El senador que sacó su arma en un mitin de Alabama gana al candidato de Trump
La victoria de Moore, un evangelista que quiere votar en contra de todas las leyes que vayan contra Dios, ha supuesto el primer revés político para Trump en unas elecciones.
27 septiembre, 2017 08:11Noticias relacionadas
El presidente de EEUU, Donald Trump, ha recibido su primer revés electoral desde que llegó a la Casa Blanca con la derrota de su candidato en las primarias republicanas para cubrir el escaño del Senado por Alabama que dejó vacante el actual fiscal general, Jeff Sessions.
Con un 93% de los recintos escrutados, el radical Roy Moore, exjuez del Tribunal Supremo de Alabama, obtuvo un 54,6% de los votos, mientras que el ex fiscal general del estado Luther Strange, candidato oficialista respaldado por Trump y Sessions, obtuvo el 45,4%.
Moore, que se medirá con el demócrata Doug Jones el próximo 12 de diciembre, es un evangelista que cita la Biblia a menudo, que fue expulsado del Tribunal Supremo de Alabama por desafiar órdenes judiciales y con posiciones respaldadas por el exestratega de la Casa Blanca Stephen Bannon, muy vinculado al supremacismo blanco.
El candidato republicano ha prometido bloquear cualquier asunto en el Senado que vea contrario a la ley de Dios sobre la Constitución de los Estados Unidos.
Strange, por el contrario, era el candidato del aparato del partido, un republicano convencional del Sur, que ya sustituía a Sessions de forma provisional en el Senado desde febrero y quien además de Trump, también tenía el respaldo de gran parte de la comunidad empresarial.
Trump se había implicado personalmente en la campaña de Strange, acudiendo el pasado viernes a un multitudinario mitin en Alabama y con numerosos mensajes de apoyo en Twitter.
Hoy, tras conocerse los resultados, Trump felicitó al vencedor y le instó a ganar también al demócrata Jones: "Felicidades a Roy Moore por su victoria en las primarias republicanas en Alabama. Luther Strange empezó muy atrás e hizo una buena campaña. Roy, ¡gana en diciembre!".
El presidente había salido airoso hasta la fecha de todas las convocatorias electorales de los últimos meses para sustituir a congresistas que dejaron sus escaños para incorporarse a su Gabinete.