Este SUV premium tenía un precio de mercado desde 77.900 euros. La versión de los reyes, el F Sport, ascendía hasta los 98.300 euros.
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9 enero, 2024 02:11

Itziar Echave-Sustaeta

Durante sus visitas oficiales los Reyes de España se desplazan en un Mercedes Clase S con un precio superior a los 500.000 euros, ya que cuenta con el mayor blindaje posible desarrollado por la firma alemana. No obstante, en sus momentos personales, es habitual ver a Felipe y a Letizia a bordo de otro tipo de coches, como es este SUV de una marca premium.

Este coche es el que han utilizado la tarde del Día de Reyes para acudir a la casa del padre de la reina, Jesús Ortiz, en Pozuelo de Alarcón. En las imágenes aparece la familia real en un estado de cercanía y amabilidad, saludando a las cámaras, aunque sin la presencia de Sofía. La pequeña infanta ya ha retomado sus clases en el UWC Atlantic College.

El vehículo en cuestión es un Lexus RX de cuarta generación (actualmente se vende la quinta), un SUV japonés de grandes dimensiones que llegó al mercado en 2015. En su momento, fue un modelo que arrancaba en 77.900 euros, un rival para otros todocaminos como el Mercedes GLE, BMW X5, Audi Q7 o Volvo XC90, entre otros.

Lexus RX. GTRES

Este RX se corresponde con la variante conocida como 450h, la cual integra un sistema de propulsión híbrido con 313 CV de potencia y 335 Nm de par motor. Gracias a esto tiene la etiqueta eco de la DGT, con la que se puede circular libremente por el centro de las ciudades y solo pagar el 50% del importe al estacionar.

El SUV nipón ofrece tracción a las cuatro ruedas y cambio automático de tipo CVT, con unos consumos de entre 5 y 6 l/100 km. Algunas de las fotos tomadas muestran que este Lexus RX está configurado con el acabado F Sport, es decir, el más deportivo de la gama. Cabe destacar que este modelo incorpora de serie en todos los acabados tapicería de cuero, reglajes eléctricos, faros LED, llantas de 18 pulgadas y cámara de visión trasera.

En su interior alberga un maletero de 539 litros de capacidad, el cual puede llegar a los 1.612 litros si se abaten los asientos de la segunda fila. Por tanto, es un coche indicado para familias que buscan espacio interior y un volumen amplio para poder viajar cómodamente. Asimismo, el Lexus RX se ofrecía en la versión "L" con hasta siete plazas.

Felipe y Letizia en el coche. GTRES

Más coches de ocio

Si hablamos de Felipe, es innegable la pasión que siente por el mundo del automóvil. Desde que sólo era un niño ya jugaba en los jardines del palacio de La Zarzuela, al volante de un kart. Y también desde los 18 años demostraba sus dotes al volante de un Seat Ibiza que obtuvo como regalo de su padre al cumplir la mayoría de edad.

Fruto de esta pasión, el rey Felipe siempre que puede se pone al volante de sus propios coches. Le hemos visto, en este sentido, con un Audi RS6, que utilizaba hasta hace poco de forma regular; y más recientemente con un Cupra Formentor, utilizado en verano, con el que ha dado el salto al coche con enchufe.

El Audi RS6 de 580 CV con el que se le ha visto por Mallorca o llevando a sus hijas al colegio cuando eran pequeñas es uno de sus favoritos. Y prueba de ello es que cuenta con varias unidades, una de ellas incluso de gran antigüedad.

Y respecto al Cupra Formentor, según pudo conocer EL ESPAÑOL de fuentes cercanas a la Casa Real el rey Felipe ha probado varias unidades.

Por un lado, ha conducido la versión híbrida enchufable (PHEV), lo que significa que necesita un enchufe y su conexión a la red eléctrica para beneficiarse de sus virtudes cero emisiones.

Este SUV del segmento C -tamaño medio- se fabrica en Martorell (Barcelona) y tiene la etiqueta cero de la DGT. Este distintivo medioambiental se le concede a aquellos coches que cuentan con una autonomía eléctrica igual o superior a 40 kilómetros.

El rey Felipe VI al volante del Cupra Formentor en Mallorca.

Pero también, el rey Felipe ha conocido la versión más potente de Cupra Formentor. Se trata de una variante conocida como VZ5, con 390 CV. Y todas ellas, según comentan desde fuentes cercanas, le encantan. Así que una vez más queda patente que al rey Felipe le gustan (y mucho) los coches.