Kapital, la Meca de la fiesta en Madrid: de checa republicana a mejor discoteca del mundo
La discoteca más grande de la ciudad de Madrid, de siete plantas, se ha vuelto a meter en la lista de los mejores clubes del mundo.
31 diciembre, 2019 02:35Noticias relacionadas
Madrid es Cibeles, la Puerta del Sol, la de Alcalá, el Prado… y Kapital. La discoteca más grande y exclusiva de la ciudad cumple 25 años y lo ha hecho celebrando un hito: ha sido incluida en el ranking de los mejores clubes y salas de fiestas del mundo. En el The World’s 100 Best Clubs’ 2019. La icónica discoteca de 7 plantas del barrio de Atocha está de festejos. Y no ha sido la única alegría para el grupo empresarial que gestiona la discoteca: las otras salas de la compañía, Fabrik (En Humanes, la mayor discoteca de la comunidad) y Lick (Algarve, Portugal) también se encuentran dentro de esta lista.
2019 ha sido un año de efemérides y constantes celebraciones para la discoteca. A saber: el edificio de 7 alturas que la alberga fue construido en 1919, hace ahora 100 años, por un discípulo de Gustav Eiffel. 50 años después, este edificio, que había sido el Cine San Carlos, un teatro y hasta una checa del gobierno republicano durante la Guerra Civil, se convirtió en una discoteca llamada Titanic. Y hace 25 cambió el nombre a Kapital, bajo la misma dirección. Cambió el nombre, el concepto y la forma de entender un espacio de ocio nocturno. Todo aniversarios redondos en un año donde se ha coronado dentro del universo mundial de clubes.
En el corazón de Madrid, en el barrio de Atocha, se ubica Kapital. Se encuentra en medio del denominado Triángulo del Arte, que el Museo del Prado, el Reina Sofía y el Thyssen. Kapital, para muchos, otro museo más; el de la fiesta y la vida nocturna madrileña. Para los de dentro y para los de fuera. “Tú ves a un turista por Madrid y es habitual que te acabe preguntando: “Excuse me, Kapital?””, ilustra Richi Castellanos, uno de los relaciones públicas más conocidos de la sala.
Atocha es una ubicación extraña para una discoteca tan grande. Un coloso de estas dimensiones suele estar situado en el extrarradio. Además, Kapital tiene la entrada más cara de toda la ciudad, con un precio medio de entrada de 20 euros. Y su concepto se emparenta más con la fiesta de Ibiza, con espectáculos en vivo, que con la del resto de Madrid. Con el hándicap de que en Ibiza este tipo de locales son parte del reclamo para que vaya la gente. Que Ibiza es la capital mundial de la fiesta y Madrid no. A pesar de ello, ha cumplido un cuarto de siglo en la cima. ¿Cuál es el secreto?
El manager general, David de las Heras, da su versión: “En Kapital ofrecemos experiencias; es una noche mágica. Se podría decir que Kapital fue la primera sala de España en aplicar el marketing empresarial al negocio del ocio nocturno. En aplicar el concepto de club a un local de 7 plantas. No es un lugar donde se pinche música y se sirvan copas. Ofrecemos otra cosa. Desde uno de los bares de cocktails más selecto de Madrid hasta un karaoke; restaurante, espectáculos, performance, música en vivo..."
... y privacidad, que esa es otra de las claves. Porque Kapital es famoseo. "Es muy importante dado el perfil de clientes que tenemos. Hay mucha gente que quiere disfrutar sin ser visto ni molestado; por eso contratan palcos privados. En esos casos activamos un protocolo para recoger a la persona en el parking y que vaya directamente a su palco, con su propio camarero y equipo de seguridad”.
Nadal no entró
Es una de las claves. Kapital es uno de los sitios fijos de fiesta para las celebridades que pasan por Madrid. Futbolistas, cantantes, actores… Por sus salas se hacen fotos Robert De Niro, Jean Claude Van Damme, la familia real británica o los deportistas más célebres del mundo. Entre ellos Rafa Nadal, que “cuando empezaba a venir lo hacía con tenistas mayores que él, como Fernando Verdasco. Eso hizo que alguna vez no se le permitiese la entrada porque todavía no tenía la edad”, recuerda Manolo Martín, el jefe de hostelería. Un ejemplo de longevidad en el negocio: empezó a trabajar en la casa como ascensorista y ahora es una de las piezas clave del engranaje.
En la planta baja está la entrada y la pista principal. La primera es una suerte de reservados privados. En el segundo piso hay un karaoke. El tercero se llama “The Apartment” y es donde se pincha el funky y el R&B. En la cuarta planta s encuentra el bar de cócteles, en la quinta se pincha música latina. En la sexta hay un lounge y en el ático hay una terraza con una pizzería. Una pequeña ciudad en el corazón de Madrid.
Más seguridad que un hospital
Para que una discoteca tan grande y con una oferta tan variada funcione durante 25 años como el primer día, es necesario afrontar cada noche como una obra de teatro. Tener al equipo concentrado y enchufado. Cerca de 200 personas, entre camareros, personal de seguridad, de limpieza, técnico de sonido, relaciones públicas que tiene que afinar como una orquesta para que las cosas no se vayan de madre.“En materia de seguridad cumplimos más requisitos que un hospital. Piensa que tenemos un aforo de 2.000 personas, no podemos permitirnos fallos, tiene que estar todo perfectamente engrasado. En cambio, la administración ha fomentado más otro tipo de fiestas, como macrofestivales y fiestas en la calle, que no cumplen los mismos requisitos de seguridad", lamenta De las Heras.
Pero es que Fabrik, que es la otra gran discoteca del grupo en Madrid, y cuyo concepto es radicalmente opuesto, también está en la lista. Ha sido nombrada en dos ocasiones la segunda mejor discoteca del mundo. Una nave en el extrarradio, con una clientela absolutamente diferente, un concepto en las antípodas de Kapital y con un perfil de usuarios que no tiene nada que ver. “Fabrik es diferente; no funciona la propuesta de Kapital. Es una discoteca enorme, más grande que esta todavía, trabajan 300 personas, tiene tres pistas de baile, dos coctelerías. Y la importancia recae en la programación del DJ. Digamos que Fabrik es como un macrofestival… pero cada semana. Y cada semana llena”.
“La gente no es consciente de que nosotros trabajamos todos los días del año. Algunos días para planificar, otros para gestionar… y la cama la rozamos”, bromea De las Heras, que considera que “solamente así, con mucho trabajo y mucha dedicación, podemos mantenernos arriba y seguir ofreciendo magia”.