La 'tercera venida' del Emérito a las costas de Galicia ha generado mucho más movimiento y agitación en el espigón del Real Club Náutico de Sanxenxo que en abril. Aunque, como entonces, Juan Carlos I ha decidido mantener un perfil bajo con la prensa, sin declaraciones, y se ha vuelto a alojar en el búnker a pie de playa de su amigo Pedro Campos, del que apenas sale, esta ocasión sí ha sido recibido con vítores de '¡Viva el Rey!' y manifestaciones contraprogramadas; también se ha encontrado con todas aquellas personas que, hace tres meses, no fueron a verlo. Hay agitación y muchas expectativas puestas en estas vacaciones de verano.
Entre las principales novedades está la presencia de la infanta Elena, su hija, que ha acompañado a Juan Carlos a los entrenamientos y las regatas. También la del alcalde Telmo Martín, del Partido Popular, que tras revalidar su mayoría absoluta como jeque indiscutible de Sanxenxo ya no teme que una comida o una foto con el Emérito puedan afectarle políticamente. Ambos han pasado a visitar al Borbón en casa de Campos.
Los demás protagonistas de las terceras regatas de Juan Carlos en Pontevedra son los mismos que las dos veces anteriores. Por un lado está Pedro Campos, su buen amigo y confidente, presidente del club náutico, anfitrión y chófer ocasional del exmonarca durante sus idas y venidas al pantalán en el que aguarda su Bribón, el insigne barco de clase 6m con el que el Emérito, Campos y su marinería compiten en la regata XXIV Trofeo Hotel Carlos I Silgar.
Otra de las grandes protagonistas de la jornada ha sido Pilar Gómez Guiance, popularmente conocida como 'la pescadera Piliña', quien en los primeros días dejó ver su furgón de marisco fresco entrando al callejón que da acceso a la entrada de la casa de Pedro Campos. Al igual que hace un par de meses, no quiso desvelar los secretos del menú gourmet que está degustando el monarca.
Tampoco faltó al encuentro su equipo de seguridad, encabezado por Vicente García-Mochales, Mochi, su fiel escudero, al que todos conocen como 'el bastón', pues es en él en quien Juan Carlos se suele apoyar cuando no tiene a mano el cayado. Solo que esta vez ha requerido poco de sus servicios: inesperadamente ágil, el exmonarca bajó los escalones del pantalán solo, sin necesidad de apoyarse más que en la barandilla. En abril, Mochi siempre lo secundó, sujetando a Juan Carlos para evitar percances.
La juancarlosmanía se había desinflado en abril tras la sobrexposición mediática de mayo de 2022 tras el primer regreso a España del monarca de su exilio. Sin embargo, hoy haber revivido tímidamente. Durante los días de entrenamiento y regatas, numerosos vecinos y turistas que veraneaban en Sanxenxo se acercaron hacia el espigón del puerto para saludar a distancia a Juan Carlos I. Se pudieron escuchar gritos de '¡Viva el Rey!'. El sábado, durante el primer día de regata, el público le regaló un cálido aplauso en señal de apoyo.
No obstante, esta vez sí que ha habido movilizaciones en rechazado de la presencia del Emérito. La organización juvenil del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Galiza Nova, contraprogramó una manifestación el sábado, primer día de regatas, en rechazo a la llegada a España del monarca. Allí pudieron escucharse gritos de "¡Viva la República!", numerosos cánticos republicanos y hasta un "¡Fuera, ladrón!".
[El misterioso anillo del emérito Juan Carlos del que no se separa en su última visita a Sanxenxo]
Los nacionalistas también sacaron una pancarta en la que se podía leer: 'Por una república gallega'. "Es una institución corrupta que atenta directamente contra los valores democráticos", espetaba a los medios Marta Gómez, secretaria general de Galiza Nova. "Todos los sucesos que la rodean lo demuestran, y que el rey huido pasee por Galicia impunemente, todavía más". Dos Españas enfrentadas a raíz de la tercera visita a España de Juan Carlos de su exilio en Abu Dabi.
Pero los 'cachorros' del BNG no son los únicos que han contraprogramado a Juan Carlos. El propio Felipe VI ha adaptado su agenda al viaje del exmonarca. El mismo día de su llegada, el Rey inició su estancia veraniega en Palma de Mallorca, donde, desde hoy, descansa junto a la reina Letizia y sus hijas, Leonor y Sofía.
La última regata
Durante el mediodía del domingo, Juan Carlos volvió a hacer acto de presencia en el puerto de Sanxenxo para subir a bordo del Bribón, con el que se lanzó a la mar hacia las 13:00 de la tarde. Por su parte, la infanta Elena participó en la regata a bordo de otra embarcación 6M, la Alibabá II, aunque originalmente estaba previsto que fuese en una embarcación neumática auxiliar semirrígida, la Cristina, la misma a la que había subido estos días pasados.
Curiosamente, el barco en el que navega la infanta lideró la primera jornada de la regata de Sanxenxo por delante del Bribón, por lo que la general estaba en juego entre el rey y su hija. Finalmente, el 'Bribón', capitaneado Juan Carlos I, ha conseguido la primera posición en las regatas.