La maldición de Enrique VIII, el rey inglés de 180 kilos cuyo cadáver explotó dentro del ataúd como predijo un franciscano
El fraile William Petow profetizó en 1532 que unos perros acabarían lamiendo su sangre tras distanciarse del catolicismo. Las leyendas dicen que los restos destrozados encontrados en su féretro responden al cumplimiento del augurio.