Alfonso Fernández Mañueco junto a sus padres y de niño, cuando era portero de fútbol sala.

Alfonso Fernández Mañueco junto a sus padres y de niño, cuando era portero de fútbol sala. Cedidas

Reportajes ELECCIONES ANTICIPADAS

Mañueco, el hijo de alcalde franquista y portero de fútbol sala golpeado por la tragedia familiar

El presidente de Castilla y León perdió a tres hermanos. Sus colaboradores le describen como un "hombre familiar y comprometido con sus ideales".

26 diciembre, 2021 06:54

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“Hola, Paco, que sepas que estás cesado tú, todos los consejeros de Ciudadanos y voy a convocar elecciones, me habría gustado que fuera de otra manera, pero es lo mejor para la comunidad”.  Fue la escueta pero fulminante frase que pronunció Alfonso Fernández Mañueco (Salamanca, 29 de abril de 1965) al teléfono en la mañana del pasado lunes. Su interlocutor no era otro que Francisco -Paco- Igea, hasta ese mismo momento, su vicepresidente y socio de Gobierno en la Junta de Castilla y León. 

La llamada se produjo nada más salir Igea del programa de radio de Carlos Alsina, en el cual se enteró, en directo y sin paliativos, de que el presidente ‘popular’ de la Comunidad había convocado, en un tuit a las 9:01 de la mañana, elecciones anticipadas para el 13 de febrero de 2022. 

Mañueco siempre había prometido que agotaría la legislatura. Pero a lo largo del fin de semana, algo sucedió. Según comentan fuentes no oficiales del PP en Madrid a este periódico, “es una estrategia de Teodoro [García Egea] para reforzar al PP en Castilla y León y apuntalar el liderazgo de Pablo Casado”. 

Alfonso Fernández Mañueco junto a su mujer Fina, en la celebración por la Eurocopa de Austria y Suiza en 2008.

Alfonso Fernández Mañueco junto a su mujer Fina, en la celebración por la Eurocopa de Austria y Suiza en 2008. Cedida

El presidente de la Junta, por su parte, justificó su decisión en una supuesta “deslealtad” de Ciudadanos al pactar con Por Ávila parte de los Presupuestos de 2022 sin su conocimiento, y por el riesgo a una moción de censura liderada por Ciudadanos con el PSOE, Podemos y otros partidos. Era un guion parecido a lo que sucedió en Murcia en mayo.

Sea por una intervención de Génova o por los motivos que esgrimió él mismo, Mañueco se ha convertido -voluntaria o involuntariamente- en el protagonista político al cierre del año. Un hombre acostumbrado a la política municipal y regional, ha entrado de lleno en el tablero nacional. Y no ha sorprendido. Al menos, a su ahora exsocio Igea, quien define a Mañueco, en conversación con este periódico, como algo “cobardón”.

“Es un tipo afable y tranquilo pero, digamos que muy poco osado. Me esperaba que saliera con eso”, dice Igea al teléfono sobre la convocatoria anticipada de elecciones. Para el líder de Ciudadanos en Castilla y León, el presidente de la Junta “ha vendido algo que nadie se cree y no ha dicho la verdad”. Y, de cara a las nuevas elecciones, advierte: “Ha salido a jugar, pero aquí somos castellanos viejos con los que no se juega. No somos tabernarios, no funciona lo mismo aquí que en Madrid. Él no es Ayuso”.

La relación de Igea y Mañueco comenzó con el pacto de Gobierno que se fraguó entre PP y Ciudadanos tras las elecciones de mayo de 2019, y terminó el pasado 20 de diciembre. Fue siempre un matrimonio de conveniencia. Sin sexo. El propio Igea así lo reconoce: “Nuestra relación era cordial, pero nunca he llegado a tratar con él de una forma más personal. Se limitaba a lo político y a la cena de Navidad”.

El hijo del alcalde

Quienes le conocen más, hablan de Mañueco como alguien con un compromiso vital con su partido y con Castilla y León. No en vano, milita en las filas del PP desde que tiene 18 años, momento en que se afilió a Nuevas Generaciones, y lleva la política en la sangre: su padre fue Marcelo Fernández Nieto, alcalde de Salamanca entre 1969 y 1971, el cual tiene también una calle dedicada en la ciudad.

