El Prenda, indignado por la condena "excesiva": se pasea por la prisión enseñando la sentencia
Nadie sabe muy bien cómo José Ángel Prenda ha conseguido el documento. Todo apunta a que se la habrá facilitado su abogado como copia para el cliente, aunque los funcionarios de la prisión, a quien también les ofrece la sentencia, no están seguros de su origen, según fuentes penitenciaras consultadas por EL ESPAÑOL. "A Prenda el delito de abusos le parece excesivo. Que lo único feo fue lo del móvil, que estuvo mal”.
2 mayo, 2018 02:00Noticias relacionadas
- 'La Manada' se libró de otros 3 años de cárcel al olvidar los abogados de la chica denunciar los vídeos
- "Jolgorio", la maldita palabra del magistrado González: solo 8 veces en la historia de la jurisprudencia sexual
- El ¡Basta Ya! de las mujeres: de Ana Botín a Irene Montero; del #SomosLaManada al #Cuéntalo
José Ángel Prenda Martínez es un preso tranquilo. Aunque hay algo que le indigna, que le frustra, que le crispa los nervios: la sentencia que le condena a él y a sus otros cuatro amigos, autodenominados ‘La Manada’, a nueve años de prisión por un delito de abuso sexual continuado, que no por violación. El sevillano, ya instalado en su rutina penitenciaria en la cárcel de Pamplona, en la que había estado recluido en prisión preventiva, ha añadido un nuevo gesto en su quehacer diario: repartir y mostrar la sentencia -impresa, en papel- a otros reclusos para que se la lean. Que juzguen un texto que a él le parece “excesivo” por la condena, según han informado fuentes internas del penal a EL ESPAÑOL.
Entre mancuerna y mancuerna, Prenda se encuentra calmado. Él, que fue el primero que contactó con la joven madrileña en la plaza del Castillo de la capital de Navarra, es consciente de toda la repercusión social, de los gritos en las calles, del jaleo político que ha entrañado su condena. Pero su vida en prisión no ha variado: sigue yendo al gimnasio, sigue viendo el fútbol en la televisión de la celda que habita junto a Jesús Escudero. Excepto por un detalle: su condena.
“Prenda le pasa la sentencia a los otros internos de su módulo para que la lean y opinen. También incluso a funcionarios. Están ambos muy indignados. Sobre todo Prenda, que el delito de abusos le parece excesivo. Que lo único feo fue lo del móvil, que estuvo mal. Pero nada más”, indican desde la cárcel a este periódico.
No se sabe muy bien cómo obtuvo el documento
Nadie sabe muy bien cómo ha conseguido el texto en papel. Todo apunta a que se la habrá facilitado su abogado, Agustín Martínez, como copia para el cliente, aunque los funcionarios no están seguros de su origen. De igual modo, no es una práctica extraña entre los internos. Se aferran a las palabras como a un clavo ardiendo, repasando una y otra vez el fallo de la Justicia, para poder presentar recursos.
Porque ellos, la Manada, los cinco jóvenes que han resultado condenados por abusos sexuales tras forzar a una chica de 18 años a mantener relaciones sexuales con ellos, consideran que no han hecho nada malo. Que su condena es injusta. Que deberían salir absueltos y volver a la calle. Sobre todo Prenda, que está “indignado” aun conociendo todo el clamor social levantado a raíz del fallo, gracias a su acceso diario a los periódicos en papel y a la televisión.
De momento, lo único que pisarán será la cárcel. José Ángel Prenda, Jesús Escudero y Ángel Boza están recluidos en Pamplona. Alfonso Jesús Cabezuelo, soldado de la UME, y Antonio Manuel Guerrero, guardia civil, cumplen condena en el recinto penitenciario de Alcalá Meco, en la prisión militar.
En estos mismos escenarios recibieron la sentencia el pasado jueves 26 los cinco componentes de la Manada. Así lo ordenó el presidente del tribunal que les procesó en la Audiencia Provincial de Navarra, Francisco Cobos, que prefería que la Manada no estuviera entre las paredes del juzgado.
Prenda esperaba la absolución completa
Cabezuelo y Guerrero conocieron el veredicto en la sala común de la sección segunda de la cárcel de Alcalá Meco, donde se sentaron a verla por televisión con otros presos, según publicó El Mundo. No se sorprendieron, no se alteraron: parecía que esperaban la condena tal cual. Prenda y Escudero escucharon el fallo judicial en el salón colectivo del penal de Pamplona. Estaban más afectados que sus compañeros: Prenda depositaba grandes esperanzas en la total absolución. Boza, por su parte, lo hizo en solitario, bajo petición a la dirección de esta prisión. El de Pamplona es un centro nuevo, moderno, pequeño. De hecho, ahora que estos tres últimos han cambiado su estatus penitenciario de preventivo a penado, ni siquiera será necesario que se muden: en la prisión pamplonica no hay diferencias en los módulos. Así que Prenda y Escudero seguirán compartiendo habitación. Ángel Boza tampoco se mudará del otro módulo en el que habita.
La cárcel de Pamplona se creó para facilitar el reagrupamiento de presos etarras, según fuentes de Instituciones Penitenciarias a este periódico. Es uno de los centros más modernos del país: en junio de 2012 fue inaugurada entre críticas por sus magníficas instalaciones. Dispone de piscina olímpica, gimnasio, frontón y biblioteca, entre otros.