Julio Ariza, quién lo iba decir, es coqueto. “No me hagáis fotos ahora, que llevo toda la tarde en el AVE”, pide el propietario y presidente del grupo Intereconomía sin que su súplica ablande en lo más mínimo al fotógrafo. Pero tiene razón Ariza: su tren se ha averiado en Guadalajara y los pasajeros han tenido que esperar dos o tres horas la llegada de un nuevo tren que les llevara hasta Barcelona.

Como ya son las 23:00, le convencemos de que la falta de luz natural hará que el cansancio no se note. Aunque el cansancio, en realidad, sólo se lo nota él: Ariza habla como si no hubiera un mañana y responde a todas las preguntas, sin esquivar una sola, mientras nos comemos unos perritos calientes de emergencia en un frankfurt de la zona noble de Barcelona.

Ariza (Carcastillo, Navarra) tiene 61 años y es licenciado en Derecho. Exdiputado del Parlamento catalán por el PP entre 1993 y 1999, atesora seis hijos, diez nietos y tres nueras. Suyas son Intereconomía TV, Radio Intereconomía, Radio Inter y La Gaceta. Si el Duopolio no hubiera arrasado el panorama televisivo español, es muy probable que Ariza fuera ahora el presidente del Fox Networks Group nacional. Es decir, de un conglomerado televisivo y radiofónico ideológicamente conservador y capaz de luchar a cara de perro por ese 92% del pastel publicitario que ahora acaparan Antena 3 y Telecinco con sólo el 47% de la audiencia.

Ariza responde claro, corto y recto. Intuyo que por navarro. Su paso por Cataluña, es obvio, no le contagió esa habitual actitud pasivo-agresiva de los ciudadanos de la región que muchos confunden con seny. Mucho mejor para mí. Así no tenemos que andarnos con eso que los navarros llaman “hostias”.

Julio Ariza: “Lo del Valle de los Caídos es una operación de marketing más.

Julio Ariza: “Lo del Valle de los Caídos es una operación de marketing más". Alberto Gamazo Barcelona

El PSOE va a sacar a Franco del Valle de los Caídos.

Todo este asunto relativo al Valle de los Caídos es una operación de marketing más para tener entretenida a la parroquia de extrema izquierda. Pero tengo la impresión de que el objetivo final no es el traslado de los restos de Franco sino la destrucción de la Cruz más grande del mundo, que se encuentra allí. El reciente derribo de las cruces en Vall d’Uixó y en Callosa de Segura sólo ha sido un aperitivo del deseo de demolición de todo lo que representa la historia cristiana de España.

O de la historia a secas. El nacionalismo catalán ha sustituido a Mariano Rajoy por el Rey como emblema de la supuesta “opresión colonial española”.

Lo de Torra no merece ni comentario. El nacionalismo sigue avanzando por el camino del totalitarismo. Un camino en el que la verdad no tiene importancia y la paz y la libertad son obstáculos para la realización de sus objetivos.

¿Qué le parece el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez?

Como casi todas las cosas que ocurren en este siglo XXI, probablemente muy efímero. En 2018, las cosas se consumen a toda velocidad. Los gobiernos, las ideas… Me parece un producto del marketing político, que es esa cosa que logra esconder el hecho de que muchos gobiernos no tienen una idea de qué es el hombre, ni de qué es el bien común, ni de qué es la sociedad. Y esa falta de ideas se tapa con marketing político.

¿No se lo esperaba peor?

Es que la crítica concreta a lo que está ocurriendo en este momento pasa tan rápidamente que yo prefiero ir al fondo de los temas. A los procesos. Fíjate cómo los catalanes no hablan de actos, sino de “procesos”. ¿Por qué? Porque nada ocurre en el vacío. Las cosas ocurren después de que hayan ocurrido otras y previamente a que ocurran otras. Eso es lo importante.

Para mí, lo más relevante, en realidad, es que por primera vez en democracia gobierna un partido que ha perdido las elecciones. Los partidos nacionalistas habían apoyado siempre, y cada uno valorará a cambio de qué ofrecían ese apoyo, al partido ganador de las elecciones. Esta vez lo han hecho al partido perdedor. Y eso es romper esa regla no escrita de la democracia en virtud de la cual los grandes partidos no cambiaban la Ley electoral. Ahora que eso se ha roto… ¿se atreverán los grandes partidos a cambiar la Ley electoral? Esa es la cuestión.

