Un agente motorizado de la Policía Nacional acompaña a un cartero durante el reparto del voto por correo en Melilla.

Un agente motorizado de la Policía Nacional acompaña a un cartero durante el reparto del voto por correo en Melilla. El Español

Reportajes

Encapuchados, en 4x4 y al asalto del cartero: así roban las mafias el voto por correo en Melilla

Atraídos por las sospechas de compraventa de votos en la ciudad autónoma, los delincuentes salen a robar documentación para sacar tajada.

19 mayo, 2023 03:06

El 8 de mayo, una funcionaria de Correos de Melilla se disponía a repartir la documentación del voto por correo a varias direcciones de la ciudad. Cargó los sobres marrones con las papeletas en el baúl de su moto y salió de la oficina. Algunos de ellos, los que iba a entregar primero, los guardó en una carpeta para tenerlos a mano y así agilizar el reparto. Entre las 7 y las 8 de la tarde, cuando circulaba por la Carretera de la Vía Láctea a la altura del peligroso barrio melillense de la Cañada de la Muerte, un vehículo 4x4 con los cristales tintados le salió al paso.

“El vehículo se cruzó en la carretera, no tenía placa de matrícula de identificación e iba con los cristales tintados. Salieron dos hombres con la cara cubierta. Uno llevaba un pasamontañas y, el otro, una especie de trapo. La cartera sólo vio a uno, que se le acercó de frente. El otro, se aproximó a ella por detrás sin ser visto y, sujetándola, el primero le sustrajo la carpeta donde había 10 sobres de voto por correo”, dice un compañero de la funcionaria asaltada a EL ESPAÑOL, después de que esta le relatara lo ocurrido.

La moto cayó al suelo y los asaltantes se dieron a la fuga tras el revuelo que crearon los vecinos por los gritos de la repartidora. La cartera sufrió varias lesiones leves por el forcejeo y fue al hospital, de donde salió con un parte con el que puso una denuncia ante la Policía Nacional.

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Aquella misma tarde del lunes 8 de mayo, se vivieron otros tres episodios parecidos en Melilla, aunque de menor intensidad: otro cartero denunció un hurto en su moto, aparcada en la calle Bustamante mientras repartía la documentación del voto por correo. Alguien había forzado el baúl y se había llevado los sobres. Otros dos funcionarios fueron acosados por una turba que pretendía hacerse con su correo, con tono amenazante y actitud agresiva en las zonas de Las Palmeras y Averroes. Tuvieron que salir por piernas.

Estos incidentes tienen relación con un escándalo cuyo alcance todavía investigan los juzgados de Melilla: una supuesta red de compra de votos por correo en la que estarían implicadas medio centenar de personas, las cuales habrían ofrecido hasta 150 euros por cada voto para las elecciones del 28 de mayo. Hasta 10.000 sobres con papeletas solicitados por votantes de la ciudad autónoma están bajo sospecha de fraude.

Algunas capturas de chats de WhatsApp que han circulado en redes sociales describen el ‘modus operandi’ de la red: los intermediarios piden a una persona con derecho a sufragio que se dirija a Correos a solicitar el voto por correo y, una vez que reciba el sobre en casa con las papeletas, lo entregue cerrado a cambio de una cantidad de dinero. De esta forma, el voto vuelve a Correos con la papeleta marcada a conveniencia del comprador, quien, a su vez, estaría vinculado a funcionarios y partidos políticos.

Llamados por la suculenta recompensa que tienen los sobres con las papeletas, algunos delincuentes comunes salieron hace 10 días a la caza del cartero para vender una mercancía que en Melilla se paga a precio de oro. “Son delincuentes comunes no vinculados a la red, que luego tratan de contactar con ésta para vender los sobres, pensando que pueden sacar dinero rápido”, indican fuentes policiales a este periódico.

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Pese a los asaltos, el esfuerzo de los ladrones de votos es en vano: todos los sobres robados a los carteros se anulan inmediatamente después de la denuncia y, quien presente un voto por correo de un sobre sustraído, es detenido inmediatamente. 

Es como robar un móvil. A la que desaparece, el usuario lo desactiva y el aparato no sirve. Y, cuando se intenta revender, se le puede cazar”, dicen las fuentes policiales. De hecho, en las elecciones autonómicas y municipales de 2019, un individuo fue detenido al presentar un voto por correo robado a un repartidor de Correos.

Escolta policial

Los cuatro incidentes del día 8 pusieron en alerta a los trabajadores de Correos, a la Policía Nacional y a la Guardia Civil. El día 9 de mayo, Correos decidió suspender el reparto de documentación electoral y organizar a sus carteros en binomios para reforzar su seguridad. “Esto no quita que no te asalten, pero vas con más seguridad”, dice, por su parte, Juan Diego Román, secretario provincial de Comisiones Obreras en Correos de Melilla.

