6 rincones mágicos de la Ribeira Sacra que visitar aunque sea una vez en la vida
Entre viñedos, bodegas, miradores y antiguos monasterios… la riqueza natural y patrimonial de la Ribeira Sacra la convierten en uno de los destinos más completos y visitados de la Galicia interior
11 diciembre, 2022 06:00Entre las provincias de Lugo y Ourense, la Ribeira Sacra es una de las joya de la corona del interior de Galicia. Un lugar que destaca por sus paisajes repletos de contrastes, que van desde sus característicos viñedos dispuestos en vertiginosos bancales a lo largo y ancho de los cañones del Sil y Miño (y sus respectivas bodegas), hasta sus numerosos monasterios de origen románico ―de hecho conforman la mayor concentración de románico rural de Europa― e incluso espectaculares miradores repartidos a ambas riberas de los ríos.
Sin lugar a dudas, la Ribeira Sacra está plagada de rincones mágicos que hacen de este uno de los destinos más populares y visitados de la región gallega. De hecho, entre la multitud de lugares especiales y de gran belleza que existen en toda la zona, resulta difícil reducir la lista a apenas media docena de imprescindibles para poder visitar en una pequeña escapada. Por ello, en esta ocasión, hemos preparado una selección con seis parajes de la Ribeira Sacra (que al menos a nuestro parecer) deberían ser visitados aunque sea una vez en la vida.
Entre miradores infinitos
El impresionante ecosistema del cañón y la cultura vitivinícola creada en las faldas de mismo, entre otros grandes atractivos, han convertido a los cañones del Sil y el río Miño en el principal destino de la Galicia interior. El paisaje resulta espectacular desde cualquier punto de la Ribeira Sacra y es por ello que existe una amplia red de miradores repartidos a ambas orillas de los ríos, tales como los Balcones de Madrid, la balconada do Duque, Pena do Castelo, A Cividade, Cabezoás o el famoso mirador do Castro. La mayoría de ellos se sitúan en zonas bastante elevadas desde las que se pueden contemplar el grueso del cañón y sus alredesdores. De entre todos, uno de los miradores más emblemáticos es el mirador do Cabo do Mundo, situado en el meadro del río Miño y elegido recientemente modelo de construcción sostenible.
Santa Cristina de Ribas de Sil
La Ribeira Sacra conforma un remanso de paz en el interior de la región gallega. Quizás por ello, entre los siglos X y XIII, la zona vivió una etapa de esplendor en cuanto a la vida religiosa y monacal, y a la creación de grandes monasterios. En la comarca ourensana de Terra de Caldelas, Santa Cristina de Ribas de Sil costituye una de las joyas medievales más importantes de la Ribeira Sacra. Este antiguo monasterio benedictino se alza en medio de un denso robledal en el corazón de Parada del Sil. El origen del templo se remonta al siglo IX, si bien no se consideró monasterio hasta bien entrado el siglo XII. En la actualidad, el monasterio de Santa Cristina atesora un valioso patrimonio artístico, histórico y arquitectónico. De hecho, existen varias rutas que permiten recorrer el bosque y alcanzar la construcción, como la PR-G 98 Cañón del Sil- Santa Cristina, una completa ruta circular de 17 kilómetros por los alrededores de Parada de Sil.
Cañón y pasarelas del río Mao
Otro de los lugares que ningún visitante debería perderse en la Ribeira Sacra nos traslada hasta la pasarela del río Mao, un paraje espectacular que discurre serpenteante entre paredes de granito y naturaleza. El trayecto en cuestión desciende desde los 800 metros de altitud hasta los poco más de 200 que se miden justo en el punto en el se cruzan las aguas de este río y el Sil. El sendero está formado por dos anillos que se conectan en San Lourenzo de Barxacova, y cuenta con un doble inicio situado en el albergue de A Fábrica da Luz (de 16,5 kilómetros en adelante) o la aldea de Sal Lourenzo de Barxacova para recorrer únicamente el bucle sur y evitar así las pendientes más abruptas (de unos 12 kilómetros). Además, el trazado avanza también hacia la enigmática necrópolis medieval de San Vítor, un testimonio excepcional del eremitismo.
La fervenza de Augacaída
En la Ribeira Sacra lucense, en los términos del concello de Pantón, se encuentra situada una de las cascadas más altas de Galicia: la Fervenza de Augacaída (o de Marce), formada por un salto de unos 40 metros de altura que se encuentra muy próximo a la desembocadura del río Miño. Muy cerca del lugar se localiza un poblado castrexo y los restos de una antigua fortificación que data de antes del siglo X. En el caso de la Fervenza de Augacaída, esta se emplaza en mitad de un profundo valle rocoso y se oculta entre la frondosa vegetación de ribera que conforman multitud de castaños, carballos y demás especies autóctonas. El tramo final de la cascada fue acondicionado en el año 2016 con escaleras, pasarelas de madera y una balconada frente al salto de agua que permite a los visitantes acercarse a este gran espectáculo de la naturaleza de una forma segura.
El pueblo de Belesar y playa da Cova
Tanto el entorno de la pequeña aldea de Belesar, en la localidad de Chantada, como el de la Playa da Cova, en O Saviñao, conforman dos rincones de ensueño en la Ribeira Sacra lucense. En octubre, un descenso controlado del Caudal del Miño sacó a la luz los tesoros ocultos de estas dos zonas, como pueblos sumergidos, bancales y antiguas construcciones asociadas a la vendimia heroica entre otros. De hecho, cabe destacar para aquellos visitantes que prefieran recorrer la Ribeira Sacra surcando el río en catamarán o en lancha, el embalse de Belesar y la playa fluvial de A Cova cuentan embarcaderos y salidas de rutas fluviales que bordean los meandros del río y ofrecen una perspectiva muy diferente e idílica de esta joya de la Galicia interior.
El columpio de Terra Brava
El columpio más viral de la Ribeira Sacra se sitúa en la parroquia lucense de Doade, en Sober y fue instalado por el dueño de la bodega Terra Brava ocho años antes de que este se hiciese famoso y se convirtiera en uno de los reclamos turísticos más curiosos y visitados de la Ribeira Sacra. El balancín cuenta con unas impresionantes vistas de los cañones del Sil, desde Paradela hasta Sacar de Bois. Desde Terra Brava organizan de forma habitual una ruta que recorre los viñedos, el antiguo Lagar y que culmina en el famoso columpio, además de incluir una cata de vinos naturales y pinchos.