"Hay un deseo de demoler lo que representa la historia cristiana de España"

¿Se atreverá Sánchez?

Si no lo hace, perderá una oportunidad histórica única. Porque hoy, el Gobierno que acaba de constituir Pedro Sánchez podrá ser muy simpático, muy atrayente, muy de marketing en el sentido de que se trata de personajes conocidos. Pero no representa la voluntad popular. No representa al pueblo ni lo que este ha elegido.

Había cifras al respecto. Cuatro quintas partes de los españoles querían que Rajoy se fuera, pero también cuatro quintas partes rechazaban a Pedro Sánchez como presidente.

Es que Mariano Rajoy tenía dos opciones. O que Ciudadanos ganara unas elecciones que se convocaban de inmediato o recuperar el bipartidismo. Y eligió bipartidismo.

Hablando de 'marketing'. ¿Qué opina del asunto 'Aquarius'?

En el tema de la emigración, nada es lo que parece. Los emigrantes en su mayoría no son refugiados. Muchas ONG trabajan por motivos poco confesables. Salvini ha quedado como un malvado para la prensa occidental cuando son Francia y Macron los que cerraron la frontera de Ventimiglia y quienes han incumplido las cuotas de acogida de forma sistemática. Occidente sigue dedicando ingentes recursos a la compra y fabricación de armamento olvidándose de prestar atención a esos países de donde proceden los que emigran.

¿Y de la dimisión de Màxim Huerta?

Para mí, lo más interesante de este tema es cómo el presidente no acepta la dimisión de Huerta cuando este se la presenta por la mañana, pero sí cuando aparece el vídeo en el que dice: “Si un colaborador mío tuviera ese comportamiento lo cesaría automáticamente”.

¿Debería haber dimitido Rajoy?

Pero no ahora. Debería haber dimitido cuando salió a decir que no cobraba sobresueldos. Mejor dicho: antes de decirlo en el Parlamento. Y todo habría ido mucho mejor. Para él, y para su grupo político.

"Rajoy debería haber dimitido cuando salió a decir que no cobraba sobresueldos""Rajoy debería haber dimitido cuando salió a decir que no cobraba sobresueldos"

¿Cómo se recordará a Mariano Rajoy?

Tiene claroscuros, como cualquier otra persona. Ha tenido cosas buenas y otras menos buenas. Su final ha sido muy patético. Y muy triste. Deja una España al borde de la secesión de uno de sus territorios más importantes y un PP con un futuro muy incierto.

Pues hubo unanimidad dentro del partido en la alabanza.

El sistema de partidos políticos está en crisis. No responde a la verdad de las cosas. Ni todo el mundo en el PP alaba la gestión de Rajoy ni todos le aplauden. Así que eso son simples escenificaciones de ideas que no son verdad.

¿Cree que alguno de los nombres que han salido a la palestra podrá renovar el partido?

Muchísima gente quiere renovarlo. Los afiliados del PP, que son lo mejor que tiene el partido, están deseando renovarlo. Son precisamente las elites, el minarete que controla el partido, los que no quieren ser renovados. Están allí muy cómodamente. En la oposición o en el Gobierno cobran lo mismo. Y están encantados.

Julio Ariza: “Rajoy ha permitido que la opinión pública se desplace hacia la izquierda radical.

Julio Ariza: “Rajoy ha permitido que la opinión pública se desplace hacia la izquierda radical". Alberto Gamazo Barcelona

En realidad, más que una renovación, lo que se pide es una vuelta a los principios fundacionales del partido. A esa derecha liberal que quedó arrasada cuando Rajoy desideologizó el PP.

Primero, Rajoy hizo otra cosa: permitió que la opinión pública se desplazara en muchos temas hacia una izquierda casi radical. Hablo de temas antropológicos, sociales y políticos. Y ante ese desplazamiento a la izquierda radical, el PP, simplemente, se ha acompasado. Así que no es que el PP, hoy, no sea un partido de derechas. Es que no sabe ni de qué rayos es.

Yo siempre digo, con escaso éxito de crítica y público, que el PP es un partido socialdemócrata arquetípico. ¿Usted dónde lo situaría?

