La bienvenida de Brasil a Bolsonaro: medio país lo venera y el resto aguarda sus 20 causas pendientes

Con Bolsonaro de vuelta, el Estado brasileño ha emprendido una serie de investigaciones ligadas a casos abiertos desde el inicio de su mandato hasta este mismo enero, cuando presuntamente alentó el asalto a la plaza de los Tres Poderes de la capital el 8 de enero. Los ficheros, que alcanzan la veintena, incluyen la difusión de desinformación sobre el proceso electoral que lo destituyó a finales de 2022.

Existen seis investigaciones judiciales relacionadas con la gestión de la pandemia de su administración, el ejercicio de desinformación de su gabinete, la filtración de información clasificada o la recepción ilegal de paquetes del rey de Arabia Saudí —según una noticia de este mismo martes habrían sido tres los estuches de joyas, y no dos—, entre otras materias.

El expresidente Jair Bolsonaro saluda desde la sede del Partido Liberal en Brasilia, este jueves. Reuters

Otras doce pesquisas se refieren al cuerpo electoral, y si resultan en condena podrían inhabilitar a Bolsonaro como candidato a presidente durante ocho años. Los resultados de estas investigaciones, además de terminar con una carrera política de 33 años, podrían acabar en arresto del expresidente ultraderechista.

Pese a las tramas que lo enredan, Jair Bolsonaro tiene ganada a la segunda mitad del país que gobernó —un 49,1% del electorado de los comicios de octubre de 2022—. La mañana del jueves, cuando en Brasilia apenas amanecía, el aeropuerto de la capital federal rebosaba de seguidores con máscaras del expresidente, ondeando los colores verde y amarillo, y portando los estandartes azules del Partido Liberal (PL). Cerca, centenares de simpatizantes formaban caravanas en las carreteras aledañas.

Un cabezón con la apariencia de Bolsonaro espera al expresidente en el aeropuerto de Brasilia. Reuters

Sin embargo, Bolsonaro abandonó el aeropuerto justo después de aterrizar, saliendo por un pasadizo que da acceso al hangar de la Policía Federal. Se dirigió directamente a la sede del PL, donde organizó un acto con amigos y compañeros de partido al que la prensa no tuvo acceso. En la reunión se anunció que la próxima semana será coronado como presidente de honor de la formación política.

Pero la participación del expresidente en el futuro del partido no implicará "el liderazgo de ninguna oposición", confesó en una entrevista a CNN Brasil el miércoles, aún en EEUU. De vuelta en su país, Bolsonaro aprovechó su primer pronunciamiento para advertir que los que están ahora en el poder no van a hacer lo que quieran con el país, e incidió en que los suyos son mayoría en el parlamento.

Jair Bolsonaro va a seguir en el panorama político brasileño, y su partido cuenta con 99 de los 513 diputados y 12 de los 81 senadores de la legislatura. "Le mostraremos a esa gente que por poco tiempo estarán en el poder, que no van a hacer lo que quieran con el futuro de la nación", advirtió al gobierno de Lula.

Según el presidente del PL, Valdemar Costa Neto, Jair Bolsonaro y su esposa Michelle, presidenta del capítulo femenino del partido, recorrerán Brasil a partir del segundo semestre de este año centrados en las elecciones municipales de 2024, informa la Folha de S. Paulo.

El expresidente de Brasil, en el interior de un coche frente a su casa después de llegar al país. Reuters

Bolsonaro post-Bolsonaro

El que fuera presidente de la 38ª legislatura brasileña y líder de una administración ultraconservadora entre 2019 hasta el primer día de este año abandonó Brasilia el 30 de diciembre de 2022 con su mandato aún en curso. El autoexilio de Jair Bolsonaro en Florida pilló inadvertido a Brasil, que esperaba su asistencia el 1 de enero a la toma de posesión de Lula, en la que es tradición que el saliente entregue al nuevo mandatario la banda presidencial.

Ahora, 89 días después, el expresidente tiene entre sus expedientes abiertos un fichero por difundir desinformación tras su destitución a favor de Lula, cuya victoria criticó como resultado de un fraude electoral y de un robo de la izquierda. Llegó a filtrar información clasificada en su intento por demostrar las carencias del sistema de votaciones.

Seguidores de Jair Bolsonaro celebran el regreso del expresidente a Brasil, este jueves. Reuters

Otro dosier que el Estado investiga es la presunta contribución de Bolsonaro a la formación del movimiento extremista que atacó las instituciones de la democracia brasileña —Palacio del Planalto, el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal— el pasado 8 de enero a imagen y semejanza del asalto al Capitolio estadounidense ocurrido un año atrás. El expresidente negó implicaciones en los hechos inmediatamente después de que sucedieran, pero aunque condenó los actos denunció las supuestas injusticias del proceso electoral que había puesto fin a su mandato.

Jair Bolsonaro es acusado de otras causas relacionadas a su presidencia entre 2019 y 2022. Durante su mandato, su gabinete gestionó la pandemia con medidas que han sido criticadas por desencadenar una tragedia sin precedentes en el país, en la que se llegó a atar a los pacientes para intubarlos sin sedantes. También se atribuye a su administración la crisis humanitaria en el territorio indígena de los yanomami.

A estos escándalos se suma la noticia de la mañana del martes de que Bolsonaro recibió un tercer estuche de joyas saudíes durante su viaje al reino wahabí en 2019, que se suma a los otros dos paquetes que recibió en su visita de 2021, y por los que la policía lo ha citado para declarar el próximo miércoles 5 de abril.