El arsenal de los hutíes para controlar el mar Rojo: misiles balísticos, barcos kamikaze y drones
El armamento de la milicia de Yemen con la que ataca a buques de Estados Unidos y Reino Unido proviene en su mayoría de Irán.
14 enero, 2024 01:18Los ataques de los hutíes han convertido al mar Rojo en uno de los puntos calientes del plano geoestratégico mundial. Desde que Israel comenzó su invasión de Gaza en octubre, estas milicias de Yemen —aliadas de Irán— han centrado todos sus esfuerzos en ejecutar ofensivas contra el país gobernado por Benjamin Netanyahu. Además, su control sobre el estrecho de Bab el-Mandeb que conecta ese mar con el océano Índico se ha saldado ya con varios incidentes graves, como el lanzamiento de un misil contra un petrolero noruego en diciembre.
Esta situación cristalizó con la operación Prosperity Guardian en la que Estados Unidos junto a otros países —España, por el momento, se ha quedado al margen— desplegaron buques de guerra con el fin de proteger el tráfico marítimo en el mar Rojo. Además de custodiar a los cargueros civiles con los sistemas antiaéreos embarcados, las fuerzas navales estadounidenses y británicas han ejecutado más de 70 bombardeos en suelo yemení en los últimos días.
Los hutíes han asegurado que continuarán atacando buques en el mar Rojo pese a los ataques de Estados Unidos y Reino Unido. "La batalla será más grande y más allá de la imaginación y las expectativas de los estadounidenses y los británicos", ha advertido Ali al Quhom, miembro del buró político hutí. Para ello, los miembros de la milicia continuarán utilizando todo un arsenal que se sostiene en esencia por tres pilares: misiles antibuque, patrulleras kamikaze y drones; todos ellos con el sello de Teherán.
Además de proporcionar armamento, Irán también se ha convertido en el proveedor fundamental de información estratégica para los hutíes. "Se cree que reciben inteligencia desde el barco de vigilancia iraní MV Beshad", según explican desde el londinense Instituto Real de Servicios Unidos (RUSI, de sus siglas en inglés). Esta embarcación "tiene capacidades limitadas de recopilación de inteligencia de señales (SIGINT) y observación de los movimientos navales".
Misiles balísticos y de crucero
Si bien no existe un listado oficial de los tipos de armas con los que cuentan los hutíes, los diferentes analistas de defensa e inteligencia sí han conseguido descubrir algunos de los modelos de munición empleados recientemente. "Un misil balístico antibuque es técnicamente una capacidad de ataque marítimo importante", comenta el RUSI. "El hecho de que un actor no estatal esté en posesión de este tipo de armas y las utilice con total impunidad es motivo de grave preocupación".
"Teóricamente, el arma más sofisticada de la que disponen es el misil balístico antibuque Asef". Este think tank especializado en defensa y seguridad indica que cada uno de esos misiles cuenta con una cabeza de guerra de unos 500 kilogramos y un rango efectivo de 400 kilómetros desde el punto de lanzamiento.
Teniendo en cuenta la posición de Yemen, podría alcanzar a cualquier embarcación situada en el flanco sur del estrecho y en aguas del mar Rojo. El misil Asef emplea un buscador de objetivos electroóptico para la fase terminal de su ataque al objetivo y los analistas creen que está basado en el iraní Kahlij Fars, también encuadrado dentro de la categoría de los misiles balísticos. Este tipo de arma, como su propio nombre indica, realiza una trayectoria balística desde su lanzamiento hasta que llega al objetivo, un tipo contra el que los sistemas antiaéreos han demostrado ser efectivos.
Los hutíes también tienen a su disposición el misil de crucero antibuque Al-Mandeb 2, que "parece ser una copia muy fidedigna del C-802 que China vendió a Irán en los años 90" del siglo pasado. Este arma es efectiva a un radio de 120 kilómetros y cuenta con una cabeza de guerra de 165 kilogramos. "También fue utilizado por Hezbolá para atacar al barco israelí INS Hanit en 2006" en el que 4 marinos perdieron la vida.
Más recientemente, el pasado 24 de septiembre, las Fuerzas Armadas de Yemen realizaron un desfile militar donde mostraron parte de sus nuevas creaciones. Entre ellas estuvo el misil de crucero naval Sayyad que "cuenta con un rango de hasta 800 kilómetros", según recogió en su día la agencia de noticias Saba del país medioriental. Si bien no se ha confirmado su empleo en los diferentes ataques de los últimos meses, se sabe que tiene 200 kilogramos disponibles para la cabeza de guerra y que "se caracteriza por su alta precisión y capacidad de pasar desapercibido a los radares".
