Fachada ITV.

Fachada ITV.

Motor

Adiós a los sustos al pasar la ITV: así el trucazo de la pasta de dientes que todos deberíamos llevar a cabo

Este elemento tan común en todas las casas, puede emplearse como una herramienta útil para problemas menores en el vehículo.

9 septiembre, 2024 17:39

Cada año, miles de conductores se enfrentan al momento de tener que pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) de su coche; momento en el que la incertidumbre y los nervios se adueñan de todos nosotros. Esos segundos de espera se hacen eternos, más aún si podemos sospechar de que se puede encender algún indicador, dejar de funcionar un foco o incluso estropearse la ventanilla. 

Tal y como indican desde la Dirección General de Tráfico, la ITV se trata de un trámite obligatorio que certifica que el automóvil tiene buenas condiciones para circular por la carretera de manera segura. Cada vez que un coche supera esta prueba, recibe una pegatina en la que indica que cumple las condiciones óptimas.

En este sentido, los problemas de iluminación constituyen la primera causa de suspenso, seguida por los neumáticos en mal estado y las emisiones contaminantes. Es por este mismo motivo que muchos conductores están poniendo en práctica un truco casero para evitar todo tipo de problemas de última hora sin gastarse el sueldo del mes en visitas al taller. Para ello, tan solo necesitas un artículo de higiene personal que todos tenemos en casa: la pasta de dientes

Imagen de archivo de un hombre limpiando el coche.

Imagen de archivo de un hombre limpiando el coche.

En este sentido, el dentífrico tiene dos funciones muy útiles. Por una parte funciona como una herramienta que ayuda a sellar pequeñas fugas y grietas. Además, gracias a sus componentes con fluoruro, también podrá prevenir la corrosión. 

Sin embargo, la utilidad que realmente nos interesa es para la iluminación. Este artículo de higiene personal será de gran utilidad para eliminar la suciedad de la carcasa de los faros. Para una limpieza impecable tan solo es necesario aplicar la pasta por la superficie con la ayuda de un paño. Pasados 15 minutos, podemos retirar los restos y aclararlo con agua

Sanciones económicas

No es ningún misterio que no pasar la ITV puede suponer sanciones económicas al propietario del vehículo. En este sentido es necesario recordar que dicho resultado puede ser favorable (o favorable con defectos leves), desfavorable (se detecta un fallo grave que requiere del paso por un taller) o negativa (la gravedad del defecto es suficiente para inmovilizar el vehículo). 

Así pues, si te sorprenden circulando con un resultado desfavorable, la sanción es de 200 euros. Por su parte, si te paran con la ITV desfavorable la multa es un poco más elevada ya que se considera una infracción grave. Te podrán multar con hasta 500 euros y además, te inmovilizarán el coche y sólo podrás llevarlo directamente al taller en una grúa para que lo arreglen y demostrar de nuevo que el fallo está subsanado.

Otro de los casos es circular con la ITV caducada. Esto supone cometer una infracción grave que está sancionada con 200 euros, que pueden llegar a los 500 euros si el agente de tráfico considera que las deficiencias detectadas pueden poner en peligro la seguridad vial. En algunos casos, especialmente si ha caducado por un período prolongado, las autoridades pueden incluso inmovilizar el vehículo hasta que pases la inspección. 

Además, esto también podría tener consecuencias con el seguro. En el desafortunado caso de sufrir un accidente, la compañía de seguros podría negarse a cubrir los daños, alegando que el vehículo no cumplía con las normativas de seguridad en el momento del siniestro.

Excepciones ITV

Tal y como hemos mencionado anteriormente, la ITV se trata de un trámite obligatorio para la mayoría de vehículos. Sin embargo, existen excepciones por las que podríamos estar exentos de realizar dicha inspección. 

En líneas generales, la primera ITV debe llevarse a cabo a los cuatro años desde la fecha de su matriculación. Después, hasta que el vehículo alcance los diez años de antigüedad, la revisión debe realizarse cada dos años. Una vez que supera los diez años, la inspección se convierte en obligatoria cada año.

Sin embargo, de acuerdo con la modificación del reglamento de 1995 sobre las obligaciones de la ITV, los vehículos y ciclomotores matriculados antes del 1 de enero de 1950 no están obligados a pasar la inspección técnica. A pesar de esta exención, sus dueños tienen la opción de hacer la revisión de forma voluntaria.

Esta disposición busca preservar lo que se conoce como 'vehículos históricos'. La DGT respalda esta medida en reconocimiento de su valor histórico, aunque algunos cuestionen la seguridad de estos coches. Aun así, se aconseja a los propietarios mantenerlos en condiciones seguras de conducción, aunque no sea necesario pasar la ITV.