Una pelea de gallos en Canarias.

Una pelea de gallos en Canarias. Federación Gallística Canaria

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José, 'rey' de las peleas de gallos legales en Canarias: “Si Belarra las prohíbe, el animal desaparece"

Desde Canarias, donde las peleas aún son legales, aseguran que la nueva ley acabará con la especie del gallo combatiente español.

7 agosto, 2022 02:29

La pasión de José Luis por los gallos se remonta a su niñez. Se han cumplido ya más de 50 años desde que comenzó a dedicarse a la cría de estos animales. A diferencia de otras tradiciones, que pasan de generación en generación, su amor por los gallos no fue cosa de antepasados sino de los paseos que daba de pequeño por las plataneras de La Palma, donde podía disfrutar cada día de la presencia de gallos sueltos en las fincas. “Yo los veía y a mí me encantaban”, cuenta a EL ESPAÑOL. Sin duda, el punto de partida de una actividad que, a día de hoy, continúa desarrollando habitualmente en la isla que le vio nacer. 

Todo comenzó cuando un familiar suyo le hizo entrega de un gallo para que comenzara su proceso de crianza. En ese preciso momento y de forma completamente inesperada, José Luis inició sus andadas en el sector de la cría del gallo combatiente español. Una especie que, tal y como él mismo asegura, tiene como única finalidad la competición. “Es un animal que no vale para otra cosa. No vale para huevos, para carne, no tiene otra finalidad. Es como un caballo de carrera”, explica a EL ESPAÑOL. Por ello, considera imprescindible que las peleas de gallos continuen vigentes con el objetivo de preservar la especie. “Si no fuera por la competición quién se iba a gastar su dinero en tener unas buenas instalaciones y en buscar los mejores ejemplares. Si desaparece el fin desaparece el animal”.

A día de hoy, Canarias es, junto con Andalucía, los dos únicos territorios donde las peleas de gallos continúan siendo legales gracias a las leyes autonómicas existentes en materia de protección animal. Sin embargo, con la reciente aprobación en segunda vuelta de la Ley de Bienestar Animal por parte del Consejo de Ministros, las peleas de gallos podrían tener los días contados. La “luz verde” a esta normativa ya está comenzando a recibir las primeras críticas por parte de algunos profesionales de los sectores afectados. En el caso de José Luis, considera que la nueva ley supondrá la extinción de la especie, el fin de una tradición con más de 300 años de historia en el archipiélago y consecuencias económicas negativas para todos aquellos que forman parte del sector. 

José Luis haciendo entrega de un trofeo de reconocimiento para las mujeres dedicadas a la cría de gallos.

José Luis haciendo entrega de un trofeo de reconocimiento para las mujeres dedicadas a la cría de gallos.

La Ley de Protección de los Animales de 1991 es la que permite que, a día de hoy, las peleas de gallos todavía se celebren en Canarias. Una regulación clara y pública que se ha ido adaptando y actualizando en función de los cambios en la sociedad. Para ello, ha sido imprescindible durante este tiempo la labor de la Federación Gallística Canaria, un órgano presidido por el propio José Luis. Los combates solo pueden durar un máximo de 10 minutos y no están permitidas ni las apuestas ni la manipulación genética de los propios gallos. “Lo único que puedes hacer es el entrenamiento físico. No puedes manipular a un animal para que pelee. Si un gallo no quiere pelear no va a pelear. Tú sólo puedes hacer que ese animalito cuando vaya allí vaya al 100% de sus posibilidades”, explica a este medio. 

Las cosas han cambiado, asegura. Ahora, tan solo entre un 5% y un 10% de los gallos acaban muriendo en los combates. Los principales motivos son las nuevas reglas que se han ido incorporando y que han evitado que, tal y como ocurría antes, no se apartara a un gallo de una pelea aún sabiendo que iba a perder. “Solo puedes subir a recoger al gallo cuando termina y todo está hecho para evitar el apasionamiento que ocurría de que a lo mejor piensas que tu gallo puede ganar cuando solo lo piensas tú. Tu ceguera te impide ver y ahí hay que quitarlo, darle al otro ganador y ya está”, asegura.

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Un recinto donde se celebran peleas de gallos en Canarias.

Un recinto donde se celebran peleas de gallos en Canarias.

Sin embargo, dicha regulación podría llegar a su fin en un futuro próximo a causa de la nueva normativa propuesta por el Gobierno. Para los canarios dedicados a la cría de gallos combatientes españoles se trata de una medida que supondría el fin de toda una tradición cultural. “En Canarias son 300 años de historia. En épocas no tan lejanas la sociedad iba los domingos al fútbol o a los gallos después de misa.  Se puede compartir o no, pero está ahí y no podemos borrarlo de un plumazo”, lamenta José Luis. 

