El rey emérito Juan Carlos (85 años) aterrizó el pasado miércoles, día 26 de julio, en el aeropuerto de Vigo, dispuesto a disfrutar del entrenamiento y, posteriormente, de las regatas en Sanxenxo, una de sus grandes pasiones. Pese a sus evidentes problemas de movilidad, el optimismo del padre de Felipe VI (55) se reflejó al día siguiente, cuando llegó al Real Club Náutico en compañía de su íntimo amigo Pedro Campos (73) y de su escolta.
El Emérito, como es tradición y costumbre, lució un look deportivo compuesto de pantalón oscuro, camiseta blanca, chaqueta gris y gorra calada. Se le vio animado, con energía, aunque visiblemente más encorvado y delgado. En esa jornada de entrenamiento y preparación, Juan Carlos lució en su mano izquierda un misterioso anillo del que parece no separarse últimamente.
Sabida es la suerte de obsesión o pasión que siente el que fue jefe del Estado en España por los anillos. Parece tener colección, y los ha llevado en diferentes dedos. Eso sí, siempre en su mano izquierda y, preferiblemente, en su dedo meñique, como se puede demostrar en la hemeroteca.
[Con bastón, encorvado y apoyado en su escolta: los evidentes problemas de movilidad de Juan Carlos]
En este tercer viaje que ha realizado a Galicia desde que en 2020 afincara su residencia en Abu Dabi, Juan Carlos ha lucido, en su dedo corazón, un anillo de color negro y liso.
Lo cierto es que esta alianza, por su singularidad, ha sido destacada por los ojos más avezados. ¿Quién se la ha regalado? ¿Desde cuándo la tiene el Emérito en su poder? ¿Qué historia se esconde tras ella? Demasiadas incógnitas, pero sí que se puede despejar que el marido de la emérita Sofía (84) ya lució este anillo en Ginebra el pasado mes de junio.
En concreto, en el marco de la graduación de su nieta Irene Urdangarin (18). Aquel 16 de junio, el monarca se dejó ver con el mismo anillo en el dedo corazón. Eso sí, a diferencia de estos días en Sanxenxo, Juan Carlos lo combinó entonces con otro plateado en el meñique.
De la predilección de Juan Carlos I por los anillos se ha escrito mucho. Más allá de aquellas piezas que el Emérito ha regalado a su esposa y a familiares y amigos -renglón aparte merece el impresionante anillo del que habló Corinna Larsen (59) en su explosivo pódcast-, a Juan Carlos le apasiona lucir este complemento.
Jaime Peñafiel (91), periodista experto en Casa Real, ya habló de esta cuestión en un artículo titulado Historia del anillo de su dedo meñique.
En ese texto se aclara que Juan Carlos nunca llevó puesto el anillo de casado. Las piezas lustrosas que siempre ha lucido en el dedo meñique de su mano izquierda nada tienen que ver con la alianza matrimonial. Subrayó Peñafiel que esta costumbre es muy habitual en el mundo de los aristócratas y, sobre un anillo en concreto, deslizó que se trató de un regalo que recibió de sus suegros, los reyes Pablo y Federica, con motivo de su boda.
Sea como fuere, Juan Carlos luce varios complementos, y los selecciona a su antojo. Tan pronto sorprende luciendo dos en la misma mano, como uno o ninguno. Por ejemplo, el pasado 1 de junio apareció en la boda de Hussein de Jordania y Rajwa al Saif, en Jordania, con un anillo joya plateado.
Tiempo atrás, en abril, Juan Carlos acudió al palco de Stamford Bridge para ver el fútbol, y lo hizo luciendo también ese complemento joya plateado.
Sin navegar
Después de haber navegado más de dos horas y media el pasado jueves, Juan Carlos I no ha salido al mar este viernes, día 28, en el Bribón.
En la casa de Campos ha pasado el rey emérito su tercer día en España. Allí recibió durante unas horas, entre el mediodía y la tarde, la visita de la tripulación que le acompañará en el Bribón. Con lluvia intermitente por la mañana, el barco en el que navega el rey quedó amarrado en el muelle del Real Club Náutico de Sanxenxo, sin actividad en el mar.
Sí la tendrá, previsiblemente con el emérito a bordo, este sábado a partir de las 14:00 horas, momento en el que se dará el bocinazo de salida al XXIV Trofeo Hotel Carlos I Silgar, 36ª Regata Ruta de Las Islas, que organiza el náutico que preside el propio Pedro Campos.
Se espera cielo nuboso con lluvia escasa a primera hora, nieblas matinales y que el día abra hacia la hora en la que está previsto el inicio de la regata para las embarcaciones 6M, entre las que se encuentra el Bribón.
La idea del Emérito es participar en las mangas de este fin de semana para preparar el Mundial de la categoría 6m que tendrá lugar a finales de agosto en el Reino Unido. La regata de Sanxenxo es la quinta prueba puntuable de la Liga española y en ella también a participan los cruceros, que saldrán a navegar quince minutos antes.
El Bribón lidera la clasificación general con 12 puntos, dos más que el Titia, segundo clasificado, ambos bajo la grímpola del Real Club Náutico de Sanxenxo.