Mercedes Wullich, fundadora de Las Top 100: “Que salgamos de la zona de confort tiene que ser idea de un hombre”

Mercedes Wullich se sienta ante el micrófono, en compañía de Cruz Sánchez de Lara y Charo Izquierdo en un nuevo capítulo del pódcast Arréglate que nos vamos.

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Asegura Cruz que “la libertad es el mejor camino para construir aquello que hace falta para abrirle las puertas a las mujeres que no tienen las mismas oportunidades”.

Y añade: “De mujeres y oportunidades sabe mucho nuestra invitada de hoy, una mujer que dedica su tiempo a generar espacios en los que ellas pueden encontrarse. Además, avanzo que ahora que están tan de moda el mentoring, ella es mi mentora”.

Charo Izquierdo introduce a la invitada “que es una mujer que se define a sí misma con la frase ‘soy lo que hago’ y eso nos invita a ir directos a la acción.

Fundadora de Las Top 100

Y continúa: “Me hace especial ilusión presentar a Mercedes Wullich, periodista, empresaria, consultora, mentora de muchas mujeres, fundadora de Mujeres y cía.com, fundadora de Las Top 100 Mujeres Líderes en España, y algo que me gusta especialmente que es aceleradora de mujeres”.

Izquierdo también destaca su labor como periodista. “Me llamó especialmente la atención un titular de un artículo de Mercedes que decía: No supongas, pregunta, te hará más sabia y menos soberbia”.

“Últimamente digo que cada vez me gusta más la gente que tiene muchas preguntas, y no la que tiene todas las respuestas. Y eso tiene que ver con la soberbia, con la curiosidad, que también para mí es una palabra vital. En definitiva es un concepto que es como encender una campanita que te suena y dices: ¡Ah! Esto lo podría ver de otra manera, podría tener otro abordaje”, aclara Mercedes Wullich.

Síndrome de la impostora

“El síndrome de la impostora es quizás una de las principales asignaturas con la que te manejas en la mentoría de mujeres”, pregunta Cruz Sánchez de Lara a la invitada.

“Eso es especialmente con las mujeres que suelen ser el 95% de mi público en mentorías, pero también algunos hombres”, apostilla Wullich.

“En las mujeres esto ocurre un poco más por defecto. Culturalmente tenemos una mochila que tiene que ver con lo que aprendimos porque hemos atravesado gran parte de nuestra vida en un lugar y tenemos que cruzar a la otra orilla con otro traje, con otra compostura, con otra manera de ver las cosas y de abordarlas, que tiene más que ver con lo que nos hace palpitar, con aquello que forma parte de nuestra razón de ser”.

En qué eres una crack

Y añade: “Yo suelo preguntarle a las mujeres en qué eres una crack”.

“¿Y tú, quién eres?”, le pregunta Charo Izquierdo.

“Yo soy una periodista, que me viene de familia. Mi abuela era periodista. Tengo una foto de ella en 1900 en la puerta del diario La Razón de Argentina. Si mi madre era una rara avis porque trabajaba fuera de casa, imagínate mi abuela que era de armas tomar”, asegura Wullich.

Y continúa: “Las Cortajarena tenían sobre todo, una voluntad enorme y mucha libertad. Escribiendo una novela que tengo en un cajón, que espero poder avanzar este año, descubrí que en realidad eran libres porque tenían dos enormes coartadas: o viudas o solteronas”.

“Muy buen título para una novela”, afirma Charo Izquierdo.

“¿Y en qué eres una crack Mercedes?” Le pregunta Cruz. “Pues te diré que en mirar a las mujeres porque he tenido esa campanita desde mis 17 años por lo que había visto en mi casa y darme cuenta de que la vida del resto de las mujeres era bastante diferente a lo que yo había visto. Esto me permite mirar de una manera más concreta y analítica y encontrar patrones. Creo que soy una crack cambiando la perspectiva a las mujeres.” concluye Mercedes.

“El que inventó lo de que las mujeres tenemos que salir de la zona de confort tiene que haber sido un hombre con problemas”, añade.

Éxito y poder

Cruz pone sobre la mesa el tema del éxito y el poder. “De cara a las jóvenes es como algo que compras en una tienda, como dos cosas que garantizan la felicidad”.

“Efectivamente, esto hace mal a las mujeres que tenemos más imposiciones que las que tienen habitualmente los hombres. Cuando les pregunto a las mujeres que les gustaría y empiezan a contarme imprecisiones, les digo: ¡reduce, achica, quédate con el corazón de eso y a partir de ahí, lo vas haciendo tuyo!

“¿Los hombres saben 'achicar' mucho más?”, pregunta Charo.

“Cuando hablamos de liderazgo y se hace diferencia entre liderazgo masculino y liderazgo femenino, al final yo creo que parte de los problemas son los mismos y parte de las soluciones también”, concluye Mercedes Wullich.