Ni Formentera ni Ibiza: la isla española más desconocida con playas paradisíacas y piscinas naturales de agua cristalina
Se trata de una pequeña isla en cuyo interior alberga lugares únicos, con paisajes volcánicos y aguas turquesas que destacan por su transparencia.
4 junio, 2024 18:05Es muy habitual que cuando pensemos en las vacaciones tengamos una serie de sitios en mente. Mientras que si buscamos salir de España, se nos vengan a la cabeza islas como Cerdeña o Santorini; en la propia península los nombres más resonados son aquellos a los que acuden todos los turistas, como Formentera o Ibiza.
Lo que no sabemos es que nuestro país tiene mucho más que lo que llevamos toda la vida viendo y visitando. Destinos paradisíacos que nos demuestran que no hace falta salir de España para disfrutar de imponentes formaciones rocosas o playas cristalinas que se adentran en la naturaleza, sino que lo tenemos más cerca de lo que pensamos.
Las Islas Canarias son una de esas joyas españolas de las que, por lo general, presumimos poco. Un archipiélago que nos regala paisajes naturales tan distintos entre ellos como desiertos, volcanes, bosques y playas que parecen sacadas de una película, sobre todo, cuando puedes respirar tranquilidad en ellas. La isla del Hierro es uno de esos lugares que nos hace olvidar, un refugio para desconectar de la ajetreada vida actual y disfrutar del clima veraniego que reina durante todo el año.
El Hierro, Canarias
El Hierro es la isla más pequeña de las Islas Canarias. De las siete, es la que está más al oeste y comparte el mismo clima que el resto, por no hablar de la belleza que le caracteriza. Es considerada como "la más joven de todas", pues emergió hace tan solo 1,1 millones de años.
Aunque sea una de las islas más desconocidas, pequeñas y "jovenes" de España, cuenta con una historia que ha construido con el paso de los años una seña de identidad única. De hecho, fue el territorio en el que Cristóbal Colón paró durante 17 días para coger provisiones de agua y alimentos en 1493, mientras que, al mismo tiempo, estaba a la espera de vientos mejores que lo impulsaran a las Américas.
La isla de El Hierro también es una de las islas menos poblada de las Islas Canarias, con apenas 10.000 habitantes; sin embargo, su diversidad biológica y cultural consiguió que en el año 2000 fuera declarada Reserva Mundial de la Biosfera, por la UNESCO.
A pesar de que quienes la conocen sea por el nombre de El Hierro, hay quienes también la llaman Isla del Meridiano debido a que, durante siglos, estuvo considerada como el punto más occidental del mundo conocido. Se atribuye al astrónomo y astrólogo Ptolomeo haber situado el Meridiano Cero en Punta de Orchilla, hasta que en 1884 fue trasladado a su actual ubicación, Greenwich.
Que sea una de las islas más pequeñas no es un obstáculo para encontrar en ella una sorprendente variedad de paisajes, cada uno de ellos más increíble que el anterior. Es una opción ideal para quienes buscan abarcar mucho en sus viajes gracias a que, al contar con distancias cortas, podemos disfrutar de diferentes planes en el mismo día: playas, senderos y piscinas naturales únicas.
El 58% de su superficie protegida nos demuestra los rincones mágicos que tiene el lugar, que es perfecto para unas vacaciones, pero también para diferentes grupos de aficionados, en especial, al buceo. El Hierro es considerado como uno de los mejores lugares del planeta para practicar submarinismo.
Son varios los factores que provocan que ostente el título, principalmente, que en el territorio se sitúa una de las tres Reservas Marinas de las Islas Canarias. Añadido a ello, la transparencia de sus aguas permite alcanzar una visibilidad de hasta 30 metros, a lo que se une la gran variedad de especies y espectaculares paisajes volcánicos submarinos.
El Charco Azul y Pozo de las Calcosas
Una de las piscinas naturales que destaca dentro de El Hierro es El Charco Azul, en la mitad de El Golfo, que es como se conoce a la costa de la isla. Precisamente, su nombre se debe a las aguas transparentes de color turquesa, que llaman la atención a todo aquel que tiene la suerte de contemplarlo.
Se trata de una poza de aguas cristalinas inmersa en una cueva, bajo el acantilado volcánico. Su belleza ha conseguido que se acondicione la zona para el turismo, por lo que dispone de escaleras, protecciones frente al mar, baños públicos y bares para comer.
El acceso a la poza es totalmente gratuito y no tiene un horario establecido, pero si lo que queremos es descubrir el fondo de estas cavidades por medio del buceo, lo ideal es que llevemos con nosotros las herramientas necesarias.
La piscina natural cuenta con una zona de solárium de madera para disfrutar de un día en familia en plena naturaleza, pero si solo queremos pasar el rato, cerca de ella podemos contemplar otros espacios naturales únicos, como El Charco de los Sargos y La Maceta, que también cuentan con las peculiaridades volcánicas del Charco Azul.
A pesar de la belleza del Charco Azul, es uno de los más visitados por quienes buscan conocer El Hierro, por lo que en ocasiones resulta pequeño y no nos permite disfrutar de su belleza de forma tranquila. Aun así, merece la pena cada paso que demos para acercarnos y, si no, siempre podemos recurrir a otras joyas de la isla, como el Pozo de las Calcosas.
El Pozo de las Calcosas es un lugar del municipio de Valverde, cuya panorámica parece de otro planeta. Se trata de una aldea única en todo el mundo y uno de los caseríos con más encanto de la isla. Las casas de la zona, conocidas como "pajeras", están construidas en piedra volcánica desnuda y techumbre hecha con haces de paja de centeno, conocida como "colmo".
En la zona también encontramos una piscina natural cercana de tranquilas aguas, otro charco más pequeño y un entrante de grandes dimensiones semiprotegido del pujante Atlántico, pero lo que más llama la atención es la pequeña bahía natural cerrada por un acantilado.
Esta pequeña aldea fue creada, realmente, por iniciativa propia de los vecinos. Debido al difícil acceso a la costa de la zona, quienes vivían en El Mocanal decidieron formar un poblado de descanso junto al mar, que hoy es el hogar permanente de algunas personas y el vacacional de muchas otras.
Se trata un pequeño entramado de callejones estrechos que conducen hasta el mar, donde darse un baño es posible en cualquier época del año gracias a la protección de su magnífica piscina y las rocas.
La playa El Verodal
Pero si lo que queremos es contemplar una playa única, El Hierro puede presumir de contar con una que nos "transporta a Marte". La playa de El Verodal, en el noroeste de El Hierro, se encuentra en un maravilloso paisaje del municipio de La Frontera.
Su belleza naranja se debe particularmente a su arena volcánica de color rojizo, por lo que podemos contemplar de un entorno espectacular y rodeado de imponentes acantilados. El color rojo se funde con el azul del océano Atlántico.
Llegar a El Verodal es muy fácil, aunque en ocasiones se desaconseja el baño. Desde el centro de La Frontera se tardan unos 25 minutos atravesando paisajes espectaculares, por lo que el camino se hace ameno y podemos aprovechar para visitar otros lugares, como el Valle de El Golfo o los restos volcánicos de colores negros y rojos oscuros.