Se parece mucho más, desde luego, a un partido socialdemócrata o a un partido, digamos, al margen de cualquier cuestión antropológica o moral, que a lo que era el PP en el año 2011, cuando presentó dos recursos de inconstitucionalidad: uno a la Ley del aborto y otro a la Ley de matrimonios homosexuales.

Y, sin embargo, continúa siendo el partido hegemónico en España, aunque no gobierne.

Sí, porque con mucha habilidad han generado un monstruo en la izquierda radical al que los españoles, bastante más sensatos y prudentes que el propio Gobierno, le tenían miedo. Y con razón, porque esos ciudadanos no quieren que España sea Venezuela bajo ningún concepto.

"El PP no sabe ni qué rayos es"

¿Está usted de acuerdo con los que sostienen que Podemos es una creación del PP?

Algunos se lo atribuyen a Intereconomía porque fue el primer sitio donde Iglesias hizo de contertulio. Pero es cierto que los medios patrocinados y tutelados por el PP son los que han elevado a Pablo Iglesias a la categoría de personaje y a Podemos a la de partido con unos resultados electorales importantes. Mauricio Casals lo dice en sus conversaciones telefónicas: “El sandwich está funcionando de puta madre”.

No me diga que no se siente un poco responsable de haberle dado bola a Pablo Iglesias.

¡En absoluto! También empezaron allí Albert Rivera y Pedro Sánchez. Todos ellos han pasado por Intereconomía. El último Gato al agua antes de las elecciones de 2011 lo hicimos en casa de Mariano Rajoy. Me siento responsable, eso sí, de haber sido el presidente de una cadena de televisión que daba voz a todo el mundo. Y que sigue haciéndolo.

Si busca la palabra “intereconomía” en las redes sociales lo más bonito que encontrará que les llaman es “ultraconservadores”. ¿Usted se siente identificado con esa etiqueta?

Depende de lo que quieran decir con esa etiqueta.

Tratándose de redes sociales, yo diría que lo dicen con ánimo despectivo.

Entonces no me puedo sentir identificado, claro [risas].

¿Y en el sentido positivo del término “ultraconservador”?

Vamos a ver. Yo he conservado muchas cosas. Tantas como las que han hecho bien nuestros antecesores. Pero la innovación implica, por definición, la destrucción de anteriores innovaciones. Y para que la innovación tenga sentido has de aplicar primero un criterio de conservación. Es decir, saber cuáles son aquellas cosas en las que no hay que innovar.

¿Y cuáles son esas cosas?

La naturaleza humana, por ejemplo, no es innovable. El hombre sigue comiendo, bebiendo y teniendo las mismas necesidades básicas que el primer ser humano. Eso, en el sentido fisiológico. Pero en el sentido moral o espiritual, también. El hombre no ha cambiado. Y por eso hay cosas que conservar. Hay que mejorar la naturaleza humana, pero preservándola, no destruyéndola. Y muchas de las leyes que ahora se están promulgando, y que nosotros asumimos con total naturalidad, tratan de destruir la naturaleza humana.

Quiero preguntarle por Atresmedia y Mediaset, el Duopolio televisivo. ¿Podemos definir lo suyo como un “abuso de posición dominante”?

¡Vamos! Si tú, con un 47% de la audiencia, que es lo que suman habitualmente Antena 3 y Telecinco con todos sus canales, te quedas con un 92% del volumen publicitario televisivo… es que no hay otra forma de definirlo. Desde el principio, con las adjudicaciones de canales llevadas a cabo por los sucesivos gobiernos, tanto Antena 3 como Telecinco trataron de convencer a todo el mundo de que no eran posibles más de dos canales y que ese era el modelo europeo.

Luego convencieron –sorprendentemente, porque nadie sabe cómo lo hicieron y quizá habría que preguntarle a Mauricio Casals por ello– a la vicepresidenta Fernández de la Vega para que le quitaran a RTVE, mediante decretazo, la publicidad. Quinientos millones de euros. Esos quinientos millones se los repartieron entonces Antena 3 y Telecinco. Y desde entonces les va bien, con ese modelo.

Pero una cosa es que les vaya bien con ese modelo y otra cosa, que los demás seamos tontos. Porque están tratando de convencernos de algo que no tiene ningún sentido en un sistema plural y democrático, donde es importante que existan muchas voces distintas. Y Antena 3 y Telecinco han impedido que eso exista concentrando la inversión publicitaria en sus propios medios. Y lo han hecho, desde mi punto de vista, de forma ilegítima y provocando un terrible perjuicio a la sociedad.

