España concede la nacionalidad a la ajedrecista Sara Khadem tras meses de exilio

La ajedrecista iraní Sara Khadem, de 26 años, ha obtenido la nacionalidad española por carta de naturaleza, tal y como se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado miércoles después del Consejo de Ministros celebrado el martes 25 de julio. Tras esta concesión, la joven representará a España de forma oficial en la Copa del Mundo, que tendrá lugar en Bakú, Azerbaiyán.  

[El 'viaje' de Sara Khadem a España para escapar de Irán: un destino oculto y el éxodo de las 'Maestras']

La noticia llega meses después de que Khadem se reuniera en La Moncloa con el actual presidente en funciones, Pedro Sánchez, en enero de este año. "Cuánto he aprendido hoy de una mujer que me inspira. Todo mi apoyo a las mujeres deportistas. Tu ejemplo contribuye a un mundo mejor", dijo Sánchez tras el encuentro. 

La número 15 de la clasificación internacional se exilió en España tras huir del régimen iraní, quien emitió una orden de arresto en su contra ante su negativa de utilizar el hijab durante el Campeonato del Mundo de Ajedrez Rápido, el FIDE World Rapid & Blitz, celebrado en Kazajistán a finales de diciembre de 2022.

Este gesto de reivindicación en contra del poder estatal teocrático-dictatorial iraní se enmarca en un contexto donde la muerte bajo custodia policial de Jina Mahsa Amini, de 22 años, indignó a buena parte de la sociedad iraní. Amini fue detenida arbitrariamente por la policía de la moral en Teherán alegando que esta llevaba mal colocado su velo islámico.

Este hecho desencadenó una oleada de protestas por todo el país. Las mujeres tomaron las calles en señal de repulsa ante este suceso, y también por las sucesivas y flagrantes violaciones de los derechos humanos por parte de los líderes clericales, especialmente los de las mujeres y las personas homosexuales. 

Por su parte, el régimen de los ayatolás respondió a las concentraciones haciendo un uso excesivo de la fuerza: las detenciones masivas, el decreto de penas de muerte o la violencia sexual fueron la norma durante los más de 100 días que duraron las protestas. Según Amnistía Internacional, se estima que durante las movilizaciones ciudadanas en contra del Gobierno iraní más de 500 personas murieron y se calcula que otras 22.000 fueron detenidas, donde se incluyen mujeres y niñas. 

Khadem no es la única deportista de élite que ha reivindicado la lucha de las mujeres iraníes, ni que ha sido víctima de la represión del régimen. Otro ejemplo es el de la escaladora deportiva Elnaz Rekabi, quien decidió competir sin velo en los Campeonatos Asiáticos de Seúl y fue detenida a su vuelta al país.