Botas UGG: descubre el origen de este calzado mítico del invierno

Muy similares a las zapatillas rellenas de borrego y a unas pantuflas con forma de botín, las UGG son uno de esos calzados que puedes amar u odiar por su diseño, pero cuya comodidad ha conseguido conquistar a cientos de rostros conocidos en todo el mundo.

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¿La razón? Se trata del calzado más cómodo y calentito que existe y si a eso le añadimos que sus diseños cada vez son más innovadores, entonces no cabe duda de que nos encontramos ante una de las marcas de calzado con más éxito del mercado.

Una marca que nació en Estados Unidos, pero cuyo modelo de piel de oveja tiene realmente su origen en Australia y en concreto en sus playas.

Un tipo de bota de borrego que ha pasado año tras año convirtiéndose en un auténtico imprescindible atemporal y que cuenta con una gran legión de seguidores.

Entre ellos no faltan numerosas celebridades como Kate Moss, Charlize Theron o Cameron Diaz, además de fanáticas de las nuevas tendencias y rostros españoles como Paula Echevarría, Sara Carbonero o Patricia Conde, entre otras.

Pero aún a pesar de su fama mundial, pocos son los que conocen la realidad sobre su origen e historia. A continuación te desvelamos la realidad que se esconde tras la marca UGG.

El origen y la historia de las botas UGG

La historia de UGG Australia comenzó en 1978 cuando un joven surfista australiano decidió fundar una marca bajo este mismo nombre en las costas del Sur de California.

Sus orígenes los habían convertido en un gran admirador de la piel de oveja y estaba convencido de que algún día el mundo también la admiraría.

Este surfero llegó por aquel entonces a Estados Unidos con una bolsa llena de botas de piel de oveja y fue precisamente en esa nueva casa que encontró entre los surferos de California, donde la marca UGG Australia comenzó a coger forma.

Tanto que a mediados de los 80 la marca UGG se había convertido en un verdadero símbolo de la cultura desenfadada del Sur de California, impulsada por las tiendas de surf de todo el litoral.

Aún así, no fue hasta principios de la década de los 2000, cuando UGG consiguió revolucionar el mundo de la moda neoyorquina al convertir sus botas y zapatillas en elegantes caprichos que adornaban las páginas de la revista Vogue.

Fue a partir de este momento cuando las apariciones en medios de este calzado y en revistas de alta calidad, comenzaron a ser cada vez más frecuentes, haciendo que su reconocimiento se incrementara cada vez más.

En 2006 UGG vio abiertas las puertas de su primera tienda de la marca en el Soho, un evento que dejó una gran huella en Nueva York, la capital mundial de la moda.

Una apertura a la que se le seguirían en 2008 las de Westfield y Covent Garden, en Londres, para así aumentar su proyección internacional en Reino Unido y también en Tokio, con la apertura de una tienda en Omotesando Hills.

Una lista de tiendas a las que en 2012 se uniría también una localización parisina en Le Marais.

A esta expansión internacional se fue sumando una verdadera revolución en el mundo de la moda, sobre todo al unirse UGG con Jimmy Choo para crear una atrevida colección cápsula.

En 2010 fue el turno de Swarovski, una alianza con la que las UGG se hicieron famosas por sus brillos tan característicos y diseños personalizados con estos elegantes cristales.

Una auténtica historia de superventas que ha conseguido convertir a estas zapatillas que en la década de los 60 usaban los surfistas para abrigarse mientras esperaban las olas en las playas australianas, en un auténtico icono de la moda.

Hasta el punto de que en 2013 UGG Australia celebró sus 35 años con cifras de ventas récord que alcanzaron los 735 mil millones de euros.