Ferrol activará medidas contra la proliferación de jabalíes de forma "inminente"

La presencia de jabalíes en la zona urbana de Ferrol lleva muchos meses siendo una constante y son incontables los vídeos en los que se les puede ver circulando con total normalidad por diversos puntos de la ciudad e incluso los reiterados destrozos que se vienen produciendo en espacios como el campo anexo del estadio de A Malata. A pesar de que el pasado 24 de enero se anunció un acuerdo entre administración local y autonómica para atajar la situación, el ayuntamiento hoy ha denunciado que la Xunta de Galicia "non está a adoitar ningunha medida para reducir a poboación".

La responsable de Servizos e Medio Ambiente, Ana Lamas, ha comunicado que será el ayuntamiento el encargado de llevar a cabo una contratación para poder revertir esta situación y cuya adjudicación, detalló, será "inminente".

Lamas ha incidido en que el ayuntamiento asumirá esta problemática, aunque "non é algo que consideremos unha competencia municipal" y recalca que el papel asumido por el concello responde a que la "Xunta non tiña pensado facer nada para resolver este problema".

La edil ha destacado, además, que "nada se sabe aínda" del protocolo de actuación anunciado por la Xunta de Galicia para la instalación de trampas de jabalíes en zonas urbanas.

Las medidas del concello

El ayuntamiento llevará a cabo la contratación de una empresa especializada que pueda frenar la proliferación de estas especies en la urbe naval y estima que la inversión ascenderá a 14.900 euros sin IVA.

En esta línea, está previsto que se realice un censo de la población estimada de jabalíes presentes en la zona urbana de Ferrol. El ayuntamiento se fija para esta tarea el plazo máximo de un mes.

Así se determinarán las zonas de tránsito o los tipos de trampas más idóneos para instalar en cada caso, según recoge la memoria elaborada por el concello.

Para su localización, la empresa adjudicataria podrá valerse de distintos sistemas como cámaras exteriores, inspecciones, zonas donde se observen daños, huellas o signos que puedan determinar su presencia.

Una vez determinadas las zonas, se instalarán una serie de jaulas para poder hacer efectiva la captura y, señalan desde el concello, según determina la normativa vigente, una vez capturados serán "eutanasiados por persoal veterinario e os cadáveres serán xestionados por unha empresa autorizada para o seu tratamento e xestión, de acordo coa normativa
vixente".