Orca, el nuevo dron submarino gigante de EEUU: despliega minas y espía durante meses
Boeing acaba de entregar la primera de las 5 unidades adquiridas por el Departamento de Defensa para realizar operaciones delicadas.
31 diciembre, 2023 02:06Después de alcanzar un gran éxito en el terreno aéreo, los drones submarinos quieren replicar su popularidad también en el submarino. Desplegarlos en este escenario, más inhóspito y complejo con la tecnología actual, tan sólo está al alcance de un puñado de países de todo el mundo con larga tradición naval, entre los que se incluye España y algunos de sus proyectos como el Wise. También es el caso de Estados Unidos y el UUV —Unmanned Underwater Vehicle— Orca que la Marina del país acaba de recibir de la mano de Boeing.
Con el acto de entrega, celebrado en California, se pone el broche al programa de desarrollo del dron submarino de grandes dimensiones y concebido para la ejecución de misiones autónomas "críticas y de larga duración", tal y como han publicado en un comunicado. También se enfocará en "lograr el dominio marítimo submarino en entornos cambiantes y en aguas disputadas".
"Es la culminación de más de una década de trabajo pionero, desarrollando un vehículo submarino de largo alcance, totalmente autónomo y con una gran capacidad de carga útil que puede operar de forma completamente independiente de una nave nodriza", declaró Ann Stevens, vicepresidenta de sistemas marítimos y de inteligencia de Boeing. "He tenido el gran placer de presenciar a nuestro equipo dar vida a esta capacidad única en su tipo y estoy orgullosa de su innovación, perseverancia y compromiso inquebrantable que ha dado como resultado el UUV más avanzado y capaz del mundo".
Las últimas pruebas en la casa Boeing se terminaron a principios de este mes de diciembre tras completar otra fase el pasado verano, cuando ejecutaron ensayos tanto por encima como por debajo del agua. Tras la aceptación de esta primera unidad de Orca, se espera que la Marina estadounidense complete su flota de 5 UUV en junio.
Gigante submarino
El inicio del programa Orca se produjo en 2017 cuando la Navy estadounidense adjudicó a Boeing un contrato de 40 millones de dólares para el desarrollo de un vehículo sumergible autónomo. La buena marcha en esta primera fase de diseño hizo que tan sólo un par de años después se cerrara la compra de 4 unidades del XLUUV (Extra Large UUV) a la que poco después se sumó una quinta y, por el momento, última de la saga.
El equipo de ingenieros a cargo de Orca tomó como base el submarino no tripulado Echo Voyager que el departamento Phantom Works —el encargado de los programas más avanzados de la compañía— comenzó a desarrollar en 2011. Optaron por impulsar un concepto de construcción modular que permitió al Echo Voyager aumentar su tamaño hasta las cotas del XLUUV actual así como ampliar sus capacidades.
Tiene una eslora de 26 metros, 2,6 de diámetro y 80 toneladas de desplazamiento en inmersión, lo que le convierte en uno de los sumergibles autónomos más grandes del mundo. Más allá del tamaño, el Orca destaca por una gran capacidad de carga gracias a su módulo central de 10 metros y la posibilidad de llevar en su interior hasta 8 toneladas.
En un primer momento, los planes de la Navy es dotar al sumergible con un sistema de almacenamiento y despliegue de minas dentro de ese mismo módulo, aunque no descartan en un futuro integrar otras capacidades. El pasado octubre, firmaron un contrato con Lockheed Martin para continuar dando soporte a esta plataforma con el fin de actualizar su tecnología en el futuro y responder a los cambios en las amenazas.
Estos nuevos módulos aprovecharán la arquitectura abierta de los Orca para integrar sistemas que proporcionen guiado y control navegación, autonomía, conciencia situacional o comunicaciones. Convirtiéndose así en plataformas mucho más avanzadas con vistas al futuro con aplicaciones en campos como el espionaje, funciones de carguero para desplegar sensores e incluso como nave nodriza de otros submarinos más no tripulados más pequeños.
Otro equipamiento que se espera termine integrado en alguno de los cinco Orca es un sónar de apertura sintética, lo que permitirá mapear el fondo del océano, según recoge The War Zone. La Navy también está interesada en todo lo que concierne al aspecto de ataque y planea agregar sistemas de armas adicionales como torpedos, misiles de crucero e incluso drones aéreos. Una parte distintiva del diseño es el mástil extensible que le permite conectividad satelital cuando la antena se encuentra sobre la superficie.
Meses desplegado
El principal factor limitante de autonomía de un submarino es el suministro de víveres. Mantener a decenas de personas de tripulación las 24 horas al día durante semanas se convierte en un auténtico desafío logístico y de organización del que Orca carece por completo. Si bien no está publicado el dato oficial, algunas fuentes apuntan a que este submarino puede permanecer meses desplegado sin intervención recalar en puerto o acudir a un barco nodriza.
Esto lo consigue, en gran parte, gracias a su sistema de propulsión híbrido diésel-eléctrico que le permite estar en inmersión durante largos periodos de tiempo y moverse de forma silenciosa. El motor de combustión alimenta a una serie de baterías de litio que se encargan de almacenar la energía para ejecutar las misiones y navegar a 5 km/h. El propulsor es otro de los puntos clave de Orca ya que Boeing ha conseguido un bajísimo nivel de ruido gracias al cual puede pasar desapercibido.
Lo que no está claro de momento es cómo la Marina desplegará el Orca. Las grandes dimensiones del submarino no tripulado impiden que este trabajo pueda realizarlo otro sumergible, por lo que las únicas alternativas son que opere directamente desde el muelle o una embarcación de superficie se encargue.
La Navy estadounidense tienen Bases Marítimas Expedicionarias, que son barcos especializados en el despliegue tanto de UUV como de drones navales de superficie. Por lo que podrían modificarse para acomodar a los nuevos submarinos, aunque este punto no ha trascendido.