Su padre nació en Mazariegos de Campos (Palencia) en 1915 e ingresó de joven en un convento como fraile dominico. Colgó los hábitos y militó en el requeté dentro del bando sublevado durante la Guerra Civil. Una vez terminado el conflicto, fue miembro de Falange y apoyó abiertamente al régimen de Franco, del cual se definió como “un adicto en todo”.

Además de alcalde, el padre del actual presidente fue magistrado juez de Salamanca, abogado, procurador en las Cortes (1967-1977) y gobernador civil de Zamora. Se casó con Pilar Mañueco Bocos, que fue ama de casa, y tuvieron siete hijos: el propio Alfonso -el menor-, Celia, Pilar, Francisco, José María, María Loreto y María Jesús

Las dos últimas y Francisco fallecieron en un intervalo muy corto de tiempo: una de ellas en 2014 y su hermano en 2016. Estas pérdidas se juntaron a la de su madre, que murió en enero de 2015. Su padre lo hizo en 1999. Así, la vida de Mañueco ha estado marcada por la tragedia. “Han sido los momentos más difíciles de su vida y prefiere no hablar de ellos”, dice a este periódico una persona de su entorno. Siguiendo el criterio del presidente, las fuentes consultadas no quieren ahondar en este asunto y se limitan a explicar que esas muertes no tienen relación entre sí y que fueron por enfermedad.  

Vestido con los colores de la Selección Española de Fútbol, cuando era portero de fútbol sala.

Vestido con los colores de la Selección Española de Fútbol, cuando era portero de fútbol sala. Cedida

Con sus hermanos, Mañueco se crió en un hogar conservador en un piso en el centro de Salamanca, y entre la pasión por el fútbol y una ferviente afición por los toros. De pequeño jugó como portero de fútbol sala en varios equipos locales hasta que colgó los guantes en 1991, cuando hizo la mili.

Es seguidor desde siempre del Real Madrid y de la extinta Unión Deportiva Salamanca, de la que su hermano José María fue presidente. Aún hoy, según quienes le conocen, se sabe de memoria las alineaciones históricas del equipo charro y frecuentaba en estadio cada vez que tenía la oportunidad. En la actualidad, Mañueco limita su actividad deportiva a “dar largos paseos” y a la bicicleta estática en casa, de vez en cuando. Su afición por los toros se la transmitió su padre, y su matador predilecto es el salmantino Santiago Martín “El Viti”.

Estudió en el colegio Francisco de Vitoria y, después de su entrada en Nuevas Generaciones, cursó Derecho en la Universidad de Salamanca. Allí fundó la Asociación de Estudiantes de la Universidad de Salamanca (AEUS). Con 20 años, en 1985, fue su primer presidente. 

Durante la universidad compaginó sus estudios con el servicio militar en el acuartelamiento de Julián Sánchez ‘El Charro’, de la Brigada de Caballería Jarama número 1, en el batallón de Ingenieros. Luego, se diplomó en la Escuela de Práctica Jurídica de Salamanca e hizo prácticas en el bufete familiar. 

Sin embargo, su carrera en el ámbito privado apenas duró. En aquel momento también hizo prácticas en el grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de la ciudad, partido al que quedó vinculado hasta hoy.

Carrera política

En 1993 arrancó su verdadera carrera política: fue elegido Secretario del PP de Salamanca. En 1995 entró como concejal en el Ayuntamiento y en la Diputación como vicepresidente. Al cabo de un año fue nombrado presidente de la institución provincial. Más tarde, en 2001 fue designado Consejero de Presidencia y Administración Territorial de la Junta de Castilla y León. 

Dos años después, en 2003, fue elegido Procurador en las Cortes de la comunidad y, en 2007, nombrado Consejero de Interior y Justicia de la Junta. Ocupó igualmente varios cargos en el partido hasta que, en 2011 ganó las elecciones a alcalde de Salamanca. Se mantuvo en el cargo hasta 2018, cuando concurrió a las autonómicas de 2019, aparentemente, bendecido por María Dolores de Cospedal y por su predecesor en el cargo, Juan Vicente Herrera.

“En su etapa como alcalde apostó mucho por la ciudad. Defendió el hospital y tuvo un marcado empeño por la recuperación del patrimonio, así como por transformar a Salamanca en una ciudad más humana. Él siempre ha hablado del ‘urbanismo de lo cotidiano’ para referirse a su intención de hacer la ciudad a la medida de quienes la habitan. Rebajó los bordillos, puso árboles, parques….”, dice una de sus más estrechas colaboradoras a EL ESPAÑOL.

