
Luis, Sete y sus hijos Hamma (30 años), María (21 años) y Miriam (19 años). Cedida
Sete y Luis quisieron adoptar en España pero la espera se lo hizo imposible: ahora tienen 3 hijos de Malí, China y el Sáhara
Este matrimonio andaluz inició hace 20 años el primer proceso de adopción internacional y ahora Sete ha plasmado su experiencia en un libro, 'El lienzo de mi vida'.
Sete García y su marido Luis Barrera iniciaron hace más de 20 años los trámites para adoptar. Hoy la experiencia de aquel proceso se ve en las caras de su hija María, del sur de China; Míriam, de Malí; y su hijo Hamma, saharaui. La familia reside en Jerez de la Frontera y Sete ha plasmado su conmovedora historia en un libro 'El lienzo de mi vida' (Peripecias Libros) en el que narra el compromiso del matrimonio por ofrecer amor a tres niños, ya adultos, de haber estado en sus países de origen vivirían otra vida, probablemente menos feliz.
Hace más de dos décadas los dos intentaron adoptar en España, pero al enterarse de los requisitos y del enorme tiempo de espera se decidieron por hacerlo en Malí, aconsejados por unos amigos. Al ver que el proceso en el país africano se alargaba, lo iniciaron también en China. En Asia fue mucho más rápido: en noviembre de 2003, en Nanning, nació María. La niña llegó a Jerez de la Frontera en febrero de 2005, con un año y cuatro meses.
Pero antes, en 2003, ya habían conocido a Hamma, quien apenas tenía 8 años. Un pequeño saharaui que vivía en los campos de refugiados de Tinduf, en Argelia, y que abrió los ojos de par en par cuando vio cómo corría el agua al abrir el grifo. "Estuvo con nosotros un verano de acogida con el programa 'Vacaciones en paz' y fue maravilloso. Al año siguiente iba a volver, pero hubo una confusión con el papeleo y lo mandaron a Italia", rememora Sete a EL ESPAÑOL. Regresó en el verano de 2005, cuando la familia ya tenía a María con ellos.
Ese verano detectaron que el niño estaba enfermo, y que en dos meses no daba tiempo a realizarle ni pruebas para dar con el diagnóstico, y por tanto, no había posibilidad de tratamientos. "Le pedimos a la familia que nos lo dejara, y nos dijeron que no. Al siguiente verano, ya conscientes y convencidos de que el niño estaba enfermo, nos pidieron que lo cuidáramos". Así, desde 2006 hasta hoy.
Un año después los llamaron por el trámite de adopción iniciado en Mali. Ni se plantearon pararlo: se trajeron a Miriam. En ambos casos, en el de María y Miriam, han viajado a los respectivos países para recogerlas. "Mis hijos conocen perfectamente los procesos, saben que son adoptados desde pequeños, además de que es obvio", precisa risueña la mujer. De hecho tanto Sete como Luis han propiciado que sus hijos mantengan el vínculo cultural con sus respectivos países. Y en el caso de Hamma, además de ver a su familia, habla con ellos todos los días.
Esas emociones y peripecias a las que se enfrentó esta jerezana son las que dieron origen a 'El lienzo de mi vida', en el que narra también muchos sentimientos, anécdotas y las barreras culturales que reflejan la idiosincrasia de cada país. "No surgió para ser un libro", indica Sete. La idea se gestó en el confinamiento.
"Porque como muchas personas, me entró miedo de que me pudiera pasar algo, porque tengo ciertas patologías, y empecé a poner por escrito para que ellos, si me pasaba algo, tuvieran más detalles de cómo lo viví y lo he vivido como madre. Con corazón de madre. Porque los padres y madres lo son por el corazón, no solo por la consanguinidad".
En él refleja "emociones, desafíos y aprendizaje". "Cada uno de mis hijos llegó a mi vida de una manera única, con su historia, su cultura y su esencia. Con ellos he aprendido que lo que une a una madre con sus hijos no es la sangre, sino el corazón, y que el verdadero lazo que nos une es el amor incondicional".
Aprender
A lo largo de la conversación con Sete, hace varias veces hincapié en lo mucho que ha crecido como persona a través de sus hijos. "Me han enseñado mucho", sostiene. "A ser mejor persona, a ver la vida de otra manera, mucho más sensible". Porque, además, "una de mis hijas tiene una discapacidad psíquica, y he aprendido muchísimo, muchísimo de ella".
Para empezar, "sobre la falta de empatía y sensibilidad que hay en la sociedad con este tipo de personas, que parece que no existen. Y en esa lucha por la integración y la inclusión, cuando acabo de escribir, lo hablo con mi marido y mis hijos y decidimos todos lanzarlo como libro".
-Cuando recogisteis a esa hija, ¿sabíais de su discapacidad?
-(Risas) Bueno, eso permíteme que no lo vaya a contestar. Hay que leerlo en el libro, que los lectores lo descubran. Lo que sí puedo decir es que sabiéndolo o no, si naciese otra vez, querría a mis tres hijos y volvería a por ella siempre.

Retrato de Miriam, la hija de Sete y Luis, en una imagen que ha ganado dos concursos internacionales en su categoría.
Eso sí, el día a día "es duro. Hay un desgaste emocional y psíquico. Pero es que todo ese esfuerzo recompensa muchísimo. Por todo lo que he contado antes, hay también un sufrimiento terrible. Ahora releo los capítulos y sufro haciéndolo". La portada del libro es un retrato de su hija Miriam. "La hizo mi marido Luis y tiene dos primeros premios de fotografía en la categoría de retrato en concursos internacionales".
En cuanto a los capítulos, que reflejan las emociones de Sete, cada uno de ellos hace alusión a una obra pictórica. "A mí me gusta mucho pintar, y cuando iba reviviendo las cosas, me venían a la mente cuadros que habían recogido en esencia lo que yo había sentido". Es un libro que tiene que ser leído, porque refleja muchos valores", precisa.
La publicación "está teniendo mucha aceptación", ha sido reeditada en varias ocasiones, y se presenta el próximo 9 de abril en Madrid, en la Sala Ámbito Cultural de unos grandes almacenes de Callao, a las 19,30 horas.
Sete considera que "ser madre o padre adoptivo es una oportunidad maravillosa de dar y recibir amor. Se trata de construir juntos una familia, de aprender a amarse y descubrir que, en realidad, son ellos quienes nos enseñan a nosotros a ser mejores personas".
Porque "cuando llegan a tu vida, la llenan de colores que nunca imaginaste". Son ellos los que han pintado la vida de este matrimonio. Sete ultima que "yo adoro a mis hijos. Son los hijos ideales". ¿Vivir otra vida sin ellos? "Otra vida sin ellos no es posible".