Las incógnitas en torno a la muerte de Lola en París, hallada en una maleta: la sospechosa, a prisión

La muerte de Lola Daviet, de 12 años, es una de las noticias de mayor impacto en Francia a esta hora. Su cadáver fue hallado en una maleta en París, con una profunda herida en la garganta y el cuerpo marcado con inscripciones. Entre los cuatro detenidos el viernes, cuando ocurrieron los hechos, estaba su hermana mayor, pero la principal sospechosa a esta hora es Dahbia B., una mujer sin hogar y desempleada de 24 años.

La fiscalía acusa a Dahbia B. de "asesinato y violación de una menor de 15 años con actos de tortura y barbarie", informa Le Monde. Se encuentra en prisión preventiva. Otro de los arrestados ha sido imputado, mientras que los otros dos, entre ellos la hermana de Lola, han sido puestos en libertad sin cargos. 

La prensa francesa describe a Lola como una niña alegre apasionada por la gimnasia. Su madre denunció en una comisaría cercana al domicilio su desaparición el viernes por la tarde, a las 15:30 horas, en vista de que no regresaba de clase.

De inmnediato de inicia la investigación y las cámaras de videoviligancia del edificio revelan que Lola sí había regresado, en torno a las 15:00 horas. Pero Lola no estaba sola, sino con una veinteañera desconocida a la que más tarde se ve salir del barrio visiblemente alterada y tratando de mover una pesada maleta. Las imágenes circulan por redes sociales.

¿Premeditado?

Gracias a testimonios de transeúntes, la policía logra encontrar a la sospechosa en un suburbio de París, pero no cooperaba. Su estado de alteración hizo imposible una declaración. Su nombre no estaba en los archivos, su expediente estaba limpio.

Las pesquisas descartan uno de los rumores que con más fuerza se ha difundido en las últimas horas, relacionado con que podría tratarse de un caso de tráfico de órganos. Lo que sí ocupa a los responsables de esclarecer los hechos es si se trata de un crimen impulsivo o premeditado, si la asesina conocía a la víctima; si acaso la víctima podría haber sido cualquier otro menor. 

Este domingo, frente al 119 de rue Manin, donde vivía Lola, decenas de anónimos dejaron ramos de flores. Hay intranquilidad en el barrio y entre los padres ante la posibilidad de que no se trate de un hecho aislado. No lejos de allí, este sábado por la tarde desapareció también una niña de 11 años. A las pocas horas fue encontrada en perfecto estado. Había escapado de sus padres.