
Donald Trump realiza unas declaraciones a bordo del Air Force One este domingo. Reuters
Trump exige a la Fed una bajada de tipos mientras "50 países" se abren a negociar los aranceles y evitar la guerra comercial
Taiwán dice que no aplicará aranceles recíprocos, Vietnam pide retrasar 45 días los gravámenes y algunos socios europeos mandan representantes a Washington.
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El desplome de las bolsas de todo el mundo por culpa de sus aranceles inquieta a Donald Trump. Por ello, el presidente estadounidense ha reclamado este lunes a la Reserva Federal que baje los tipos de interés. Además, ha vuelto a cargar duramente contra China, a quien ha calificado de ser el "mayor abusador" por haber contestado a los gravámenes impuestos por Washington con una subida de aranceles del 34%.
"Los precios del petróleo han bajado, las tasas de interés han bajado (¡la lenta Reserva Federal debería recortarlas!), los precios de los alimentos han bajado, no hay inflación, y Estados Unidos, abusado durante tanto tiempo, ingresa miles de millones de dólares semanales de los países abusadores con aranceles ya vigentes", ha disparado Trump en un mensaje publicado en la red Truth Social. "¡Ya han ganado bastante, durante décadas, aprovechándose del viejo y bueno Estados Unidos!", ha añadido en relación a Pekín.
Unas palabras que se registran después de que sus principales asesores económicos hayan defendido los aranceles a lo largo de todo el fin de semana. "El hecho es que los países están furiosos y adoptando represalias, pero por otro lado también se están abriendo a negociar. Anoche recibí un informe del Representante de Comercio que indica que más de 50 países han contactado con el presidente para empezar una negociación", reveló Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, rechazando la idea de que el bolsillo de los consumidores estadounidenses se vaya a ver afectado por los gravámenes a los productos importados.

Una protesta contra Trump en Los Ángeles. Reuters
En una línea similar se manifestó Scott Bessent, secretario del Tesoro, que en otra entrevista aseguró que ese medio centenar de países pretende "reducir los aranceles y poner fin a la manipulación de sus divisas". Y aunque todas las declaraciones que emanan de la Administración de Donald Trump hay que cogerlas con pinzas debido a su volatilidad y cambios de parecer, lo cierto es que algunos Estados, sobre todo en Asia, sí han manifestado públicamente su intención de buscar una solución negociada para esquivar la guerra comercial.
Taiwán ha sido uno de ellos. El mandatario del país asiático, William Lai, anunció el domingo que no tomará represalias contra los aranceles del 32% impuestos por Trump a las importaciones isleñas, que representan el 23,4% de sus ventas al exterior, y que ya se ha creado un equipo para iniciar conversaciones formales con su socio. "Las inversiones de empresas taiwanesas en EEUU continuarán sin cambios, siempre que se ajusten a nuestros intereses nacionales", proclamó, al mismo tiempo que pidió eliminar las "barreras" comerciales existentes entre Taipéi y Washington.
Vietnam, por su parte, reclamó a Trump que retrase al menos 45 días la entrada en vigor del 46%, que debería empezar a aplicarse a partir del miércoles de esta semana. El secretario general del Partido Comunista, To Lam, envió al mandatario republicano una carta solicitándole que nombre a un representante para dirigir las negociaciones con el viceprimer ministro, Ho Duc Phoc, con el fin de llegar a un acuerdo "lo antes posible" y "en beneficio de ambos pueblos y para contribuir a la paz, la estabilidad y el desarrollo en la región y en el mundo".
"Acabo de tener una llamada muy productiva con To Lam, que me dijo que Vietnam quiere reducir sus aranceles a CERO (para las importaciones estadounidenses) si logra llegar a un acuerdo con los Estados Unidos (...). Le dije que esperaba una reunión en el futuro cercano", confirmó el propio Trump a través de un mensaje en la red Truth Social.
Shigeru Ishiba, primer ministro de Japón, uno de los aliados más cercanos de Washington en Asia, también abrió la puerta a un acuerdo con Trump. El mandatario, en una intervención ante el parlamento, dijo que el Gobierno está reclamando la rebaja de los aranceles, pero reconoció que los resultados "no serán inmediatos". Ishiba se mostró dispuesto a visitar EEUU para reunirse con el mandatario republicano lo antes posible, aunque avisó: "Pero mientras tanto debemos preparar un paquete de medidas con lo que Japón podría hacer".
Mensajes contradictorios
En Europa, a la espera del anuncio de una respuesta comunitaria contundente, algunos países se empiezan a mover por su cuenta para abrir vías de diálogo con Washington. Suiza, que no tiene previsto imponer gravámenes recíprocos a los productos estadounidenses del 31%, ya ha enviado a un representante a Washington para negociar con la Administración Trump. "El objetivo de la diplomacia comercial suiza es explicar la situación a los socios americanos y disipar eventuales malentendidos", indicó el Ministerio de Economía helvético en un comunicado.
La ministra de comercio de Países Bajos, Reinette Klever, pidió este lunes a sus socios europeos que acuerden una respuesta mesurada al terremoto económico de Trump. "Necesitamos sentarnos a la mesa con los estadounidenses y ver cómo podemos rebajar estos aranceles", apuntó. "Debemos mantener la calma y responder de forma que reduzca la tensión. Los mercados bursátiles muestran ahora mismo lo que ocurrirá si intensificamos la situación de inmediato", añadió en relación al hundimiento generalizado de las bolsas. Sin embargo, no descartó "contramedidas si son necesarias para que los estadounidenses se sienten a la mesa".
El Parlamento europeo detalló este lunes a través de un comunicado que un grupo de cinco eurodiputados viajará este miércoles a EEUU para establecer contactos con congresistas estadounidenses y abordar las relaciones comerciales entre ambos bloques."Se espera que los debates se centren en la evolución de la situación en Europa, especialmente en relación con Ucrania, así como en el comercio bilateral, la cooperación UE-OTAN, el futuro de los lazos transatlánticos y las relaciones con China", se explicó en la nota.
Scott Bessent, el secretario del Tesoro de EEUU, no descartó la posibilidad de llegar a acuerdos con los países que así lo pretendan y rebajar el impacto de los aranceles. "Esperaremos a ver qué se nos ofrece y si nos lo creemos", resumió en una entrevista en la cadena NBC este domingo, matizando que "después de décadas de mal comportamiento uno no puede hacer borrón y cuenta nueva".
Sin embargo, el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, advirtió en otra entrevista con la CBS que los nuevos aranceles no estarán sujetos a posibles negociaciones. "No habrá aplazamiento. Las reglas no están equilibradas y el presidente Trump lo va a arreglar", indicó. "Este no es el tipo de cosas que se pueden negociar en unos pocos días o unas pocas semanas", replicó Bessent, quien sugirió que los aranceles estarán en vigor al menos varios meses.