Este es uno de los modelos de jubilación flexibles recogidos en el estudio "Retos Futuros del Mercado de Trabajo", publicado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) esta semana. En él, los economistas José Ignacio Conde-Ruiz y Jesús Lahera Forteza defienden que percibir una pensión de jubilación sea compatible con un nuevo contrato de trabajo.

La letra pequeña está en que cuente con reglas específicas, para evitar discriminación por edad, y que, además, el pensionista ya cuenta con una pensión. "Puede descartar, en estos supuestos, una indemnización por despido", apunta el documento.

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De esta forma, las empresas que apuesten por este tipo de contratación planteada por Fedea podrían incorporar a sus plantillas pensionistas sin necesidad de indemnizarles en caso de despido, puesto que ya cuentan con una renta pública en forma de pensión por jubilación.

Las pensiones de jubilaciones actuales, con la revalorización indexada al IPC, se situaron en agosto en unos 1.375,68 euros de media. Las pensiones de jubilación de las nuevas altas, con datos de julio, los últimos disponibles, ascendieron a 1.529,39 euros.

Dos jubilados paseando. Eduardo Parra Europa Press

Esta modalidad de retiro permitirá a las personas en plenas facultades físicas y mentales combinar, de forma simultánea, su derecho a la jubilación y su derecho al trabajo. Así, podrán mantener sus ingresos y su poder adquisitivo, ya que sólo un 14% de los jubilados tiene rentas adicionales a la pensión.

Para Fedea, esta fórmula de jubilación es positiva para todos los actores implicados. En el caso de las empresas, porque mantienen activos con talento y experiencia ante un posible déficit de vacantes. Por su parte, la economía del país y la sostenibilidad de la Seguridad Social ganarán también porque "los trabajos retribuidos de los jubilados están asociados a cotizaciones de solidaridad y suponen mayores ingresos fiscales para el Estado".

Flexibilidad

Conde-Ruiz y Lahera urgen en su estudio a abordar en profundidad el debate sobre la jubilación, pero, sobre todo, a "cambiar radicalmente" la forma de jubilación en España. El corte abrupto entre la vida laboral y el retiro está llamado a la desaparición, por lo que los expertos reclaman "pasarelas graduales" para combinar trabajo y jubilación.

"Necesitamos alargar de forma flexible la etapa laboral y no podemos permitirnos seguir malgastando el talento sénior. La regulación de la jubilación en España es drástica, sin apenas pasarelas de transición gradual entre la etapa de trabajador y la de pensionista, y, además, es, por regla general, incompatible con el trabajo retribuido", denuncia el informe de Fedea.

Como respuesta, los dos economistas abogan por "regular con incentivos los acuerdos de jubilación parcial, facilitar la jubilación activa desde el empleo, y flexible, desde la retirada del mercado laboral, y dejar de topar las rentas adicionales de los jubilados". 

Las fórmulas de jubilación flexible no sólo permitirán aprovechar el talento sénior de aquellos que, en plenas facultades y de manera voluntaria, decidan alargar su vida laboral. También contribuirán a la sostenibilidad del sistema en un momento en el que la generación del baby boom va saliendo del mercado laboral, sin generaciones posteriores lo suficientemente numerosas como para hacer frente a esas pensiones.