Telmo Martín, un alcalde entre dos aguas preso de las agendas cruzadas de Juan Carlos I y Rajoy

Telmo Martín, un alcalde entre dos aguas preso de las agendas cruzadas de Juan Carlos I y Rajoy

Reportajes

Telmo Martín, el alcalde de Sanxenxo entre dos aguas: no le ‘dejan’ ver a Juan Carlos pero sí a Rajoy

El regidor de Sanxenxo, donde actualmente se encuentra alojado el rey Emérito, se ha dejado ver en un acto de campaña junto al expresidente.

23 abril, 2023 02:14

Telmo Martín es una estrella en Sanxenxo. Sólo hace falta pasar frente a los barracones del Partido Popular en la avenida de León y ver la imagen de su campaña, donde sonríe como en una presentación de una agencia de viajes frente a la puesta de sol mientras se hace un selfieNada é imposible es su lema. En el caso del edil, es cierto. A pesar de que en los últimos veinticinco años ha estado salpicado por algunos escándalos de corrupción, el alcalde de la ciudad preferida del rey Juan Carlos I tiene más vidas que un gato.

Ha sobrevivido a tres legislaturas y media completas, a una acusación de tráfico de influencias y a dos sanciones millonarias: una por cobrar sobrecostes en la tasación de viviendas protegidas con su empresa de construcción, Construcuatro, condena ratificada por el propio Tribunal Supremo, y una segunda, esta vez archivada por la mano mesiánica de Feijóo cuando era presidente de la Xunta de Galicia, por construir un edificio de seis plantas que invadía terreno público en la playa del Silgar.

También se ha enfrentado a 'las malas lenguas' que lo señalaron por haber sido el mayor embajador del Emérito cuando Zarzuela no quería ver al exjefe de Estado en España tras su exilio autoimpuesto en Abu Dabi. Y por haber sido el diputado más rico de España cuando estaba en el Congreso, entre 2011 y 2015, con un patrimonio de 21 millones de euros, y después haber pedido un subsidio 2.800 euros mensuales por ser exdiputado.

Mariano Rajoy y Telmo Martín durante la visita del expresidente a Sanxenxo

Mariano Rajoy y Telmo Martín durante la visita del expresidente a Sanxenxo Ayuntamiento de Sanxenxo Imagen cedida

Telmo, que es como popularmente lo conocen los lugareños del concello gallego, se ha enfrentado a mares embravecidos y domado las olas del escándalo, a diferencia de Juan Carlos I durante su primer día de regata y, en fin, durante sus diez últimos años de vida. Por eso, el próximo 28 de mayo se presenta a la reválida del cargo en la alcaldía y, con suerte, repetirá esa mayoría absoluta, absolutísima, con la que lidera el PP sangenjino como un jeque. A pesar de todas las polémicas que carga a sus espaldas, sigue en pie, incombustible, dispuesto a saltar de nuevo sobre las ascuas sin quemarse.

Es difícil que yerre en su cita con las urnas. El barómetro de la calle lo arropa. Sus hinchas no llevan la cara pintada con la rojigualda ni gritan desde los balcones como al Emérito, pero sí lucen el ribete identificativo de la bandera de España en su muñeca y asienten con una sonrisa al preguntarle por la gestión de al que algunos se refieren como 'el mayor'. Un ejército de chalecos de plumas, el uniforme típico de las de este bastión de los populares gallegos, lo apoya incondicionalmente a pesar de los pesares.

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Resulta fútil caminar por el espigón del Real Club Náutico de Sanxenxo (RCNS), o por los mercados de abastos, o por el vecindario frente a las playas de Nanín, o por cualquier local de hostelería que viva del turismo, y preguntar por alguna opinión negativa sobre Telmo Martínez. Nadie. Y van veinte o treinta personas, de todas las edades. Hombres y mujeres. Peluqueros. Publicistas. Camareros. Antiguos ebanistas. Marineros. Pescaderos. "Como a todos, le gusta el dinero", comenta un conocido suyo, cuya identidad, por precaución, prefiere mantener en el anonimato.

"Claro que lo apoyo. Lo que hay que hacer es echar a estos comunistas que no tienen valores", añade otro votante, citando la ley del sólo sí es sí. "Es una persona que se mueve como pez en el agua y ha hecho mucho por Sanxenxo. Si estamos en el mapa es gracias al Emérito y a Pedro Campos, pero también a nuestro alcalde", suma un tercero. Los únicos que disienten son un grupo de jóvenes republicanos que han sacado la bandera tricolor frente a la playa del Silgar para criticar la presencia del rey y, ya de paso, la del alcalde.

Porque Telmo, más allá de un animal político y un tahúr de los negocios que infló la burbuja inmobiliaria del municipio durante su gobierno entre 1999 y 2006, mantiene también una estrecha relación de amistad con el Emérito. El edil, ya lo contamos el año pasado, es el perfecto cortesano de Juan Carlos I, el que lo recibió durante sus primeras visitas a Sanxenxo para promocionar las regatas y el que lo convenció de que esta tierriña de las Rías Baixas debía ser su segundo hogar. 