Se han repartido perfectamente los papeles. El entretenimiento banal para Telecinco y la política para Antena 3. No hay competencia real. Perro no muerde perro.

Se encuentran cómodos con ese reparto. Los que no se encuentran cómodos son los demás.

¿Confía en que Pedro Sánchez haga algo para revertir o al menos enmendar esta situación?

Si Pedro Sánchez hace algo para revertir esta situación, le voto [risas].

Julio Ariza: “La apuesta de Rajoy desde el minuto uno fue proteger a Antena 3 y Prisa.

Julio Ariza: “La apuesta de Rajoy desde el minuto uno fue proteger a Antena 3 y Prisa". Alberto Gamazo Barcelona

Soraya Sáenz de Santamaría también se ha movido como pez en el agua en ese Duopolio.

La apuesta de Rajoy desde el minuto uno, yo creo que aconsejado por Soraya, fue “vamos a proteger a Antena 3, porque nos va a mantener a la derecha centrada, y también al grupo Prisa”. Y eso han hecho. Prisa tenía una deuda impagable. Simplemente impagable. Y les ayudaron desde muchos puntos de vista.

Luego, protegieron a Antena 3 para que monopolizara la voz del centro-derecha. Y luego hicieron otra cosa, que fue pedirle a la Iglesia que hiciera una Intereconomía 2. Y, efectivamente, la Iglesia, no la Santa Madre Iglesia, a la que yo le tengo mucho respeto, sino algunos eclesiásticos, pusieron en marcha 13TV. Que ya ves cómo ha acabado.

¿Cómo?

Pues como tiene que acabar algo cuyo accionariado y cuyo consejo es tan dispar como los obispos de toda España.

Usted fue diputado del PP en Cataluña entre el 93 y el 99. ¿Por qué abandonó el partido y se fue de Cataluña?

Para salvar a mis hijos de la manipulación, del sectarismo y del adoctrinamiento nacionalista.

En la práctica, el nacionalismo está secuestrando ideológicamente a los hijos de los catalanes no nacionalistas.

Muchos de mis amigos me lo dicen: “Han secuestrado a mis hijos”. O “mis hijos ya no se reconocen en mí, culturalmente”. Personas que habían llegado a Cataluña desde toda España han perdido a sus hijos. Están enfrentados. Primero les adoctrinaron, luego les cambiaron su código mental y ahora les han enfrentado a sus padres. Muchos me dicen: “Ahora me doy cuenta de cómo han seguido el proceso. Lamento no haberme dado cuenta antes”.

Inés Arrimadas se negó a reunirse con Quim Torra. Es un primer paso para la deslegitimización del nacionalismo: no ceder frente a sus pretensiones de superioridad moral.

Lo más importante, casi lo único, es que el Estado español garantice los derechos individuales de las personas que viven en Cataluña. Hay muchos derechos que en Cataluña no están garantizados y que han sido conculcados por los nacionalistas radicales. Eso hay que recuperarlo.

Tampoco puede haber una Policía sectaria y de partido. Esa Policía ha de servir a todos los catalanes, independientemente de sus ideas. Lo contrario es peligrosísimo.

Y, en tercer lugar, el Estado español debe volver a tener una presencia importante en Cataluña. Ha de recuperar Televisión Española en Cataluña y ponerla al servicio de una forma de entender Cataluña radicalmente opuesta a la de TV3. Y el Estado tiene medios económicos suficientes para hacerlo y para competir con TV3. Si es preciso, quedándose con los derechos del Barça y del Español, y haciendo una programación alrededor de esa oferta deportiva.

"El Estado ha de recuperar para TVE los derechos del Barça y del Español si es preciso para competir con TV3” / “Ciudadanos se ha pegado un tiro en el pie”

La educación es clave.

El Estado tiene que recuperar las funciones de la Alta Inspección del Estado en educación. Es fundamental. No se puede permitir que haya libros de texto contrarios a la Constitución española, contra los derechos fundamentales y contra las verdades históricas. Y la Alta Inspección del Estado es responsable de eso.

