Buscando la mejor representante española para el Oscar: el eterno debate entre el corazón y la cabeza
Ya está abierto el plazo para elegir la terna de películas que aspiran a representar al cine español en los próximos Oscar. Así es el proceso de selección, según dos académicos.
12 agosto, 2022 12:33Noticias relacionadas
Los miembros de la Academia de Cine tienen una nueva cita con las urnas. Los votantes tienen de plazo desde el hoy hasta el 23 de agosto para elegir su candidata ideal para representar al cine español en la próxima edición de los Oscar. El 25 de agosto la actriz María Pedraza anunciará cuáles son las tres películas que han recibido un mayor apoyo y siguen en la carrera. El anuncio definitivo llegará el 13 de septiembre.
Históricamente, solo tres países acumulan más éxitos que el cine español en la categoría de Mejor Película Internacional (conocida como Mejor Película de Habla no Inglesa hasta 2019): Italia, Francia y Japón. Sin embargo, la suerte cambió para nuestra industria con el cambio de siglo. Desde entonces solo dos películas han sido nominadas: Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar, y la ganadora Mar adentro, de Alejandro Amenábar.
La pregunta es la de siempre: ¿deben votar los académicos por la película que más les ha gustado o por aquella que crean que tiene mejores opciones para devolver a nuestra industria a la lucha por la estatuilla dorada? Hasta en eso, como buenos españoles, difieren los miembros de la organización. “Voto la que creo que es la mejor película, la más redonda”, cuenta a SERIES & MÁS un miembro de la Academia que se ha pasado el verano haciendo los deberes y viendo las películas que aspiran a representarnos en los Oscar. “Simplemente que se cuele entre las tres finalistas es una buena campaña de publicidad en España, y hay películas pequeñas que se lo merecen”.
Desde la creación de la categoría en 1956, José Luis Garci (cuatro nominaciones, un Oscar) y Pedro Almodóvar (tres candidaturas, un Oscar) han sido enviados siete veces, por cinco de Carlos Saura (finalista en dos ocasiones). “No pueden ir siempre los mismos. Eso sería quitarle oportunidad a una obra que, de ser elegida por su calidad pese a no ser conocida, puede cambiar la vida de sus creadores”, zanja el cineasta.
Corazón o cabeza
Otro votante explica que “los académicos nos rebelamos ante esa idea que dice que aunque no te haya gustado mucha una película, la tienes que mandar porque es la que tiene más posibilidades. De alguna manera lo que están haciendo es anular nuestro propio criterio. Da igual lo que pienses, tu criterio o tus gustos, esta tiene que ir porque está pepito y punto”, lamenta un profesional que encuentra paralelismos entre la preselección y el proceso de escoger un representante de España en Eurovisión. “Después de muchos años en los que no ha habido suerte, ya no sabes qué es lo que vas a triunfar, así que al final mandas lo que más te gusta a ti. Ahora que hemos visto que Chanel ha triunfado, quizás la próxima vez que votemos somos más capaces de intuir mejor lo que puede gustar fuera”.
Los miembros que quieran ejercer su derecho a voto tendrán que elegir una única opción entre todas las aspirantes, aunque los votantes no deben demostrar cuántas candidatas han visto. Según el primero de los académicos consultados, “se debería adoptar un sistema parecido al que le piden en los Oscar para votar [en la categoría de mejor película internacional]. Es decir, que el sistema registre que se ha visto la película, al menos en su mayor parte. Yo añadiría que se comprobara que se han visionado todas las candidatas. No debería suponer un esfuerzo verlas, es nuestro trabajo como académicos”.
Puede optar a representar a España cualquier largometraje que se estrene en cines entre el 1 de enero y el 31 de noviembre de 2022. Este año optan a la preselección numerosas películas que no han llegado todavía a las salas, desde títulos que ya se han visto en festivales internacionales (como Cerdita, de Carlota Pereda, vista en Sundance; Un año, una noche, el drama de Isaki Lacuesta que optó al Oso de Oro en el último Festival de Berlín, y As Bestas, de Rodrigo Sorogoyen, proyectada en Cannes fuera de concurso) a películas que harán su puesta de largo en la 70 edición del Festival de San Sebastián (como Modelo 77, de Alberto Rodríguez, y La maternal, de Pilar Palomero) y títulos que todavía no han sido anunciados en ningún festival (como Mantícora, lo nuevo de Carlos Vermut).
