Steve Bannon, exasesor de Trump, se entrega tras su imputación por desacato al Congreso de EEUU
El exasesor de Donald Trump se había negado a comparecer ante el comité investigador del asalto al Capitolio del pasado 6 de enero.
15 noviembre, 2021 18:31Noticias relacionadas
Steve Bannon, exasesor del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, se ha entregado este lunes en la oficina del FBI de Washington después de haber sido imputado de dos cargos por desacato al Congreso de los Estados Unidos al no haber respondido a una citación del comité legislativo que investiga el asalto al Capitolio de enero pasado.
A sus 67 años, encara un cargo por su negativa a comparecer ante ese comité, mientras que el segundo es por no querer entregar documentos.
Según recogen medios estadounidenses, la acusación por desacato al Congreso puede acarrear entre 30 días y un año de prisión, así como una multa de entre 100 y 1.000 dólares.
La imputación formal se produjo el pasado viernes después de que el 21 de octubre la Cámara de Representantes de EEUU declarara en desacato a Steve Bannon por rehusar comparecer ante el comité investigador del asalto al Capitolio del pasado 6 de enero por parte de una turba de seguidores de Trump.
El asunto pasó al Departamento de Justicia, que debía decidir si seguir adelante con el proceso.
En este tiempo el fiscal general de EEUU, Merrick Garland, ha sido blanco de todo tipo de presiones políticas para imputar a Bannon por la vía judicial tras la decisión del Congreso.
El fiscal para el Distrito de Columbia, Matthew M. Graves, recordó en la citación que considera que el asesor del expresidente cuenta con información relevante sobre lo ocurrido. Un caso penal contra Bannon podría tardar años en resolverse ante la Justicia.
El pasado 6 de enero, cinco personas murieron y cerca de 140 agentes fueron agredidos por manifestantes trumpistas, que irrumpieron en el Capitolio armados con hachas, bates y palos de hockey, entre otros objetos, según datos de las autoridades.
El asalto se produjo después de un mitin en el que Trump se negó a aceptar su derrota en las elecciones de noviembre e instó a sus seguidores a marchar hacia la sede del Congreso, donde los legisladores estaban reunidos para certificar la victoria electoral del actual presidente, el demócrata Joe Biden, quien llegó a la Casa Blanca el 20 de enero.