El rey Juan Carlos I y Telmo Martín se abrazan durante la visita del primero a Sanxenxo en 2022

El rey Juan Carlos I y Telmo Martín se abrazan durante la visita del primero a Sanxenxo en 2022 Europa Press

"Parece que ha sido un asesino y nosotros no lo vemos así", aseguraba en mayo de 2022, cuando sí tuvo ocasión de posar junto a Juan Carlos I frente a la prensa a su llegada a Sanxenxo. Entonces, ofrecía entrevistas. Este año las rehúye y pide "discreción". "No sé qué más se le puede pedir a una persona que nos ha traído tanto progreso en cuarenta años. Hay un antes y un después en Sanxenxo desde que empezó a venir el Emérito".

La agenda cruzada con Rajoy

Telmo Martín ya tiene el foco puesto en la campaña electoral y quiere jugársela lo menos posible. Por eso, la visita del rey Emérito ha debido escocerle en un momento tan delicado. Prueba de ello es que ni él ha querido ver al rey, ni el rey le ha querido ver a él. O, al menos, eso es lo que sostienen fuentes cercanas al edil, que señalan que la ruptura de su relación ha sido pactada de cara a este viaje. Se encuentra entre dos aguas preso de las agendas de sus amigos.

Juan Carlos I quiere mantener un perfil bajo durante su estancia en casa de su amigo Pedro Campos, armador del Bribón y presidente del RCNS, y exponerse lo mínimo ante los medios, y Telmo Martín no desearía que la oposición utilizase sus fotos con el Emérito en plena campaña electoral ni que Zarzuela le diese un toque de atención por dar publicidad al padre de Felipe VI en plena crisis institucional con la Casa Real.

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La ruptura se ha consumado con la aparición de un tercer 'amante' inesperado con galas de expresidente del Gobierno: Mariano Rajoy. El líder gallego, que tiene una de sus residencias en Sanxenxo, ha sido el invitado estrella de Telmo Martín este sábado. Con alguien importante debía verse para evitar perder protagonismo. A las 10:30, mientras la prensa se resguardaba del aguacero que caía en la Ría de Pontevedra y esperaba, helada, la llegada del Emérito al puerto para subir a bordo de su Bribón y participar en la regata, el alcalde contraprogramaba al exmonarca un acto electoral junto a Rajoy.

Telmo llevaba gorra negra, sudadera y deportivas. Rajoy, una chaqueta y zapatillas de montaña. Ni trajes ni posados pomposos: los dos políticos quedaron para inaugurar las reformas de la Senda do Val de Dorrón, un camino de cuatro kilómetros ida, cuatro kilómetros vuelta, que se sitúa a poco menos de dos minutos de la casa de Pedro Campos, donde se hospeda el exmonarca. ¿Casualidad? En política, nunca. Más bien atrevimiento. La hora estaba escogida al milímetro; el lugar, también.

Mientras la marabunta de micrófonos y cámaras huía de la lluvia, los galleguísimos hacían senderismo y tomaban un piscolabis en el Asador Aserradero junto a amigos y miembros de la lista de la candidatura del PP. Fue inevitable preguntarles por la agenda cruzada. "Cualquier persona que venga a Sanxenxo, ya sea del mundo de los negocios, de la política, de la cultura; nosotros estamos encantados de recibirle. Juan Carlos es una persona más". Todo evasivas. "Yo no me puedo ver con todo el mundo", bromeó, como ei exjefe de Estado fuese un segundón.

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Rajoy, al igual que Telmo, salió en defensa del Emérito aunque tampoco vaya a verlo estos días: "Hay que empezar a normalizarlo. El rey Juan Carlos ha sido una gran figura en la historia del siglo XX. Ha capitaneado el acontecimiento político más importante que hubo en España, que fue la Transición del régimen anterior a uno nuevo. Promovió una Constitución y, bajo su mandato, España entró en la Unión Europea y en el euro".

Tras insistir en su apoyo al monarca, y a pesar de que la estrategia de Telmo Martín parecía ser restarle importancia, el expresidente popular añadió: "Me gustaría que esto no se viera como una cosa rara. Él viene aquí, a una regata, porque lleva regateando toda la vida. Como vecino que soy de Sanxenxo estoy contento de que venga. Lo digo con absoluta franqueza. Hay gente que dirá lo que le apetezca, pero a estas alturas de la vida me trae sin cuidado".

Mariano Rajoy, sin embargo, venía a apoyar a su amigo Telmo, con el que guarda una estrecha relación de amistad –con él más que con el Emérito– y para, además, echar una caminata por una de las sendas más bonitas de la zona. "Yo apoyo a Telmo porque lo conozco desde hace muchísimo tiempo y porque creo que es un magnífico alcalde. Llevo aquí más de 50 años y es increíble las horas que le dedica, el tiempo; a mí me parece justo que la gente que le ha dado su confianza en otras ocasiones se la vuelva a dar ahora. Y si esto sirve de apoyo, yo encantado de apoyarle".

Telmo, el alcalde del municipio preferido de la jet set y líder del feudo castizo de los populares que acoge a reyes, presidentes y magnates, continúa su campaña electoral rehuyendo a la prensa y al Emérito, ya sea porque no quiere o porque no le 'dejan', y se encuentra inmerso en la ardua tarea de reforzar sus vínculos locales con amigos y conocidos de cara a una campaña electoral en la que Juan Carlos I no está invitado.