Una decisión “disparatada” que no solo acabaría con una tradición, sino que también provocaría la extinción de la especie. “No se puede decir que esto va a ser bienestar animal cuando estás promoviendo la extinción de determinadas razas. A los gallos quieren eliminarlos del mapa, pero, ¿del resto qué me dices? ¿Dónde está la libertad de que tú tengas un animal y tengas que tenerlo castrado?”, critica. Además, la prohibición afectaría de forma directa a cientos de personas que se dedican a este sector. No repercutiría sólo sobre los criadores, sino también sobre todos aquellos profesionales que engloban dicha actividad. Es el caso de las empresas dedicadas exclusivamente a la producción de alimento para este tipo de gallos, la asistencia veterinaria de las galleras o incluso los empleados que están contratados para la vigilancia y cuidados en las fincas. 

José Luis durante una de las peleas de gallos.

José Luis durante una de las peleas de gallos.

Y es que, una gran parte del sector se ha ido viendo perjudicada con el paso del tiempo por las nuevas normativas. Antes, la exportación de gallos a países de Latinoamérica era la principal fuente de ingresos para muchos habitantes españoles, sobre todo peninsulares. Sin embargo, tras la prohibición de las peleas de gallos en la mayoría de las comunidades autónomas de nuestro país, la exportación se ha convertido en una actividad casi imposible de desarrollar. “Cada vez la actividad la han ido arrinconando más, aunque sea legal, y ahora se le quiere dar la puntilla. Cada vez hay menos explotaciones ganaderas. Esa empresa que ahora tiene 5 o 6 trabajadores, si no cierra se quedará con el propietario y lo defenderá hasta que pueda”, lamenta. 

Para José Luis, una ley promulgada por aquellos a los que no les importan realmente los animales. “Cuando he tenido ocasión de coincidir con algún animalista le he invitado a que venga a un criadero y jamás lo he conseguido. Si llegara a la opinión pública la cantidad de mentiras que dicen, esto se les caería. No les interesa que salga a la luz y no les interesan los animales”, apunta. 

Uno de los gallos de José Luis.

Uno de los gallos de José Luis.

Una raza diferente

A los gallos combatientes españoles se les entrena desde que son polluelos. Se trata de una especie muy difícil de criar por su propia idiosincrasia. De hecho, el propio José Luis afirma que sin la actividad del ser humano, el animal se acabaría extinguiendo. “Al ser un animal tan territorial, cuando un macho oiga el canto de otro, más tarde o más temprano se van a juntar y se van a pelear”, cuenta. "Por ello, sin los humanos, no habría quien los curara o evitara las peleas”.

Por ello, históricamente, han sido utilizados para las riñas. Son alimentados con alrededor de 70 gramos de mezcla al día y se les somete a ciertos entrenamientos físicos para convertirlos en los más sanos y vigorosos del territorio. “Hay que preocuparse desde que tú pones una pareja para sacar pollitos que estén sanos, desparasitados, bien alimentados y vigorosos”, cuenta. 

En el sector consideran estos combates como una acción necesaria para poder seleccionar y mantener la raza y catacterísticas de los mejore ejemplares. “Al final, lo que es la pelea es una prueba donde tu seleccionas los mejores ejemplares para mejorar la genética y teniendo una raza lo más vigorosa para tener campeones”.

Entrada a uno de los campeonatos de peleas de gallos que se celebran en Canarias.

Entrada a uno de los campeonatos de peleas de gallos que se celebran en Canarias.

José Luis considera a los gallos auténticos atletas desde antes de su nacimiento y asegura que cuentan con unas cualidades muy específicas y diferentes al resto. “El gallo combatiente tiene algo diferente al resto de los gallos. Hemos contactado con universidades para ofrecerles que estudien los ejemplares y que vean por qué tiene esa resistencia al dolor, esa resistencia al combate y esa la coagulación de la sangre cuando hay heridas”, cuenta el propio José Luis a este periódico. 

Por ello, desde las galleras canarias consideran disparatada la decisión de prohibir dichas peleas, lo que supondría el fin definitivo de la especie. Una cuestión de “respeto y libertad” que tiene que ser atajada con regulación y no con prohibiciones. “Las prohibiciones no resuelven nada. De ahí viene el problema de las peleas ilegales. Eso no es la verdadera realidad. Eso te lo venden como lo malo, pero esa gente no está bajo el paraguas de la Federación”, explica. Por ello, desde la Federación Gallística Canaria se muestran a favor de combatir y crear caminos para mejorar el bienestar de los animales. Eso sí, no desde la línea que se propone desde el Gobierno.