Quién es el General Lee, el símbolo que reabre la herida del racismo en EEUU
Dos versiones diferentes de su historia han suscitado que algunos lo apoyen por censurar la esclavitud y que otros lo critiquen por ampararla.
15 agosto, 2017 03:09Noticias relacionadas
Abolicionista para unos y esclavista para otros, la figura del general Robert Edward Lee (1807-1870) se ha convertido recientemente en el pretexto para la disputa entre los supremacistas blancos y simpatizantes de extrema derecha, y aquellos que abogan por la integración de todos las personas como ciudadanos de pleno derecho independientemente de su color de piel.
Este sábado, miles de defensores de los valores confederados se manifestaron en el pequeño pueblo de Charlottesville, Virginia, para protestar contra la iniciativa del ayuntamiento de retirar la estatua del general Lee. Durante las protestas, los supremacistas se enfrentaron contra aquellos que defienden apartar el monumento porque lo consideran símbolo del racismo y la esclavitud.
El resultado de la contienda: tres muertos, 45 heridos, pánico, y la imagen palpable de que la herida del racismo sigue abierta siglo y medio después de la guerra civil entre los estados del norte y los estados del sur. A pesar de que a mediados de los años 60 se aboliera la segregación racial por ley, el estigma sigue latente.
La historia en torno a la figura del general Lee, que luchó en ambos bandos, cuenta con dos versiones un tanto antagónicas. Motivo de este dualismo histórico, su papel en la historia de los Estados Unidos adquiere interpretaciones diferentes: para los supremacistas Lee es un símbolo de los estados del sur que además luchó contra la esclavitud. Para otros, es un claro ejemplo del estereotipo sureño de hombre castrense que utiliza esclavos para labrar sus fincas.
Al igual que España, Estados Unidos también tiene una deuda pendiente con la memoria histórica, aunque allí ni siquiera existe una regulación específica al respecto El país está atravesando un periodo de debate trascendental en torno a retirar o reinterpretar los símbolos confederados, ya para muchos encarnan ideales vinculados con el racismo. La figura del general Lee es el mejor ejemplo de ello.
El vástago de un ‘patriota americano’
Hijo de Henry Lee, insigne combatiente de la Guerra de Independencia y uno de los primeros ‘patriotas americanos’ -aquellos colonos que se rebelaron contra el control británico-, se graduó con la segunda mejor puntuación de la clase en la Academia Militar West Point, según el Chicago Tribune. Además recibió numerosas condecoraciones por su papel destacado en las batallas de la guerra contra México.
Mientras las tensiones sur-norte se acrecentaban y la sombra de la guerra civil comenzaba a cernirse sobre el territorio americano, Robert E. Lee fue llamado a formar filas en Washington para combatir por la Unión de los estados del norte. Esto suponía combatir contra su propio estado, el de Virginia, el cual estaba integrado en la recién formada Confederación que aglutinaba los estados del sur.
Más tarde, Lee aceptó el cargo de general en las fuerzas Confederadas, y a pesar de su escasa experiencia liderando tropas, ganó importantes batallas contra la Unión debido a la incompetencia del general del bando rival George McClellan. No obstante, pocas semanas después fue derrotado en la batalla de Gettysburg debido a una nefasta planificación. Mandó a sus tropas a un campo descubierto donde 7.500 soldados murieron.
Tras perder esta contienda, la cual equilibró muy favorablemente la balanza hacia los unionistas, Lee presentó la rendición de la Confederación ante Ulysses S. Grant, el célebre general de la Unión en 1865.
¿Abolicionista o esclavista?
Debido a su carrera militar, Lee no contaba con muchos ahorros para su jubilación. Sin embargo, se casó con una mujer cuya familia, los Custis de Arlington, era una de las más ricas de Virginia y tenía decenas de esclavos que eran explotados para la labranza. Cuando el suegro de Lee murió, dejó el ejército para dedicarse a gestionar el patrimonio de esta familia, y se encontró con la resistencia de los esclavos que esperaban ser liberados.
