Israel cierra filas para que Netanyahu invada Gaza y aplaste a Hamás apoyado en un gobierno de unidad
La masacre de Hamás tiene conmocionada a la nación, donde los muertos israelíes superan los 1.200, más que en la Segunda Intifada (2000-2005).
12 octubre, 2023 03:28Lo que era un secreto a voces desde que Hamás lanzó su brutal ataque sobre Israel el pasado sábado se ha confirmado finalmente cuatro días después. Benjamin Netanyahu ha conseguido conformar un Gobierno de unidad nacional y un gabinete de guerra que le permiten tomar decisiones difíciles con la tranquilidad de quien se siente ampliamente respaldado.
No importa lo duras que sean las medidas, no importa que se decrete la invasión de la Franja de Gaza. Son varias las voces del Gobierno israelí que han señalado que "están en guerra" y por eso se ha creado también un gabinete de crisis, para poder lanzarse contra Hamás sin fisuras.
Han sido meses de polarización política y fractura social interna, pero tras los ataques Netanyahu ha anunciado la creación de este Ejecutivo de emergencia que perdurará mientras duren las hostilidades. A él se ha integrado el líder opositor Benny Gantz, exministro de Defensa y ex jefe del Estado Mayor.
Por si esto fuera poco, el secretario de Estado de Estados Unidos (EEUU), Antony Blinken, partió este miércoles hacia Israel para coordinar con el Gobierno de Netanyahu la ayuda estadounidense para hacer frente a Hamás en la nueva guerra de Gaza.
"Estamos decididos a asegurarnos de que Israel tenga todo lo que necesite para defenderse y para garantizar la seguridad de su pueblo. Ya está en camino la asistencia militar solicitada por Israel", señaló Blinken a la prensa antes de subir a su avión en la base militar Andrews, situada a las afueras de Washington.
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EEUU ha prometido municiones para el sistema de defensa aérea israelí de la Cúpula de Hierro y ha enviado al Mediterráneo oriental un portaaviones para disuadir a otros adversarios de Israel de entrar en el conflicto, como podría ser el caso de Irán.
El rastro de la masacre de Hamás en el sur de Israel todavía tiene conmocionada a la nación, donde los muertos israelíes superan los 1.200, más que en toda la Segunda Intifada (2000-2005); mientras la Franja de Gaza, destruida, sin electricidad ni apenas alimentos, está al borde del abismo y con los hospitales colapsados.
Las imágenes de cadáveres regados por el suelo volvieron el miércoles a las pantallas israelíes, en el kibutz de Beeri, donde los servicios de emergencia dicen que hallaron cuerpos mutilados, torturados y quemados en el lugar, semejantes a las vistas el martes en el cercano kibutz de Kfar Aza, que dieron la vuelta al mundo y generaron una gran controversia.
"Fue la mayor masacre de todas las comunidades de esta zona", afirmaba un portavoz militar. En esa pequeña comunidad de no más de 1.000 habitantes, los servicios médicos rescataron más de 1.000 cuerpos y algunos vecinos siguen desaparecidos.
Por su cercanía a Gaza, a apenas cinco kilómetros de la valla, Beeri fue uno de los primeros núcleos arrasados por el millar de milicianos que asaltaron Israel la madrugada del sábado, y fue uno de los últimos en ser retomado por completo por las fuerzas israelíes.
Gaza en el abismo
En la Franja de Gaza la situación es crítica, están al borde del abismo de otra catástrofe humanitaria, probablemente también sin precedentes. Los muertos ya suman 1.100 y los heridos superan los 5.330.
A las 14.00 de la tarde (hora local), la compañía eléctrica de Gaza cortó la electricidad de todo el enclave ante la falta de combustible. Israel mantiene un cerco implacable desde el domingo -desconectó la Franja de su red eléctrica, y cortó toda entrada de gasolina, alimentos o medicinas-; y bombardea la zona sin descanso.
El Ejército israelí ha atacado con incesantes bombardeos sobre 2.687 objetivos, muchos de ellos estructuras milicianas, pero también viviendas, mezquitas y otras instalaciones civiles. Desde que empezó la contraofensiva se han dañado 14 centros médicos y han muerto diez sanitarios. Sin luz ni medicinas, ni material médico, los hospitales están desbordados.
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"Nuestra capacidad está al límite y sólo podemos intentar mantener las vidas de los heridos", señalaba a Efe el doctor Medhat Abás, portavoz del Complejo Médico Al Shifa, el hospital más grande de la ciudad de Gaza.
Infiltraciones "terroristas"
Israel recuperó el martes el control de todo su territorio y repelió la presencia de las milicias, aunque advierte de que todavía pueden quedar "terroristas" infiltrados. De hecho, sólo el martes mató a 18 milicianos palestinos que estaban dentro o intentando penetrar en Israel y este miércoles neutralizaron otra tentativa de infiltración de cinco milicianos, matando a tres de ellos.
Con los muertos pasando la barrera de los 1.200 del lado israelí, además de 3.000 heridos, Israel aún digiere el impacto de una guerra sin precedentes que va a marcar un antes y un después; mientras todavía busca a decenas de desaparecidos rastreando las muestras de ADN de las víctimas sin identificar.
No han trascendido noticias sobre el centenar de secuestrados israelíes que las milicias islamistas mantienen dentro de Gaza, desde donde se siguen lanzando cohetes hacia Israel. El Estado judío activó de nuevo las alarmas en el centro del país, incluido el área de Tel Aviv. Uno de esos cohetes llegó a impactar en el hospital de Ashkelón.
Frontera norte
Mientras la guerra entre Israel y las milicias de Gaza se intensifica, en la frontera norte sigue escalando la tensión por cuarto día consecutivo.
Un misil antitanque fue lanzado desde Líbano contra un puesto militar israelí en Arab Al Aramshe, una comunidad a pocos metros de la frontera, sin causar daños o heridos. Desde el domingo, el grupo chií libanés Hezbolá y las facciones palestinas en territorio libanés han protagonizado varios disparos de cohetes, morteros y misiles, y al menos una infiltración en Israel; que ha respondido a todo con ataques por aire y fuego de artillería.
La violencia se ha saldado hasta el momento con la muerte de tres miembros de Hezbolá, a los que se suman algunas bajas en las filas de la Yihad Islámica Palestina (YIP) en Líbano, y tres muertos en el Ejército israelí ocurridos el lunes durante una infiltración perpetrada desde el Líbano por ese movimiento islamista.
Ningún grupo ha reclamado este miércoles la autoría del lanzamiento de misiles antitanque, si bien fue Hezbolá quien reivindicó los tres lanzamientos con ese tipo de proyectiles de los últimos días, y las milicias palestinas suelen limitarse a lanzar cohetes, no disponen de la capacidad necesaria para lanzar misiles.