¿Darías una pistola a un niño de tres años? Sacha Baron Cohen destroza el sueño americano
El actor regresa a la televisión con 'Who is America?', un programa en el que saca las vergüenzas de EEUU. Un show irrevente, provocador y urgente.
17 julio, 2018 17:04Noticias relacionadas
La llegada de Donald Trump a la presidencia de EEUU levantó a la gente de la industria del cine y la televisión de sus sofás. Se habían acomodado, acostumbrado a no quejarse, a no salir a las calles y a hacer películas inofensivas y de buen rollo. La situación cambiaba, y aquel enemigo del que se reían sin pensar que podría ser elegido llegó a la Casa Blanca y les señaló como enemigos potenciales.
En estos años hemos vivido el discurso de Meryl Streep en los Globos de Oro, las marchas de las mujeres en Sundance, Washington y otras ciudades, y hasta la detención de actrices como Susan Sarandon por protestar. Las películas y las series también han girado hacia lo político. Steven Spielberg cambiaba toda su agenda para realizar Los archivos del Pentágono, un alegato antiTrump y en favor de la libertad de prensa. Todos esos ataques nunca han sido frontales. Faltaba la artillería pesada, alguien que fuera a cara de perro para sacar las miserias de la América actual, esa que el presidente quiere hacer maravillosa de nuevo, aunque la esté haciendo cada vez más racista.
Ha llegado Sacha Baron Cohen para dejarse de medias tintas, de dardos sin fuerza y metáforas en forma de distopía. Para Cohen sólo existe una forma de hacer despertar: el tortazo con la mano abierta, que en su forma de entender el cine y la televisión quiere decir humor tan obvio y de brocha gorda como se pueda, pero todo con la intención clara de contar el lado más oscuro y siniestro de EEUU en la actualidad. Su Who is America? Que ha estrenado Showtime (y aquí emite Movistar+) es cero sutil, pero también necesario, urgente y por momentos hilarante. La Cara B del sueño americano, del que Baron Cohen se ríe constantemente y le saca los colores sin problemas.
Es la primera vez que el actor regresaa la televisión en diez años, y para hacerlo recupera la esencia de sus primeros trabajos y de películas como Borat o Bruno, que mezclaban la ficción con el documental. Aquí se vuelve a disfrazar de personajes infames para sacar lo peor de cada uno. Aunque intente reírse de todo el espectro ideológico (ahí está esa dueña de una galería de arte que es capaz de creer que está ante un genio y le da su pelo púbico para un cepillo), sus zarpazos tienen sobre todo un destinatario: los republicanos.
Con ellos consigue el momento más brillante del primer capítulo de Who is America? El frangmento en el que vestido de entrenador militar israelí promueve una campaña para armar a niños de tres años. Muchos republicanos le apoyan, no sólo ciudadanos de a pie, también gente con apoyo mediático y soporte de Donald Trump como Philip Van Cleave, abogado defensor de las armas y Defensor de la Liga de Ciudadanos de Virginia, al que engaña para protagonizar un tutorial para convencer a los padres de que den una pistola disfrazada de peluche a sus hijos para defenderse de los malos ciudadanos. Su anuncio también es apoyado por congresistas republicanos como Dana Rohrabacher o Joe Wilson, Larry Pratt o el excongresista Joe Walsh, que acaba deseando un “feliz tiroteo” a los niños.
"Sacha es un genio de la comedia que te sorprende con su audacia, valentía e inventiva. Es el mayor provocador de nuestro tiempo. Detrás de una elaborada puesta en escena, hay una búsqueda genuina de la verdad sobre la gente, los lugares y la política. Nadie sabe provocar un revuelo como Sacha Baron Cohen, y va a ser fascinante ver lo que sucede cuando '¿Who is América?' se lance al mundo", confesó el director de Showtime sabiendo que tenía una bomba de relojería entre manos.
Otro de los personajes que está destinado a convertirse en uno de los más emblemáticos es el Dr. Nira Cain-N’Degeocello, progresista hasta la médula y progre que quiere educar a sus hijos en la libertad sexual más absoluta, pero para ello obliga a su pequeño Harvey Milk a hacer pis sentado y a su hija Malala a orinar de pie. Todo esto lo dice en la casa de dos republicanos votantes de Trump que intentan no irritarse mientras escuchan la sarta de burradas que dice la transformación de Baron Cohen, que se viene arriba y dice que Malala ya tiene la regla y hacen que sangre sobre la bandera americana para recordar la matanza de los indios nativos. Irregular, soez y hasta vulgar, pero también lo más arriesgado, irreverente y provocador que ha estrenado la televisión en años.