Crítica: ‘Locke & Key’, la temporada 2 se convierte en un reflejo más oscuro y fiel a los cómics de Joe Hill
La nueva entrega de la serie de Netflix adopta una tonalidad más fría y se adentra en el género de terror para ser más fiel a la historia original.
22 octubre, 2021 17:25Noticias relacionadas
Ha pasado más de un año desde que se estrenó Locke & Key en Netflix y, desde entonces, el susurro ensordecedor y el tintineo de las llaves no han parado de sonar en nuestras cabezas. La plataforma ha estrenado por fin la segunda temporada, invitándonos a disfrutar junto a los protagonistas de unas buenas palomitas, y esperar con intriga que nos pongan al día y nos cuenten qué ocurrió durante el verano.
En el primer capítulo, asistimos al estreno de Salpicadura, una película que rodaron los protagonistas para pasar el rato. Lo que no sabemos es que el largometraje nos anticipará cómo será el tono de esta nueva temporada: más oscura y terrorífica (aunque sin langostas). Desde un principio, Locke & Key tomaba como punto de partida las novelas gráficas de Joe Hill, el hijo de Stephen King. Sin embargo, a pesar de un legado familiar y de unas novelas características por el género en el que se catalogan, los creadores de la serie optaron por suavizar la historia, pintándola de colores más cálidos y transformándola en un teenpic sobre magia que llegaba a una audiencia más amplia.
Las puertas de Keyhouse se abrieron ante todos nosotros, presentándonos a Tyler (Connor Jessup), Kinsey (Emilia Jones) y Bode (Jackson Robert Scott), tres entrañables hermanos que sin duda se ganaron la confianza y el cariño de la audiencia. Teniendo que abandonar la vida que habían construido en Denver, los Locke llegaban a su nuevo hogar y trataban de ubicarse a duras penas tras el fallecimiento de su padre.
Desde un primer momento, la serie tuvo muy claro que el género de terror se quedaría aparcado y que la prioridad era introducir la historia y presentar a las verdaderas protagonistas: las llaves. Era necesario destacar que las misteriosas y enigmáticas son capaces de realizar toda clase de proezas, porque al final, su función principal se basa en sostener el peso de la historia y lograr que todos queramos escuchar lo que han venido a contarnos.
Mientras los hermanos averiguaban para qué sirven y descubrían los secretos que escondía cada una, la malvada Dodge (Laysla de Oliveira) les acechaba cual serpiente, acabando por regalarnos un truco final que ya nos generó mucha expectación y que ha conquistado no sólo a los fans de las novelas, sino también a todos aquellos amantes de la magia, la fantasía y las buenas historias.
Sin embargo, los fans de las novelas no terminaban de estar satisfechos con la serie y han tenido que esperar hasta los nuevos episodios para encontrar la esencia y la oscuridad propias del género de terror que tanto les gustaba de la historia. Por suerte, ha habido tiempo suficiente para reflexionar y para diseñar el tono que tendría la segunda temporada, y Locke & Key ha querido ser más fiel a las novelas, tratando de superarse y sorprendiendo una vez más.
En estos diez episodios que acaban de aterrizar en Netflix, el terror y la oscuridad han llegado para quedarse, obligando a los personajes a madurar y a enfrentarse a toda clase de demonios, incluyendo los suyos propios. Sabemos que Dodge sigue viva y ha tomado la forma del enclenque de Gabe (Griffin Gluck), y aunque todavía no lo sepan, los tres hermanos tendrán que buscar nuevos aliados para luchar contra ella.
Además, sabremos de dónde viene el tío Duncan (Aaron Ashmore), uno de los personajes más enigmáticos de la serie, y conoceremos más detalles sobre el verdadero origen de las llaves, acercándonos a observarlas para apreciar el metal moldeado que antes solo veíamos de lejos.
Los creadores de Locke & Key eran conscientes de las carencias que notaron los fans, pero aunque la serie ha adquirido el tono que procede, no termina de conectar con el género en el que quiere encasillarse, dejando que parezca en ocasiones un drama familiar y en otras una serie de adolescentes o un relato de magia y fantasía. Además, sin darse cuenta han pisado el acelerador, sin dar tregua a que disfrutemos por completo de los personajes y el mundo que les envuelve.
Aun así, la serie es consciente de sus puntos fuertes, y sabe hacernos disfrutar con lo que cuenta, dosificando la información con cuentagotas y logrando cautivar nuestra atención. Los protagonistas muestran su proceso evolutivo y su madurez mientras se paran a pensar en la importancia que tiene conservar esa poquita inocencia que les queda de la infancia.
Locke & Key ha madurado junto a sus personajes, dejando de ser una serie más para adolescentes e iniciando el proceso de cambio para ser la terrorífica historia de fantasía que todos estamos buscando y que creíamos perdida. Mientras aprende de sus errores y trata de pulir las imperfecciones, se convierte en un reflejo más reconocible de la historia original y abre la puerta a una prometedora tercera temporada que seguimos queriendo ver y que los fans esperaremos impacientes.
La segunda temporada de 'Locke & Key' ya está disponible en Netflix.
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