El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha intervenido este jueves por videoconferencia en el Consejo Europeo

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha intervenido este jueves por videoconferencia en el Consejo Europeo Unión Europea

Europa

Ucrania cambia de estatus ante Rusia pese a que su adhesión a la UE tardará aún "muchos años"

Los líderes europeos deberán reformar internamente la Unión para acomodar el impacto financiero y político de la adhesión de Kiev.

15 diciembre, 2023 02:47
Bruselas

"La garantía de seguridad más fuerte que podemos dar a Ucrania es su ingreso en la Unión Europea", sostiene el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. Ucrania ha cambiado este jueves su estatus ante Rusia al lograr, contra todo pronóstico, que los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete aprueben el inicio de las negociaciones de adhesión. Una "fuerte señal política" de apoyo frente a la agresión del Kremlin que se produce justo cuando la contraofensiva ucraniana se ha estancado y la ayuda de Estados Unidos también flaquea.

No obstante, la entrada real de Kiev en el club comunitario todavía tardará "muchos años" y podría incluso descarrilar por el camino, como demuestra el caso de Turquía. De hecho, el inicio del diálogo ya se ha aprobado con un método muy poco ortodoxo. El primer ministro húngaro, Víktor Orbán, que amenazaba con el veto, ha salido de la sala para escenificar su abstención. "Iniciar las negociaciones de adhesión con Ucrania es una mala decisión. Hungría no ha participado en la decisión", ha dicho Orbán.

El que mejor ha explicado el sentido del gesto del Consejo Europeo ha sido el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte. "De todos modos, pasarán muchos años antes de que se produzca la adhesión, pero se trata del siguiente paso por el que Ucrania ha trabajado extremadamente duro durante una guerra que están luchando también en nuestro nombre, por nuestros valores y nuestra seguridad", sostiene Rutte.

[La UE acuerda iniciar negociaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia]

"Hoy el pueblo ucraniano está un paso más cerca de culminar sus aspiraciones de libertad y progreso, los valores que definen nuestra Unión. Seguiremos apoyando a Ucrania en este camino", ha afirmado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras felicitar por teléfono al presidente Volodímir Zelenski.

"Es una potente señal política para mostrar a la gente de Ucrania que estamos a su lado. Esta decisión de los Estados miembros es extremadamente importante para la credibilidad de la UE", alega el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. "Es un país que está en guerra desde hace casi dos años. La población ucraniana ha hecho sacrificios enormes. Pero es también un mensaje muy importante para Moscú: Europa no abandonará a Ucrania", ha señalado el belga Alexander De Croo.

"El proceso de entrar en la UE no es sencillo. Las negociaciones empiezan ahora, pero hay más de 30 capítulos que tienen que cerrarse y no será una carrera fácil. No habrá ningún tipo de atajo para Ucrania, Moldavia o Georgia", avisa el primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar.

En concreto, Ucrania deberá completar un total de 35 capítulos de negociación, lo que supone adaptar su legislación nacional a las normas de la UE en ámbitos que van desde energía, medio ambiente o transportes hasta la independencia del poder judicial o los derechos fundamentales. No se cierran las negociaciones sobre ningún capítulo hasta que todos los gobiernos de la UE estén satisfechos con los avances del candidato, lo que dará a Hungría múltiples oportunidades para seguir bloqueando.

Pedro Sánchez conversa con Charles Michel durante el Consejo Europeo de este jueves en Bruselas

Pedro Sánchez conversa con Charles Michel durante el Consejo Europeo de este jueves en Bruselas Unión Europea

"El acuerdo del Consejo Europeo representa una decisión en principio. Posteriormente, los Estados miembros también deberán acordar por unanimidad el marco de negociación específico. Además, se necesitarán un mínimo de 70 decisiones unánimes a lo largo de los próximos años para respaldar la adhesión de Ucrania a la UE", ha avisado el jefe de gabinete de Orbán.

El resultado es que pueden pasar incluso décadas antes de que Kiev entre en la UE, si es que llega a hacerlo. En el caso de Turquía, las negociaciones de adhesión empezaron en 2005, pero lo más probable es que este país nunca acceda al club comunitario. En los Balcanes, Montenegro es el más veterano en este proceso, ya que inició el diálogo en 2012, pero aún no hay fecha de entrada a la vista. Tras ocho años de negociaciones de adhesión, se han abierto 33 capítulos, de los cuales 3 se han cerrado de forma provisional.

La reforma de la UE

La adhesión de Ucrania pone además a prueba la capacidad de la UE para absorber a nuevos miembros. Con sus más de 40 millones de habitantes, Ucrania se convertiría en el quinto país más poblado de la UE, por detrás de Alemania, Francia, Italia y España y por delante de Polonia. También sería el principal beneficiario de los fondos europeos al ser una potencia agrícola con un nivel de renta muy por debajo de la media comunitaria.

Este es precisamente uno de los argumentos que ha utilizado Hungría para oponerse a la entrada de Kiev. "La rápida adhesión de Ucrania a la Unión Europea tendría consecuencias devastadoras para los agricultores europeos, el presupuesto de la UE y la seguridad europea", sostiene Orbán.

Ursula von der Leyen y Roberta Metsola conversan con Emmanuel Macron durante el Consejo Europeo de este jueves en Bruselas

Ursula von der Leyen y Roberta Metsola conversan con Emmanuel Macron durante el Consejo Europeo de este jueves en Bruselas Unión Europea

Es una preocupación que comparten la mayoría de los líderes europeos, que en la cumbre informal de Granada en octubre iniciaron las discusiones sobre las reformas internas que necesita la UE para poder acoger a Ucrania, Moldavia, Georgia y los países de los Balcanes. Una ampliación que supondría pasar de 27 a 35 miembros. 

Las primeras medidas llegarán durante la presidencia belga del Consejo de la UE, que comienza el próximo 1 de enero. Uno de los cambios más urgentes consiste en acabar con la exigencia de unanimidad y pasar a la mayoría cualificada para facilitar la toma de decisiones en todos los ámbitos. La abstención constructiva de Orbán con Ucrania supone un paso decisivo en esa dirección.