El Sayyad "puede lanzarse desde cualquier punto del territorio yemení", aseguran desde el mismo medio. Y "hacia cualquier punto del mar Arábigo, mar Rojo y golfo de Adén". Asimismo, este misil antibuque es que puede "alcanzar tanto objetivos fijos como móviles", haciendo referencia a las embarcaciones enemigas.
Barcos explosivos
El dominio marítimo es otro de los puntos clave de los hutíes para este conflicto. Además, se trata de uno en el que ya cuentan con cierta experiencia en el despliegue de embarcaciones kamikaze. Ya en 2017, este grupo armado ejecutó un ataque contra el barco saudí Al Madinah en el mismo mar Rojo que ahora vuelve a estar tan de actualidad.
"Nuestra evaluación es que se trataba de algún tipo de embarcación no tripulada y controlada remotamente", dijo en aquella ocasión el vicealmirante Kevin Donegan, por entonces comandante de la Quinta Flota estadounidense. "El ataque a la fragata [saudí] parece ser el primer uso confirmado de este tipo de arma", según Donegan. "El barco no tripulado probablemente fue suministrado por Irán", recalcó. Siguiendo la misma línea que el resto de sistemas armamentísticos.
El pasado 4 de enero y por primera vez desde que se puso en marcha la operación Prosperity Guardian, los hutíes enviaron un barco kamikaze al corazón de las rutas marítimas internacionales, recoge Defensescoop. "Afortunadamente no hubo víctimas ni ningún barco fue alcanzado" cuando ese buque no tripulado (USV, de sus siglas en inglés) explotó después de recorrer 80 kilómetros por las rutas marítimas comerciales del mar Rojo, tal y como explicó Brad Cooper, comandante del Comando Central de las Fuerzas Navales de Estados Unidos.
"Pero la introducción de un USV de ataque unidireccional es una preocupación" para todos los involucrados en la citada operación, añadió el militar estadounidense. "No entraré en los detalles operativos, pero todos los ataques que los hutíes han hecho contra el transporte marítimo ocurren en las densas rutas marítimas", recalcó Cooper. "El USV también estaba en las rutas densas y se acercó a un par de millas (3 km) de los barcos que allí operaban", tanto los buques militares como los mercantes civiles.
Este tipo de armamento se suele componer de una embarcación económica a la que integra un sistema de control remoto junto con una carga explosiva. Los dispositivos más avanzados, como los que tiene Estados Unidos en su flota, emplean todo tipo de sensores e incluso disponen de cierta autonomía para realizar labores. Dada la escasa tasa de éxito de los ataques, se cree que los hutíes emplean tecnología más rudimentaria que todo eso.
Drones suicidas
El dominio aéreo de los hutíes está copado en su práctica totalidad por drones. Los Samad-2 y Samad-3 son dos perfectos ejemplos de cómo se han integrado en los ataques a blancos navales. Esta última versión tiene un rango operativo superior a los 1.500 kilómetros —mayor que el Samad-2— y se cree que cuenta con una velocidad máxima de 250 km/h, apunta European Defence Review.
Ambos se encuadran dentro de los drones kamikaze, ideados para hacer estallar la carga explosiva en las inmediaciones de la embarcación. Están equipados con una antena en el fuselaje que se cree debe estar en contacto directo con el operador del dron, por lo que esto podría convertirse en uno de sus puntos frágiles.
"Las relaciones coste-intercambio para un destructor de defensa aérea que intercepta un Samad son pobres", ha apuntado Sidhart Kaushal, analista en RUSI. "También suponen una carga logística para el reabastecimiento de los interceptores". Un misil interceptor como el que puede lanzar cualquier fragata estadounidense o británica tiene un coste monetario y logístico altísimo, mientras que este tipo de drones extremadamente baratos de fabricar y operar.
El pasado 29 de noviembre, el destructor USS Carney derribó un dron Samad-3 mientras escoltaba a un barco cisterna y a un carguero, ambos con bandera estadounidense. El Comando Central del país norteamericano lo clasificó como KAS-04, un modelo de factura iraní en el que se basa el citado Samad.
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