José Enrique, el bombero adolescente que más peso levanta de Europa en una sentadilla: 182,5 kilos
Este joven, de 19 años, se impone en las sentadillas para deportistas de menos de 82 kilos de los Juegos Europeos de Policías y Bomberos.
16 octubre, 2023 01:58La fuerza de voluntad de José Enrique Guirao es tan grande como sus espaldas. Con solo 19 años, este adolescente se acaba de convertir en el bombero que más peso levanta de Europa -dentro de su categoría- en la modalidad de sentadillas de powerlifting. "Compito en la categoría de deportistas por debajo de 82,5 kilos y he levantado en una sentadilla 182,5 kilos", resume José Enrique, como si tal cosa, tras imponerse en los Juegos Europeos de Policías y Bomberos que se han celebrado en Torrevieja.
Este vecino de Alcantarilla soñaba con ser paleontólogo cuando empezó sus estudios en el instituto, pero ese objetivo quedó sepultado por la adrenalina que sentía en sus sesiones de calistenia en el Jardín de Aviación, como uno de tantos jóvenes que en cualquier parque de nuestro país, a diario se empapan de magnesio sus manos y entrenan haciendo dominadas, fondos o planchas en esta suerte de gimnasios callejeros equipados con barras de metal. "Perdí la pasión por la paleontología porque en Bachiller no estaba en mi mejor momento para los libros".
De modo que José Enrique cambió las herramientas de paleontólogo por una manguera de la brigada de bomberos forestales y por las barras de metal de las competiciones de streetlifting o powerlifting. La primera modalidad combina las cargas pesadas con los ejercicios de fuerza explosiva de calistenia, mientras que la segunda consiste en realizar tres ejercicios de levantamiento de peso -sentadilla, press banca o peso muerto-.
José Antonio Guirao (Alcantarilla, 2004) afirma a EL ESPAÑOL que dentro de su categoría es el bombero de Europa que "más peso levanta haciendo sentadillas". Y lo dice orgulloso porque detrás hay muchos años de trabajo y de sacrificio, para una especialidad que a este adolescente no le genera unos ingresos económicos, como ocurre con otras modalidades deportivas. La calistenia, el streetlifting y el powerlifting tienen en común dos cosas: inundan las redes sociales, pero no hay deportistas profesionales porque ni mueven el dinero ni tienen las estructuras de otras especialidades.
El mejor beneficio que obtiene José Enrique es la satisfacción personal de haber superado sus límites físicos, para alzarse con la modalidad de sentadillas de powerlifting de los Juegos Europeos de Policías y Bomberos. Todo ello, después de someterse a fuertes rutinas de entrenamiento que este adolescente ha alternado con sus turnos de trabajo, como bombero forestal en la base que la BRIFOR tiene en el parque regional de El Valle y Carrascoy: el pulmón verde de Murcia.
- ¿Pensó en algo antes de hacer esa sentadilla con 182,5 kilos sobre sus espaldas en los Juegos Europeos de Policías y Bomberos?
- José Enrique Guirao: No pensé en nada. Yo dejé la mente en blanco porque al final, ese trabajo no es cosa de ese día: es un proceso que vas realizando a lo largo de todos los entrenamientos haciendo sentadillas, para que en el día de la competición estés fuerte mentalmente y dejes que tu cerebro guíe a tu cuerpo. Yo me puse frente a la barra y simplemente, repetí el movimiento que llevo haciendo durante meses. Hay que tener el control de la situación porque si te pones nervioso, la testosterona te baja y cometes más fallos porque no estás concentrado.
Este brigadista, de un metro ochenta y cinco centímetros, remarca con humildad que nunca habría conseguido esta victoria sin la ayuda de su entrenador, Antonio José Garrido, y su nutricionista, Francisco Javier Carrillo: "En todos los deportes tienes que ir de la mano de otros profesionales con estudios, formación y experiencia para que te enseñen. Eso es lo que hace triunfar a cualquier deportista: esforzarse y cumplir con todo lo que le ponen por delante. No hay ningún deportista que consiga una victoria solo, siempre está rodeado de profesionales".
José Enrique se define como una persona "muy competitiva", pero hasta ahora no había encontrado la motivación suficiente ni en campeonatos de fútbol-sala ni de natación, como para someterse a una rutina espartana de entrenamientos para potenciar su físico y llevarlo al límite. Todo surgió de casualidad: en el Jardín de Aviación de Alcantarilla, un vergel equipado con una zona con barras, en medio de esta localidad murciana con 42.630 habitantes, conocida allende sus fronteras por albergar la sede de Hero.
En el Jardín de Aviación, José Enrique, con 14 años, comenzó a practicar calistenia: moviendo su peso corporal sobre las barras, unas veces como un gimnasta y otras desafiando la gravedad para levitar haciendo una plancha. "Entrenaba con unos amigos que a veces se llevaban discos para lastrarse haciendo ejercicios, lo probé, y la gente me decía que estaba muy fuerte y eso me motivaba". Tanto es así que decidió cambiar de modalidad: "Di el paso de la calistenia al streetlifting, donde se combinaban los movimientos básicos de la calistenia, como dominadas, fondos, muscle-up y sentadillas, tirando del máximo peso posible para hacer una repetición".
