky, uno de los neurocientíficos ruso-soviéticos más destacados.
21 enero, 2023 02:34El legado de Santiago Ramón y Cajal vivió grandes injusticias con el alzamiento de Franco en el poder. Con la llegada del nuevo régimen, muchos de sus discípulos o fueron depurados o se vieron obligados a huir. De los 580 catedráticos que había en la escuela que fundó, el Instituto Cajal, 150 fueron expulsados y 20 asesinados. Conocido es el caso de Francisco Tello, que al morir el científico, en 1934, asumió la dirección, pero en 1939 fue destituido del cargo y acusado de ser ateo y de haber firmado el manifiesto de intelectuales contra el Ejército nacional. Salvó la vida en el proceso, pero pasó el resto de su vida en el más oscuro ostracismo.
Tello no fue el único en correr tan triste suerte. A casi 4.000 kilómetros de distancia, otro discípulo de Ramón y Cajal iba a ser depurado por un régimen totalitarista. Se trata del médico, filólogo y traductor ucraniano Oleksandr Grigorovich Chernyajivsky, que en 1929 se convirtió en un alumno más de la escuela española, pero cuyo trabajo cayó en el olvido tras ser procesado por Stalin.
Ahora, la Sociedad Española de Neurología, a través del último número de su revista Neurociences and History, recoge la vida y obra de este neurocientífico, calificado por sus autores como uno de los más destacados de la historia ruso-soviética y el primer discípulo de la Europa del Este de Cajal.
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Más conocido como Oleksandr Chernyajivsky, nació el 13 de noviembre de 1869, en el pueblo de Mazepyntsi (una región de Kiev, por aquel entonces, parte de Rusia). En 1893 se graduó en la Facultad de Medicina de la Universidad de San Vladimir de la ciudad, aunque no era ninguna sorpresa que el joven tuviera dotes para dicha rama. Su hermano mayor, Myjaylo, ya había cursado la carrera, convirtiéndose más tarde en un destacado profesor de cirugía.
Médico y políglota
El trabajo español destaca que, durante sus años universitarios, militó transitoriamente en el Partido Socialista-Federalista de Ucrania, aunque nunca fue marxista. Sus ideas iban más ligadas a las de grupos nacionalistas hostiles al gobierno zarista y partidarios del renacimiento de Ucrania.
Una vez finalizada su carrera, se incorporó como ayudante en el Departamento de Histología y Embriología, lugar en el que consiguió el título de doctor en 1900. Seis años más tarde, fue nombrado prosector, hasta que en 1918 llegó al puesto profesor.
Chernyajivsky no sólo tenía un don para la medicina, también para las lenguas. La investigación destaca que, además de su idioma materno, hablaba alemán, francés y español, aspecto fundamental que contribuyó a que trazara relación con los médicos españoles y que pudiera leer los trabajos de su admirado Ramón y Cajal.
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Su campo de estudio estaba centrado en la plasticidad neuronal, la presencia de células binucleadas en el sistema nervioso central y otros temas de Neurohistología, es decir, la rama versa sobre la constitución de los tejidos del sistema nervioso. Esto le conectaba directamente con el científico español y con sus discípulos.
Fue Rafael Lorente de Nó, con el que coincidió durante un viaje a Berlín (Alemania), el que le abrió la puerta del Instituto Ramón. Por cierto, Lorente de Nó fue uno de los primeros en aplicarse lo de la fuga de cerebros, ya que en 1931 se fue a Estados Unidos frustrado por lo que él consideraba pocas posibilidades de investigación en España. Sin embargo, el ambiente allí tampoco le agradó, aunque, cuando quiso volver, no pudo por la irrupción de Franco en el poder, por lo que pasó el resto de su vida exiliado.
Muy fructífero en España
Volviendo a Chernyajivsky, gracias a su trato con Lorente de Nó, consiguió ingresar en el Instituto Cajal, afincado en Madrid, en enero de 1929. De hecho, la investigación recoge documentos periodísticos de la época que le nombran como un miembro más, como un artículo de ABC en el que aparece fotografiado junto a la bibliotecaria del Instituto, Enriqueta 'Kety' Lewy.
La nueva investigación sobre su vida da cuenta de que, nada más llegar, comenzó a colaborar con el propio Cajal y otros miembros. Sus investigaciones fueron muy fructíferas, al punto de que publicó cinco trabajos, los cuales los autores consideran "fundamentales", sobre morfología e histogénesis del sistema nervioso.
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Sin embargo, las alegrías le duraron más bien poco. En Kiev tenía a su mujer y a su hija, así que tuvo que volver a finales de ese año. A su llegada, se le acusa de haber participado en una conspiración contrarrevolucinaria, algo falso, y es detenido junto a su esposa, Lyudmila Starytska. Tal y como se constata, Chernyajivsky fue víctima de una campaña orquestada por Stalin contra 45 de los más destacados representantes del pensamiento científico, literario y social de Ucrania.
Una "cínica invención"
Tras un mes encarcelado y de interrogatorio en interrogatorio, es juzgado y, entre las acusaciones, el tribunal le reprocha el haberse relacionado en España con "emigrantes disidentes". Sus relaciones internacionales, por otro lado, fueron lo que le salvó, pues sus captores se dieron cuenta de que su muerte podría ser un escándalo en otros países. Su mujer y él fueron condenados a cinco años de prisión y dos de exilio, aunque vieron conmutada su pena por libertad condicional y su deportación a la ciudad de Stálino (actual Donetsk).
Tras su tiempo en el exilio, volvió a Kiev en 1934. Allí pasó grandes dificultades económicas y, como tantos otros miembros del Instituto Cajal, murió olvidado en 1939, habiendo dejado atrás tiempos de gloria.
Su fallecimiento también se precipitó por el calvario que vivió con su hija, Veronika Chernyajivska, represaliada también por el régimen de Stalin. La joven no corrió la suerte de sus padres, pues murió en los calabozos de una de los centros de interrogatorios —torturas— del régimen.
Años más tarde, en 1948, la policía política admitió que el caso Starytska-Chernyajivska no era más que una "cínica invención", pero el daño ya estaba hecho. El archivo personal de Chernyajivsky fue eliminado y, con él, se perdieron todas las cartas que intercambió con Cajal y otros miembros del Instituto. No fue hasta 1990 cuando se comenzó a recuperar la memoria del científico. Como señalan los miembros de esta nueva investigación, casi todo está en ruso, por lo que este es uno de los pocos documentos biográficos que se puede consultar en español y en inglés.