Las tiendas de toda la vida que se han transformado en restaurantes de moda

Siempre ha estado de moda volver a los orígenes. El público gastronómico es cada vez más exigente y busca que los lugares más castizos de Madrid tengan una historia que contar.

Hay restaurantes en la ciudad que conservan el pasado de su local para así poder transmitirlo en sus platos y decoración. Muchos simulan antiguos colmados o tiendas de toda la vida, como Tasca la Farmacia en Diego de León, pero hay auténticos locales que fueron anteriormente ferreterías, carnicerías, ultramarinos y tiendas de alimentación. 

Descubre los colmados con mayor encanto de la capital donde degustar gastronomía, arte e historia al mismo tiempo:

[ARCO, cine gratis, conciertos y mucho más para el fin de semana del Arte en Madrid]

 1. Ferretería

La ferretería más antigua de todo Madrid data de 1888 y ahora puedes comer en ella. Tras ser reformada en 2015 y sin que perdiera su esencia, se convirtió en uno de los restaurantes mejor valorados de la capital.

Foto de la Ferretería antes de ser restaurante. Ferretería

Situado en el número 57 de la calle Atocha, este local de dos plantas, la primera para comer en mesa y la baja más centrada en tapear, conserva elementos de lo que fue la auténtica tienda. "Algo importantísimo para mi fue respetar el local y su historia", informa su fundadora María Antonia Escapa en la web del restaurante. 

En su carta encuentras recetas tradicionales con toques innovadores y producto nacional y de temporada. Entre sus tapas y raciones están sus ricas croquetas, las patatas bravas con espuma de calabaza, la anchoa del Cantábrico o la ensaladilla rusa con ventresca. 

Es la ferretería de alta cocina llena de historia y arte donde el rey Felipe VI celebró su 55 cumpleaños el mes pasado.

Interior de la ferretería.

2. Carnicería

Casa28 es una antigua tienda reconvertida en restaurante en la plaza Pablo Puyol de Malasaña. Aquí estuvo la carnicería de la familia Fernández desde hace cien años.

Restaurante Casa28. Casa28

Después de tres generaciones de carniceros, el local se transforma en un restaurante en el que también despachan sus productos, conservan todos los materiales y el mostrador de la tienda original. Este lugar mantiene su historia viva entre sus ladrillos, ganchos y tirantes de paredes y techo, pues son originales del siglo XX. Además tienen expuestas las antiguas fotos de la familia Fernández.

"Carnicería con degustación", se presentan en sus redes sociales. En su mostrador ofrecen las mejores carnes tanto para llevar como para comer allí. El restaurante en el que si eres vegetariano mejor no pruebes sus platos, ya que todos tienen carne. Chorizo criollo, tacos con diferentes carnes en su interior, secreto de cerdo o carne de buey, todo acompañado de vermut de grifo, vino o cerveza.

Barra de Casa28. Casa28

3. Tienda de alimentación

Mesas de Alimentación Quiroga.

Desde 1958 en el número 19 de la calle Huertas se encuentra Alimentación Quiroga. Ahora con un toque gastronómico para que los comensales puedan disfrutar en el barrio de Las Letras de la tienda de alimentación en la que cualquiera de los productos que ofrecen se pueden degustar y consumir dentro del propio establecimiento. El cliente disfruta de esta experiencia exquisita dentro del restaurante, rodeado de productos singulares y de alta calidad.

La mayoría de los camareros y dependientes lo forman la familia Quiroga. "De nueve de la mañana a doce de la noche, puedes hacer la compra, tomar un café o una copa de vino, en un colmado que ha evolucionado con las tendencias del siglo XXI", explican en su web.

Todo ello hace que Alimentación Quiroga sea un restaurante para tomar a cualquier hora del día tapas a buen precio de carrillada de buey o anchoas de Santoña, raciones de corazones de alcachofas con bacalao ahumado o sus platos de ahumados.

Exterior de Alimentación Quiroga.

4. Ultramarinos

"Un restaurante de siempre en una tienda de ultramarinos de toda la vida", según informan desde el propio restaurante. Inspirado en los antiguos colmados, Quintín nos transporta a la antigua despensa de ultramar. 

"Queríamos volver a lo de antes, a hacer las cosas como se hacían hace años, y eso al final nos gusta a todos", asegura Sandro Silva de Quintín. En Jorge Juan 17, en pleno corazón del barrio de Salamanca está el bar-restaurante Ultramarinos Quintín.

El restaurante que fue la tienda de ultramarinos del barrio conserva zonas como sus puestos de frutería y la charcutería. En Quintín podrás comer platos de cuchara, sus famosa pizza de colmenillas y otros platos exclusivos como la menestra de verduras, los rollitos de alcachofas y pato azulón, chipirones encebollados, secreto con castañas o puré de patata. También podrás comprar las mejores conservas y una selección de productos frescos.

Ultramarinos Quintín. Quintín / Nacho Urbón