La película española que arrasa en Netflix: una comedia romántica loca, absurda y gamberra de Álex de la Iglesia

Ni Kingsman, ni Magic Mike, ni La Liga de la Justicia, la película que se ha convertido en el estreno favorito de los usuarios de Netflix en agosto es española. Estrenada en cines en 2022, esta mezcla este roadtrip en clave de comedia romántica gamberra tiene el toque personal único de Álex de la Iglesia que ha dado en la tecla con lo que buscan los espectadores en las tardes veraniegas. 

En esta particular propuesta, Alberto San Juan interpreta a Julián, un divorciado de 50 años con problemas económicos que recurre a una aplicación para compartir viajes en su coche con desconocidos. Entre esos desconocidos hay alguien que ya no lo es tanto: Lorena (Blanca Suárez), una joven que viaja a menudo entre Bilbao y Madrid.

Desde hace meses, Lorena tiene un asiento fijo en su coche y, últimamente, también en su corazón. Julián elige al resto de sus compañeros de viaje para que no le hagan competencia con ella y no le molesten.

Su plan es aprovechar el viaje que está a punto de realizar para sincerarse con ella y decirle lo que siente, pero un error a la hora de escoger el resto de los ocupantes incluirá a un hombre apuesto (Rubén Cortada), que empieza a ligar con Lorena, y un inquietante pasajero, que provocará un radical cambio en el rumbo de los acontecimientos.

Personajes encerrados en sitios

Ese pasajero inquietante está interpretado por Ernesto Alterio, que en una entrevista en Las tardes de RNE realizada en octubre de 2022 reveló que se lo pasó muy bien encarnando a ese personaje "porque no lo puedes definir. No sabes si es un empresario, alguien de la nobleza, un delincuente, un narcotraficante, un coach mediomangui”.

'El cuarto pasajero'

Sobre el trabajo con el director, destacó que a Álex de la Iglesia le gusta "encerrar a sus personajes en sitios. Aquí lo hace en un coche, pero antes lo hizo en un bar en El bar o en Perfectos desconocidos, que todo sucedía alrededor de una mesa".

"Hacer eso tiene algo de experimento sociológico", añade Alterio. "Eso funciona como una especie de olla a presión donde se sacan lo mejor y lo peor. Al no tener escapatoria, tener que confrontarse es obligatorio".

Cuarentena obligada

La película se rodó en 2021 con las restricciones por el covid en su punto álgido y tuvieron que suspender el rodaje durante unas semanas por un positivo del virus que obligó al equipo a hacer cuarentena. "Después del primer pase, me vino la idea de que esta película era una especie de felicitación para todos", señala el actor.

"Rodamos en plena pandemia, en la tercera ola. Tuvimos que estar confinados en burbujas en varios hoteles sin poder ir a casa y yendo a la habitación del hotel al plató y viceversa. Salí con mucho subidón de la película. Te deja con buena sensación".