MadeinFofan, la casa ‘agrochic’ de las Rías Baixas donde se desayuna dentro de una botella

En el lugar de Fofán, municipio de Meis, se encuentra un singular alojamiento turístico donde se puede disfrutar del perfecto maridaje entre lo ecológico y lo chic. Combinada con el albariño de la comarca de O Salnés, esta mezcla resulta especialmente atractiva para aquellos turistas que quieran desconectar de la ciudad y reconectar con la naturaleza en un entorno totalmente rural.

Mónica Novas y Juan Lusquiños son el matrimonio que decidió dar vida a esta idea ya en el año 2016, abriendo su establecimiento bautizado como agrochic house. "El concepto viene de la mezcla entre el campo que nos rodea y nuestra forma de vestir: siempre vamos vestidos con estilo", dice Juan, que asegura que él y su mujer se preparan cada día como si trabajasen en la ciudad aunque hagan vida rural.

Juan y Mónica han reformado su hórreo para que los visitantes puedan utilizarlo como sala de estar

Ellos también viven en la casa junto a sus dos hijas, en el piso superior. La planta baja está completamente acondicionada para que los huéspedes se sientan cómodos en un espacio independiente. "Lo bueno de vivir nosotros aquí es que hacemos actividades y talleres y preparamos el brunch cada mañana con productos frescos".

Actualmente mantienen parada toda su actividad porque están haciendo algunas reformas, pero Juan asegura que en el último año no les han faltado clientes. "Si no fuera por el cierre actual estaríamos llenos, seguimos teniendo solicitudes prácticamente cada día".

Degustando la gastronomía local

Su mayor éxito ha sido, sin duda, su delicioso brunch. "Lo cocina mi mujer, Mónica, que hace cada mañana gofres, tortitas y filloas veganas, además de pan de calabaza, nuestra especialidad". Juan también habla de sus mermeladas caseras, elaboradas con fruta de temporada, que ofrecen a los clientes en su original desayuno gourmet.

Durante estos últimos meses, además, han preparado cestas con todos sus productos para poder disfrutar del brunch en casa. "Incluimos nuestros dulces caseros y algunos salados también, todos productos de la zona en la que estamos", dice Juan.

Cuando reabran, lo que está previsto para mayo o junio, podrán volver a ofrecer sus completísimos desayunos en las instalaciones de Madeinfofan. "Hemos habilitado también nuestro ‘sweet hórreo’ para que los convivientes puedan disfrutar del brunch allí, como se puede hacer en la botella de albariño.

La zona en la que se encuentra este establecimiento no es otra que la cuna del albariño, la comarca de O Salnés, donde se pueden degustar caldos de algunas de las mejores bodegas de esta denominación de origen. "Una de las actividades más demandadas por los clientes es la cata de vinos, por lo que muchas veces organizamos visitas a alguna bodega y preparamos las catas en la casa o durante la visita".

Ecológica y pet friendly

La casa de Juan y Mónica se caracteriza por su perfecta simbiosis con el entorno, del que disfrutan y al que cuidan. "Somos completamente ‘antiplásticos’, en nuestra casa todo es reutilizable y de materiales nobles", afirma Juan. Comenta, por ejemplo, que su cubo de la fregona es de latón, y que no utilizan ningún recipiente de plástico para ninguna tarea del hogar.

Su hogar acepta animales, que pueden venir con los visitantes y socializar con las mascotas de la casa y del entorno. El terreno que rodea a la casa, donde se puede ver a varios de los animales que visitan Madeinfofan a menudo, también cuenta con zonas cultivables donde Juan y Mónica tienen su huerto.

Casa principal de Madeinfofan

La única "pega" que tiene la casa, dice el dueño, es que no se pueden alojar niños menores de 12 años. "No es que no nos gusten, nosotros tenemos dos niñas de esas edades, sino que en las habitaciones actualmente no caben cunas ni camas supletorias". Por eso organizan ludotecas o talleres en los que se incluye a los más pequeños, para que las familias puedan disfrutar de un día en el campo aunque no puedan pasar la noche en la casa.

"Antes del Covid los hacíamos muy a menudo, tanto cursos como ludotecas o actividades de panadería y pastelería. Llegamos a tener a setenta niños ‘amasando’ en nuestra casa". Juan asegura que, tan pronto como les sea posible y las autoridades sanitarias lo permitan, volverán a organizar estas actividades.