Junto a Felipe VI durante su visita a Soria en 2020, tras los meses más duros de la pandemia.

Junto a Felipe VI durante su visita a Soria en 2020, tras los meses más duros de la pandemia. Cedida

Mañueco es un profesional de la política. Siempre ha vivido de ella, pero también para ella. Su visión sobre el trabajo, según la misma colaboradora, se concentra en una fotografía que preside su despacho: en ella aparece un niño que ondea alegremente una banderita española y saluda al Rey Felipe VI durante la visita del monarca a Soria el 15 de julio de 2020, siendo Mañueco el testigo principal de la escena. "Se trata de un momento de esperanza" -dice la fuente- justo después de los meses más duros de la pandemia.

Su pensamiento ha sido influenciado por autores como José Antonio Marina, Luis Rojas Marcos o André Glucksmann y, entre sus referentes políticos se encuentra Nicolas Sarkozy y su concepto de  “la Francia de corazón”.

Por otro lado, como presidente autonómico tiene un salario de 74.857,92€ y no se conoce que tenga negocios particulares o propiedades más allá del piso en el centro, en el cual siempre ha vivido con su familia. Al ser nombrado presidente autonómico, no cambió su residencia a Valladolid, sede del Gobierno regional. “Siempre ha vivido en Salamanca y no se ve en ningún otro lugar”, dicen desde su entorno.

Un hombre familiar

Entre tanto, en 1996 se casó en La Clerecía de Salamanca con Fina, su novia de toda la vida, que ejerce como funcionaria. Se conocieron en la facultad de Derecho, después de que los presentara un amigo en común. Con Fina tiene dos hijas, Ana y María Loreto, cuyo nombre es en memoria de una de sus hermanas fallecidas. Una de ellas es recién licenciada y la otra aún continúa sus estudios universitarios.  

“Es un hombre muy familiar, el poco tiempo libre que tiene le gusta pasarlo con su familia”, dice una fuente de su entorno. “Tanto es así que su perfil de Whatsapp de su móvil del trabajo tiene una foto de su familia”, prosigue.

Mañueco veranea siempre en el sur de España y, cuando puede, durante el año, se escapa el campo. “Lo conoce bien. Su familia política es de campo, son agricultores”, señala la misma fuente. Desde que fue nombrado consejero, recorre más de 100.000 kilómetros por toda la comunidad todos los años.

Fernándea Mañueco saluda a 'El Viti', su torero predilecto.

Fernándea Mañueco saluda a 'El Viti', su torero predilecto. Cedida

Pero más que el campo, le gusta la arquitectura urbana y hacer de guía de Salamanca. Por otro lado, es un ávido lector y también amante del cine y de la música. Los últimos libros que ha leído son Castellano, de Lorenzo Silva, y Política para adultos, de Mariano Rajoy. Sus cineastas de referencia son Trueba, Berlanga y Clint Eastwood y, entre sus series favoritas, se encuentra El ala oeste de la Casa Blanca. “Le gusta mucho ver series con sus hijas”, dice su colaboradora.

En cuanto a sus gustos musicales, estos van desde Los Rodríguez a Los Secretos, pasando por Nacha Pop, Mecano, Hombres G, Amaral, Tequila, La Unión, Alaska y Dinarama, Radio Futura y un largo etcétera.

Su familiaridad la extiende también al trato profesional, según sus colaboradores: “Es un hombre cercano y atento. Es muy fácil trabajar con él y siempre está disponible, a cualquier hora, cualquier día del año. Está mal que lo diga yo, pero es que es así”, dice una de las fuentes consultadas, que lleva 10 años a su lado. 

Asimismo, describe un carácter que contrasta con el que definía Igea, porque dice que Mañueco es “valiente” cuando se trata de ser coherente con sus ideales. El político salmantino no tiene más aspiraciones que seguir al frente de la Junta un nuevo mandato y, luego, seguir vinculado con su tierra y con su ciudad. “Su ambición no es otra que lo mejor para Castilla y León y para España”, concluye la colaboradora.

El próximo 13 de febrero tiene el reto de revalidar su victoria electoral, pero ya no de la mano de Ciudadanos, sino de la España vaciada.