Poca diversidad en el pasado
Las productoras tienen tres formas para llegar al votante de la Academia: el estreno en salas (como las favoritas del primer semestre del año, Alcarràs, de Carla Simón, Cinco lobitos, de Alauda Ruiz de Azúa y la coproducción hispano-argentina Competencia oficial, de Gastón Duprat y Mariano Cohn), los pases previos en salas de cine (un desafío adicional en los meses de verano) y la plataforma de streaming interna de la Academia (conocida como VeoMac).
“Nunca he visto una campaña interna como tal, no al menos como las que asociamos a los Oscar, por ejemplo”, admite el mismo votante. “Muchos menos fiestas o similares. Sí es cierto que hay cartas más trabajadas que otras, pero se agradece ese esfuerzo y el hecho de intentar ser original. Más allá de eso yo, en mi caso, ni he sido partícipe ni testigo de nada más”. En esas cartas de presentación, los productores dan razones a los académicos para escoger a su película como candidata a los premios de la Academia. “Te invitan a votarla con sus avales y sus razones, especificando siempre además narrativas (aunque en España no haya tenido éxito, fíjate que…)”, añade el otro miembro.
La diversidad no ha sido un rasgo habitual en las selecciones internas de la Academia. En 66 ediciones, solo tres mujeres (Icíar Bollaín, Carla Simón y Gracia Querejeta) y cuatro películas rodadas en otros idiomas ajenos al español (Verano 1993 y Pa Negre en catalán, Loreak en euskera y Ese oscuro objeto del deseo en francés) han sido enviadas a Hollywood.
En esta edición las películas que parecen mejor situadas para pasar el primer corte, entran precisamente en esa excepción: Alcarràs, Cinco lobitos, As bestas y Un año, una noche. Los argentinos Gastón Duprat y Mariano Cohn serían los primeros directores de otra nacionalidad en representar a España. Desde la retaguardia amenazan también Alberto Rodríguez y Pilar Palomero. Los dos saben lo que es ganar el Goya a la mejor película, pero ninguno de ellos ha representado en Hollywood a nuestro cine.
Drama en la Academia
Es una incertidumbre si en la elección de este año habrá secuelas de la polémica surgida por la apuesta por El buen patrón como candidata española en 2021 en detrimento de Madres paralelas, una situación que ya había sucedido 19 años antes cuando los votantes se decantaron por Los lunes al sol en lugar de Hable con ella. En ambos casos, la Academia de Hollywood acabó rescatando las películas del manchego en otras categorías y las películas de Fernando León de Aranoa se tuvieron que contentar con sus éxitos en los premios Goya.
A finales de 2004, los hermanos Almodóvar abandonaron (hasta el 2011, un regreso gestionado por el entonces presidente Álex de la Iglesia) la Academia de Cine para mostrar su descontento con el sistema de voto de la organización. La decisión llegó un año después de que la decisión de no enviar a Hable con ella les costara, teóricamente, la estatuilla dorada. 17 años más tarde, las reacciones llegaron desde las redes sociales. Agustín, productor de El Deseo y hermano de Pedro, se lamentó (en el primero de muchos dardos) contra la elección de la comedia protagonizada por Javier Bardem.
Ha vuelto a suceder como en 2003. Honestamente creo que @Academiadecine debe revisar el sistema de elegir la película española para los Oscar.https://t.co/l1nxFQwLBf
— Agustín Almodóvar (@AgustinAlmo) February 10, 2022
“Creo que es lógico que haya un tuit de frustración. A posteriori podemos decir que no se equivocan cuando dijeron que su película iba a estar mucho más en el foco de los académicos. Lo demostraron la candidatura de Penélope Cruz y Alberto Iglesias. Que haya frustración o que haya enfado es una reacción normal, pero creo que el problema está en dar por hecho algo”, cuestiona el segundo votante a SERIES & MÁS. “Creo que estuvo claro desde el principio que Madres paralelas no había gustado tanto aquí, como se ha reflejado en los premios. No solo en los Goya, sino en otros premios y círculos que tampoco han premiado la película”.
