El histórico Café Central de Málaga en obras: avanza su transformación en un pub-restaurante sueco
La nueva inquilina del local, la empresa sueca Kopparberg, proyecta abrir el pub-restaurante John Scott's.
28 febrero, 2023 05:00Noticias relacionadas
La nueva inquilina del histórico Café Central de Málaga, la empresa sueca Kopparberg, se ha puesto manos a la obra y ha iniciado la transformación y adecuación del local, en el que los mitad y las nubes doble van a ser sustituidos por pintas de cerveza.
Un simple vistazo al interior de la antigua cafetería, que cerró sus puertas hace ahora algo más de un año, constata el avance de los trabajos, con algunas demoliciones menores y el acopio de todo el escombro acumulado.
Si bien se desconocen los plazos que maneja la arrendataria para poner en marcha su primer negocio en la capital de la Costa del Sol (ya tienen otro en Marbella), todo hace indicar que la tarea va a requerir de varios meses.
El proyecto de Kopparberg es la de abrir un pub-restaurante John Scott's, una modalidad de negocio que se caracteriza "por su buena comida, cerveza y sidra". En el mismo, los futuros clientes podrán comer hamburguesas y los tradicionales fish & chips ingleses. La carta también incluirá ensalada César y otros platos populares. Y todo ello regado con la cerveza más vendida en Suecia, entre otras.
"Quieren que sea su buque insignia en España; están convencidos del potencial de Málaga", aseguraban meses atrás fuentes cercanas a la operación de arrendamiento del local de la plaza de la Constitución.
Estas mismas fuentes incidían en que la empresa se había marcado el objetivo de estar presente en Málaga "por su proyección internacional". "Quieren que sea su establecimiento bandera", insistían.
John Scott'se vendrá a ocupar el vacío dejado por el cierre de Café Central, que estuvo dirigido durante varias décadas por el empresario Rafael Prado. La propiedad del local corresponde a la familia Prado. No obstante, desacuerdos con la renovación del alquiler, debido a la alta renta mensual que reclamaban, obligó a Prado a desistir de poder continuar con el negocio.
Recientemente, EL ESPAÑOL de Málaga habló con Prado. "Nunca imaginé que el Central pudiera cerrar y eso me ha dolido muchísimo, fue una decisión que tuve que tomar porque la situación era demasiado tensa y no podía aguantar más", recordaba.
Pese al tiempo transcurrido desde que la persiana se bajó por última vez, son muchos los "conocidos y desconocidos" que paran por la calle al último jefe del Central. "Hace poco he tenido la ocasión de encontrarme con gente de Barcelona, Aragón, Asturias… Y me lo siguen diciendo: "Qué putada lo del Café Central, que allí nos reunimos todos".