Aquel día no se registraron incidentes. “Parece que los ladrones se enteran por el boca a boca de cuándo un cartero va con sobres para el voto por Correo y cuándo no. Son sobres muy característicos”, dice el representante sindical.

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El día 10, Correos reanudó su trabajo para repartir la documentación, pero esta vez, con binomios y escolta policial, como acordó la Delegación del Gobierno en Melilla tras los primeros incidentes. “Decidimos poner un agente a cada cartero, además de presencia policial en las oficinas de Correos y en los pasos fronterizos para evitar que pudieran salir votos robados a la Península”, aseguran fuentes del órgano estatal a EL ESPAÑOL.

Pese a la introducción de las escoltas, el día 10 por la tarde se registró un nuevo incidente: un cartero que no llevaba protección policial, por razones aún desconocidas, sufrió un nuevo asalto en la zona de Averroes de la ciudad. Según las fuentes de Correos consultadas por este periódico, el funcionario llevaba la documentación en una saca, de tal forma que no se veía qué había en su interior. Aún así, un hombre igualmente encapuchado y ataviado con una gorra se le acercó y le dio un tirón para llevársela. El cartero forcejeó con él y finalmente cedió cuando el asaltante hizo el gesto de ponerse la mano en el bolsillo, como si portara un arma.

“Nosotros custodiamos la correspondencia, pero nadie nos custodia a nosotros. Como trabajadores, sólo queremos trabajar tranquilos y seguros”, lamenta Román, que agradece que la Delegación del Gobierno tomara cartas en el asunto. 

Desde este último incidente, y con las escoltas de la Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Local, no se han vuelto a registrar nuevos asaltos o hurtos. También se ha puesto a operar un dron de vigilancia para aquellos carteros que, por la limitación del personal policial, no puedan ir siempre acompañados.

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“De hurtos a asaltos”

Los incidentes vividos en Melilla contra los carteros no son nuevos. En sendas elecciones de 2015 y 2019, se registraron otros hechos parecidos, aunque no con la gravedad que se han vivido en la víspera de las elecciones del próximo 28 de mayo. “No es la primera vez que pasa”, explica Román. “En 2015 y 2019 se produjeron robos de documentación electoral en la misma zona de la Cañada de la Muerte, pero nunca fueron con asalto”, dice el representante sindical.

“En ambas ocasiones, también hubo escolta policial pero sólo fue necesaria durante uno o dos días, porque solemos concentrar el reparto de estos sobres para que salgan a la calle lo antes posible. Sin embargo, este año, el volumen de voto por correo ha sido especialmente llamativo”, explica Román. “Hemos pasado del hurto al asalto”.

Las solicitudes de voto por Correo en Melilla han aumentado de 4.000 en 2019 a casi 10.000 peticiones este año sobre un censo de 55.000 electores. Esto supone el 17,95% del censo, nueve veces más que la media nacional. Se prevé que la cifra alcance el 20% este jueves, cuando finaliza la solicitud del voto por correo. 

Son estos inusuales porcentajes los que, junto a los asaltos y hurtos a carteros en los primeros días del reparto, pusieron en alerta a las autoridades sobre el posible fraude electoral. 

Las principales sospechas se dirigen al partido que gobierna en la ciudad autónoma desde los anteriores comicios, Coalición por Melilla, el cual ha pedido que se suspendan las elecciones por el supuesto fraude. Esto ha provocado una oleada de críticas de los demás partidos, los cuales han acusado a la formación en el Gobierno de querer ganar tiempo.

Las largas colas de ciudadanos en la oficina de Correos de Melilla para solicitar el voto de los últimos días han desaparecido este jueves, después de que la Junta Electoral de Zona (JEZ) acordara exigir a los votantes por correo que se identifiquen a la hora de enviar su voto a la mesa electoral.

Las largas colas de ciudadanos en la oficina de Correos de Melilla para solicitar el voto de los últimos días han desaparecido este jueves, después de que la Junta Electoral de Zona (JEZ) acordara exigir a los votantes por correo que se identifiquen a la hora de enviar su voto a la mesa electoral. EFE

Además, Coalición por Melilla ha sido el único partido de la ciudad que se ha mostrado en contra de la medida adoptada este jueves por la Junta Electoral de Zona, de acordar que los votantes por correo se identifiquen a la hora de depositar su voto en la Oficina de Correos de Melilla, atendiendo así a una petición de PP, Podemos y Vox. Es decir, tendrán que llevar personalmente el sobre con su papeleta a Correos y presentar el DNI para evitar un fraude.

En 2008, dos miembros del PSOE de Melilla fueron condenados a dos años de cárcel y 30 meses de inhabilitación por delito de falsedad y dos delitos electorales en el denominado caso ‘voto por correo’.