El mismo académico lamenta que el año pasado existiera, en público y en privado, cierta imposición que decía que Madres paralelas era la película que tenía que ir. "Pedro Almodóvar es un genio indiscutible a nivel internacional, pero que se haga esa imposición generó cierta rebeldía”, admite. El final de la historia es sabido: la elegida fue El buen patrón, una película que pasó el primer corte de 15 preseleccionadas antes de quedarse fuera del quinteto de finalistas. Madres paralelas recibió dos candidaturas en los Oscar: mejor actriz protagonista y mejor música original.
La elección a dedo de Francia
El 27 de julio se anunció que Francia cambiaba su sistema de elección de representante después de treinta años sin ganar la estatuilla dorada (su última victoria llegó en 1992 con Indochina, de Régis Wargnier) y la polémica que surgió con la apuesta por de Titane, de Julia Ducorneau, en lugar de la más universal El acontecimiento, de Audrey Diwan. A pesar de tener en su poder las últimas ganadoras de la Palma de Oro de Cannes y el León de Oro de Venecia, el país vecino ni siquiera pasó el corte de las 15 finalistas.
El potencial conflicto de intereses y las críticas contra el favoritismo del proceso de selección hacia las películas presentadas en Cannes han llevado que el miembro más ilustre e influyente del anterior comité, Thierry Frémaux, delegado general y cabecilla del certamen francés, se haya quedado fuera en el cambio de aires. A partir de ahora, cada año el ministro de cultura de Francia nombrará un nuevo comité, eligiendo a dos cineastas, dos productores, dos agentes de ventas y otra figura de la industria cinematográfica para hacer la selección del Oscar.
“Evitaría muchas polémicas, eso seguro”, reconoce una de las fuentes consultadas. Llegar a los Oscar es una promoción fuerte para la cultura de un país, por lo que entiendo que dejar esa decisión en un comité de expertos es más lógico que someterlo a una votación de muchas personas, lo que implica muchísimos gustos diferentes. El problema radica en que cuánto de justo sería ese comité en una industria tan pequeña como la nuestra, donde la objetividad y la imparcialidad son quimeras porque todo el mundo se conoce”.
El momento de la verdad
Seguimos sin respuesta ante el eterno debate entre el corazón y la cabeza, la película que más gusta a uno y la que podría tener mejor recorrido fuera de nuestras fronteras, pero los académicos tienen que escoger desde hoy qué título apoyan en un año histórico en el que el cine español ha tenido más presencia que nunca en los festivales más importantes del planeta. “Hay grandísimas películas, muchas de ellas ya son historia de nuestro cine desde su estreno. Y de todos los géneros, desde el thriller a la comedia dramática”, celebra uno de los miembros con derecho a voto.
Los dos académicos consultados van a votar a candidatas diferentes. “Alcarràs es la película que más me ha gustado este año. Es una película absolutamente universal en su temática y en su planteamiento, y tiene un reconocimiento detrás que no solo es internacional, sino histórico”. El triunfo de Carla Simón supuso el primer éxito para el cine español en uno de los tres grandes festivales internacionales (Berlín, Cannes y Venecia) en casi cuarenta años, además del primer reconocimiento de este calibre para una película dirigida por una mujer o filmada en una lengua ajena al español.
El segundo apostará por una película que todavía no se ha visto fuera de la industria. “Yo tengo varias favoritas y, como suele ser habitual, mi ganadora es la propuesta más pequeña, suicida y arriesgada de todas. Mi favorita es Mantícora. Valoro mucho ver cómo Carlos Vermut es un artista haciendo lo que quiere sin rendir cuentas a nadie”. También tiene grandes palabras para As Bestas y Cinco lobitos. “Es un año espléndido”, zanja. Independientemente de cuáles sean las tres elegidas, ya tenemos un ganador en 2022: el cine español.
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