La nueva consejera de Cultura de la Generalidad dijo hace unos días que el español es una lengua de imposición en Cataluña.

Sí, y el latín también. Los romanos hicieron lo mismo. Eso suele pasar [risas]. Me parece una tontería. Es que dicen muchas tonterías.

¿Qué opina de Ciudadanos? ¿Cree que resistirá el tirón electoral, ahora que parece haber quedado descolocado por ese pacto de perdedores que ha llevado a Pedro Sánchez a la Moncloa sin pasar por unas elecciones?

La moción de censura hará bajar a la realidad a algunos. Y Ciudadanos ha sido probablemente el más perjudicado por ella. Es que Albert Rivera se veía ya como presidente del Gobierno. Y cuando ha llegado la moción de censura, ha entendido que no sólo no ha ganado, sino que sólo tiene treinta y dos escaños. Y con treinta y dos escaños, Ciudadanos es poco importante.

Ellos mismos han frustrado esa oportunidad que las encuestas les daban. Ellos se han cargado la posibilidad de que hubiera ahora elecciones. Se han suicidado. Probablemente estaban en una operación con Manuel Valls, dos polos impulsados por fuerzas exteriores al propio Estado español y con la idea de ir hacia una reforma constitucional que al Nuevo Orden Mundial le pareciera bien. Todo eso se ha ido al garete. Y el bipartidismo, probablemente, se va a fortalecer como no hubiéramos imaginado hace unas semanas. Esa es la realidad. Ciudadanos se ha pegado un tiro en el pie.

¿Cuál ha sido el error de Rivera?

Hay un dicho en mi tierra que dice: “Si quieres conocer a Murillo, dale un carguillo”. Y muchos de los que están ahí han respondido estrictamente a ese dicho. Se han creído algo antes de tiempo.

¿Cree posible que Ciudadanos llegue a sustituir al PP como partido hegemónico de la derecha y el centro-derecha, como hizo Alianza Popular con la UCD?

Era posible, pero para eso era fundamental que siguiera Mariano Rajoy. Porque Rajoy era el principal activo de Rivera. Y lo han matado ellos.

Insinúa la existencia de un poder en la sombra que impulsa la hipotética 'operación Ciudadanos'. ¿De quién está hablando en concreto?

Macron estuvo hace poco hablando en el Capitolio a los congresistas y senadores americanos. No lo había hecho ningún presidente francés desde de Gaulle en el 56. Si has escuchado el discurso de Macron, y yo me lo he escuchado entero, verás que hace referencia cinco veces al “Nuevo Orden Mundial”. Y si hace referencia a ello cinco veces será porque existe. A fin de cuentas, Macron no parece tonto.

Macron trabajaba en la banca Rothschild. Y es sabido qué intereses representa la banca Rothschild, como se sabe qué intereses representaba la banca Rockefeller en Estados Unidos. Y se sabe muy bien qué quieren y qué políticas impulsan en la ONU o desde el Partido Demócrata americano. Las mismas que el propio Macron. Sólo hay que asomarse a lo que hacen, más que a lo que dicen, para ver lo que hay. Valls era el jefe de Macron. Él le nombró ministro de Economía. Son muy amigos.

¿Qué va a pasar ahora en España? Hágame de Nostradamus.

El PSOE intentará agotar la legislatura. A los nacionalistas catalanes y vascos no les convenían elecciones. Les convenían a Ciudadanos, y también a Podemos, en cierta manera. Por lo tanto, el PSOE se va a poner de acuerdo con los nacionalistas en aquello en lo que coinciden. Es decir, en que no haya elecciones.

A partir de ahí, todo lo demás es relativo. Para la izquierda siempre ha sido mucho más fácil entenderse con los nacionalistas radicales de lo que lo ha sido para la derecha. Así que no me extrañaría que los nacionalistas rebajaran sus expectativas para posibilitar un cierto entendimiento. Los dos grandes partidos deben reformar la Ley electoral. Si no se hace esa reforma, habrá una reforma constitucional con la que la derecha no estará de acuerdo. Ese es el escenario.

Julio Ariza: “Ni al PSOE ni a los nacionalistas les convienen elecciones, se pondrán de acuerdo en eso.

Julio Ariza: “Ni al PSOE ni a los nacionalistas les convienen elecciones, se pondrán de acuerdo en eso". Alberto Gamazo Barcelona