Para José Enrique no era suficiente: necesitaba seguir afinando sus entrenamientos, para progresar tanto en el streetlifting como en el powerlifting que también empezó a practicar. De modo que decidió pedir consejo a cracks en la materia que publican sus sesiones en Instagram: "Me dijeron que para ganar fuerza debía apuntarme en un gimnasio". Y este adolescente no se lo pensó dos veces: se matriculó en el Baktun 13.
- ¿Qué sintió al cambiar la calistenia por el streetlifting o el powerlifting?
- Me gustó la sensación porque sentía que podía levantar más peso. Es algo en lo que coincidimos todos los que practicamos un deporte de fuerza: es motivante sentir que cada vez puedes ir cargando más kilos. Eso es lo que te motiva para seguir. En el gimnasio entrenaba con mi amigo Eliseo Reverte y siempre me decía que tenía fuerza y futuro en este deporte. Me solía repetir: 'Muchacho, compite'. Y al final, empecé a prepararme para competir.
Para pulir su técnica y seguir ganando potencia muscular se puso bajo las órdenes de Carlos Picó: "Es bombero en el parque del Infante en Murcia y es el mejor del mundo". Una vez más, el deporte también le estaba marcando el horizonte profesional a José Enrique porque acabó haciendo un grado medio de Emergencias y Protección Civil, que en mayo de este año le ha permitido incorporarse a la plantilla de la Brigada Forestal Terrestre de Murcia (BRIFOR), para proteger del fuego uno de los tesoros de la geografía murciana que más le gusta: "El monte".
Las primeras sesiones de entrenamiento de powerlifting fueron muy duras para José Enrique. "Cuando empecé a hacer mis primeras sentadillas no me gustaba nada porque tengo una acortación en los músculos, de toda la cadena posterior de las piernas: isquiotibiales, femorales, gemelos… La primera vez que intenté tirar de peso, recuerdo que no pude con cien kilos", tal y como confiesa. "Tenía poca elasticidad: me costaba mucho hacer sentadillas y me sentía incómodo, para mejorar alterné entrenamientos de fuerza con ejercicios de movilidad y estiramientos".
- ¿Hay que sacrificarse mucho para competir en streetlifting o en powerlifting?
- La vida social la sacrificas mucho. Tenía que entrenar seis días a la semana durante hora y media o dos horas. Así que dejas de quedar con amigos. Cuando empecé a competir mi círculo social se redujo a la gente que entrena conmigo. En el tema de alimentación tuve que eliminar toda la bollería industrial y algunas carnes, como la de cerdo, porque tienen mucha grasa. En función de la época del año, a veces tienes que hacer cuatro comidas y otras veces llegar a cinco, para reponer el desgaste...
Todo ese esfuerzo mereció la pena porque triunfó en el primer campeonato de streetlifting en el que compitió, junto a deportistas de toda la Región de Murcia, Castellón o Barcelona: "En noviembre de 2022, conseguí el récord de España en la categoría de menos de ochenta kilos, al hacer la dominada más pesada del país: completé una repetición tirando de 87,5 kilos de lastre añadido a mi cuerpo, con discos que van sujetados a una cadena y a un cinturón que llevo atado a la cintura".
Casi un año después, esta vez, a las órdenes de su entrenador, Antonio José Garrido, y de su nutricionista, Francisco Javier Carrillo, este bombero forestal se ha estrenado en la disciplina de powerlifting con una victoria. En los Juegos Europeos de Policías y Bomberos ha realizado una sentadilla, con 182,5 kilos, que le ha valido el primer puesto en su categoría de peso corporal por debajo de 82,5 kilos. En esta competición, José Enrique se ha impuesto al acortamiento muscular de sus piernas, echándose la barra a su espalda, repleta de discos, como ocurre miles de veces en cualquier gimnasio de nuestro país, para dar tres pasos atrás, fijar las piernas al piso, como las raíces de un árbol a la tierra, y coger aire, consciente de que en unos segundos se jugaba meses de trabajo. Y lo consiguió: flexionó sus rodillas y se volvió a levantar con firmeza para ganar en la modalidad de sentadillas.
"Cada atleta tiene tres intentos para conseguir su máximo peso: yo empecé con 170 kilos, después de ver las sensaciones que tenía durante el calentamiento", tal y como recuerda José Enrique, sobre aquella jornada del sábado 30 de septiembre en la que se disputaron los Juegos Europeos de Policías y Bomberos en Torrevieja. "En este deporte todo puede variar por haber dormido media hora menos de lo que tu cuerpo necesita".
- Las rutinas de sentadillas están de moda entre los usuarios de los gimnasios: ¿algún consejo para los que entrenan a diario para mejorar su físico?
- José Enrique Guirao: Si la gente se lo puede permitir, tiene que contratar a profesionales porque si confías en ellos, doy fe de que se puede mejorar. Cuando he tenido entrenador, he mejorado mucho más que cuando he entrenado solo, y gracias a mi nutricionista, he descubierto que mi rendimiento mejora con una dieta basada en carbohidratos. Pero si no te puedes permitir contratar a profesionales, es importante formarte de manera autodidacta. No hay que ir al gimnasio a hacer el bestia.