Los documentos históricos muestran que el militar era cruel con sus esclavos. Animó a que fueran severamente golpeados y rociados con salmuera después de haber intentado escapar. Uno de ellos dijo que Lee era uno de los hombres más malvados que había conocido.
En una carta de 1856, sin embargo, Lee escribió que la esclavitud es "un mal moral y político". “Los negros que pertenecen a los ciudadanos no son objetos de intercambio”, indicó. En la misma misiva también expresó que Dios sería el responsable de la emancipación de los esclavos y que los negros eran mejores en los Estados Unidos que en África. De esta manera, y pese al trato vejatorio a sus siervos, Lee entendía el perjuicio moral que supone la esclavitud.
Después la victoria de la Unión, los estados del norte se pusieron manos a la obra para la reconstrucción y unificación del país. Mientras tanto, los hijos de la derrota, los sureños, reescribieron su propia versión de la historia. De este modo, la ‘Sociedad Histórica del Sur’ otorgó un nuevo papel histórico al General Robert Lee: ‘El Salvador del Sur’. Uno de sus más antiguos oficiales escribió: “La divinidad en el seno de Lee brillaba traslúcida a través del hombre y de su cuerpo”.
Esta revisión histórica ha construido un relato alternativo que ha hecho creer a muchos supremacistas blancos que el general Lee fue una figura caballeresca, un genio militar y un moderado. Algunos incluso consideran que ha sido un oponente declarado de la esclavitud. Según Libération, esta imagen se ha visto alimentada a partir de los años 20 por películas de éxito, como El nacimiento de una nación (1905) o Lo que el viento se llevó (1939), libros, estatuas, calles y escuelas con su nombre con el objetivo de restaurar el honor tradicional tanto de él, como de los estados del sur.
La narrativa de ‘la causa perdida’
Después de la guerra civil, Lee se posicionó en contra de construir monumentos confederados en su honor. Él sólo quería que la nación saliera adelante y superara al trauma de la guerra. Pero después de su muerte y a causa del revisionismo histórico, algunos sureños adoptaron la narración de "la causa perdida" sobre la guerra civil y convirtieron a Lee en un símbolo de la Confederación.
Este argumento sostiene que en el sur eran conscientes de que iban a perder la guerra, aunque decidieron combatir de todos modos por principios y honor. Además, defiende que la guerra no era por la esclavitud, sino por los ideales constitucionales. A medida que creció la popularidad de la narración de "la causa perdida", los defensores rindieron pleitesía a Lee, ignorando sus deficiencias como general y su papel como propietario de un esclavos.
Actualmente, muchos ciudadanos, especialmente negros y latinos, han comenzado a presionar a las instituciones públicas para desmantelar la estatua de Lee y otros símbolos de la Confederación en lugares como Nueva Orleans, Houston o Carolina del Sur. Estas demandas, que se han intensificado últimamente a partir de los últimos altercados en Charlottesville, pretenden restañar de una vez por todas las heridas de la guerra, de la segregación racial y desmentir la narrativa revisionista.
El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, ha dicho este lunes que el "malvado ataque" del sábado en Charlottesville cumple los preceptos legales para ser considerado "terrorismo".
Mientras, Trump condenó los sucesos a través de su cuenta personal de Twitter: "TODOS debemos estar unidos y condenar el odio. No hay lugar para este tipo de violencia en Estados Unidos. ¡Unámonos como uno solo!", un mensaje que para muchos no fue lo suficientemente contundente. Sin embargo, este lunes, y tras las criticas, el presidente de EEUU se ha visto obligado a poner nombres y apellidos a los responsables de los choques violentos.
We ALL must be united & condemn all that hate stands for. There is no place for this kind of violence in America. Lets come together as one!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 12 de agosto de 2017