La cruz de 'Mochi', el fiel escudero que acompaña a Juan Carlos I en Sanxenxo harto de vivir en Abu Dabi
Vicente García-Mochales, teniente coronel de la Guardia Civil, es el jefe de seguridad del Emérito, el hombre en quien más confía.
21 abril, 2023 03:15Muy pocos querrían estar en los zapatos de Vicente García-Mochales. Él es el jefe de seguridad del rey Juan Carlos, el coordinador de sus escoltas, la mano en la cual se apoya cuando camina, el cuerpo que se lanzaría como un guardameta a parar una bala si alguien tratase de acabar con Su Majestad a disparo de calibre 9. Y, como era de esperar, está siendo la muleta del Emérito durante su visita en Sanxenxo. Por eso se ha ganado el calificativo de 'El Bastón'. No hay escalera que el Borbón descienda sin tenerlo agarrado de su antebrazo. Y, aunque a veces intercambia posición con su compañero Fernando, también Guardia Civil de su séquito de escoltas, él, Mochi, como lo conocen sus amigos, es su auténtico ángel guardián.
Vicente García-Mochales lleva junto al rey casi dos décadas. Todo ese tiempo juntos les ha permitido estrechar una relación que ya se puede considerar de plena amistad. Es el hombre en quien más confía y de quien depende su protección; el único que con el que sale en todas las fotos de eventos importantes, desde los torneos de Wimbledon y la Fórmula 1 hasta el funeral de la Reina Isabel II.
Estuvo en Botsuana, en el último adiós a Constantino de Grecia y, por supuesto, en mayo de 2022 durante la primera vuelta a España de Juan Carlos tras su exilio en Abu Dabi. Es su fiel escudero, su perro guardián, su lazarillo armado, el más leal de los leales entre el cuerpo de guardaespaldas reales.
"Es uno de sus grandes hombres de confianza", aseguran fuentes cercanas a la familia del propio Mochi, que afirman que por sus venas corre la disciplina castrense. La poca información que dan sobre él señala que es teniente coronel de la Guardia Civil y que parte de sus antepasados pertenece, o perteneció, "al cuerpo militar".
García-Mochales entró de ayudante del rey hacia 2007 en la Unidad de Seguridad de la Casa Real. Como este tipo cargos no suelen desempeñarse durante más de dos años consecutivos, pero él hizo seis, acabó siendo jefe de seguridad del Emérito, en parte por la confianza que le había cogido Juan Carlos y, en parte, por su dilatada trayectoria profesional y experiencia.
Según relató Corinna Larssen en el noveno episodio de su pódcast Corinna y El Rey, Matar a Bambi, Mochi fue uno de los acompañantes del monarca en su desafortunado viaje a Botsuana, donde Juan Carlos I se rompió la cadera. "El Rey se nos muere" fueron, según la versión de Corinna, las palabras de desesperación que le espetó a la amante del monarca tras conocer que Juan Carlos tenía una hemorragia interna. Fue de los primeros que lo asistió; se desvivió por auxiliarlo en uno de sus momentos –personales y profesionales– más duros de su vida.
Cuando el Emérito aún ocupaba la Zarzuela, García-Mochales era jefe de seguridad tanto del rey Juan Carlos como de la reina Sofía. Sin embargo, desde el escándalo fiscal del Emérito y la polémica por las presiones a las que sometió a Corinna Larssen, Mochi fue requerido para trabajar en exclusiva al servicio del Emérito. Juan Carlos le robó a la Casa Real a su Guardia Civil más insigne y se lo llevó consigo a Abu Dabi, donde lo acompaña desde 2020.
Esa debe ser su gran cruz, la losa que le pesa todas las mañanas al despertar. Porque Vicente García-Mochales, más allá de ser 'El Bastón' de Juan Carlos, tiene una familia que cuidar a 8.000 kilómetros de distancia. Pero desde hace tres años –pandemia mediante– Europa le queda demasiado lejos.
De vez en cuando viene a visitar a sus seres queridos, pero como no tiene reemplazo entre los miembros del equipo de seguridad del rey, siempre debe volver. Ha firmado un juramento de sangre. "Un marrón", como dicen fuentes cercanas a Zarzuela, al que se sobrepone gracias a que es un profesional fiel y con valores.
Escudero en Sanxenxo
Vicente García-Mochales es uno de los hombres que ha acompañado a Juan Carlos en los pocos minutos que se ha dejado ver esta semana en Sanxenxo, a donde ha viajado desde Londres para acudir a la regata que se celebrará este fin de semana en la Ría de Pontevedra. Durante la mañana del jueves se le pudo ver en un contexto al que la prensa ya está habituada: pegado al Emérito, siendo su sostén, un bastón humano que servía de sustituto al artificial en momentos de gran debilidad.
A su llegada al Club Náutico de Sanxenxo, el temor a un pequeño resbalón hacía que las decenas de periodistas y curiosos aguantasen la respiración. El Borbón bajaba la escalinata del espigón para dirigirse hacia su Bribón. Cualquier paso en falso habría resultado fatal para un hombre que padece graves problemas de cadera y de rodilla. Pero Mochi, su bastón, estaba ahí, al pie del cañón, y fue quien lo acompañó, junto a otro compañero de su servicio de seguridad, hasta la embarcación, el Bribón, en el que después entrenaría durante casi dos horas y media consecutivas.
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Juan Carlos, recordemos, se encuentra esta semana en Sanxenxo para participar en la II Volvo Autesa Cup, la segunda prueba de la Liga Nacional de 6 Metros que organiza el Real Club Náutico de Sanxenxo (RCNS), cuya competición se desarrollará desde el sábado 22 hasta el domingo 23. Desde la tarde del miércoles se aloja en la casa de su buen amigo Pedro Campos, presidente del club y armador del Bribón, donde previsiblemente residirá, por lo menos, hasta el domingo, aunque quizás extienda dos o tres días más su visita en España para reencontrarse con viejos amigos.