Los quiosqueros de Valladolid lucirán el cartel 'Se vende' para denunciar su grave situación
Los quiosqueros de Valladolid protagonizarán este viernes una acción reivindicativa para denunciar la grave situación por la que atraviesan como consecuencia de la crisis originada por la pandemia del coronavirus.
Se trata de una movilización que cuenta con el apoyo de la Asociación de Trabajadores Autónomos y Dependientes de Castilla y León (Tradecyl) y que ha sido organizada por el colectivo en lucha por sus puestos de trabajo.
Formado por unos 50 propietarios de quioscos, los quiosqueros lucirán un cartel de 'Se vende' para alertar al público y a las instituciones sobre las dificultades que afrontan a causa de la congelación de las ventas por la COVID-19.
Los propietarios de los quioscos han sido uno de los colectivos que ha mantenido sus negocios abiertos durante el Estado de Alarma para poder ofrecer la prensa diaria a sus clientes. Sin embargo, el cierre de los establecimientos públicos en la ciudad ha restado las ventas habituales en prensa diaria y no diaria.
Ahora, cuando se restablece el comercio, los servicios y la hostelería, los quiosqueros denuncian que una norma no escrita en ningún lado está impidiendo que bares, cafeterías, despachos profesionales, peluquerías o salones de belleza, así como algunos centros cívicos vuelvan a adquirir la prensa escrita que habitualmente compraban para ofrecérsela a sus clientes y usuarios.
Esta dificultad en las ventas no se ha compensado, por el momento, con ayudas específicas para este sector que está sufriendo una gran crisis económica que se une a la que ya venían padeciendo por el descenso en la venta de prensa y por el recorte de los márgenes comerciales que les imponen las grandes distribuidoras.
Por este motivo, a través de un comunicado recogido por Europa Press, apelan a las administraciones para que ayuden a un sector que se ha reducido a la mitad en los últimos años, con tan sólo 200 de los 400 quioscos que existían en la ciudad hace pocos años.
También piden una reducción sensible de los impuestos y tasas que tienen que abonar por sus negocios para tratar de salvar un sector que representan un hito comercial en las ciudades y cumple muchos más servicios que la venta de la prensa.
Igualmente, apelan a los clientes habituales para que vuelvan a adquirir la prensa y las revistas que hacen viables estos establecimientos.