Esta fórmula, aprobada el martes en el Consejo de Ministros, combina las dos existentes desde 2021: el pago único, una cantidad a tanto alzado que se recibe al momento de jubilarse, y el aumento porcentual de la pensión, con un 4% adicional al que corresponde para el cálculo de la cuantía de la pensión. 

Este tercer incentivo ofrecerá a aquellos trabajadores que retrasen su jubilación entre dos y diez años un incremento del 2% por cada año que demoren su acceso a la jubilación. A eso se sumará un pago único, que equivaldrá a la mitad de la cantidad que percibirían si optaran por la fórmula de un único cheque.

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Por tanto, si un trabajador con una pensión de 1.000 euros decide alargar diez años más su vida laboral, recibirá un 2% más por cada uno de esa década más trabajada y aumentará su pensión en un 20%. Además, recibirá ese "cheque" equivalente a la mitad de la fórmula de pago único.

Por su parte, aquellos trabajadores en edad de jubilación que decidan seguir 11 años o más en activo obtendrán un pago único aplicado a cinco años del periodo demorado y un incremento del 2% de la pensión por cada año que retrasen su retiro.

Este incentivo mixto convivirá con las fórmulas ya existentes: el pago único a tanto alzado y el 4% adicional al que corresponde para el cálculo de la cuantía de la pensión. Los trabajadores que retrasen su jubilación tendrán así tres incentivos para elegir.

Medidas "absolutamente voluntarias"

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha insistido en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en que estos incentivos a la jubilación demorada son "absolutamente voluntarios".

"Existen muchas personas que tienen mucha salud, expectativas de vida de seguir activas y hay que darles incentivos para prolongar su vida laboral, si así lo desean", ha comentado Escrivá.

Los datos de la Seguridad Social muestran que el año pasado el 5,4% de las altas de jubilación eran demoradas, mientras que en lo que va de 2023 asciende el 7,8%.

Las cifras de la cartera de Escrivá también reflejan que una de cada dos jubilaciones demoradas retrasan el acceso a la jubilación un año, y uno de cada cuatro posterga su retiro tres años. El incentivo preferido por los españoles que demoran su jubilación es el pago único, con una cuantía media de 13.087 euros.

El titular de la Seguridad Social también ha explicado que los incentivos a la jubilación demorada ayudan "al reforzamiento del sistema de pensiones" y, al mismo tiempo, dan "más opciones y más flexibilidad a las personas que están cerca de la edad de jubilación". 

Garantizada la sostenibilidad del sistema

El ministro ha lamentado que se hable siempre del gasto en pensiones pero nunca se mencionen los ingresos de la Seguridad Social, que “crecen a ritmos incomparables” y permiten que “la sostenibilidad del sistema esté garantizada”.

Escrivá ha señalado que esto responde al crecimiento del empleo, con 460.000 afiliados desde el comienzo de 2023. Esta creación de empleo ha hecho que las cotizaciones sociales crezcan al 8,9% interanual y representan un 10,8% del PIB.

El déficit de la Seguridad Social estaba en 2017 en el 1,6% y se ha ido reduciendo "con medidas que refuerzan los ingresos y la sostenibilidad", hasta el 0,5% actual. "Va a ir hasta la estabilidad presupuestaria en el horizonte del Plan de Estabilidad de España", confía Escrivá.