La Covid-19 ha acelerado el proceso de digitalización de la sociedad española en 2020 y ha hecho que la brecha de género en el uso de internet prácticamente haya desaparecido. Sin embargo, pese a este avance, la pandemia ha perpetuado los roles tradicionales de género en la red e incluso ha acrecentado las diferencias que existen entre hombres y mujeres en algunos campos durante el último año.
Así, un informe elaborado por el Observatorio Nacional de Tecnología y
Sociedad (ONTSI), adscrito a la entidad pública Red.es, constata que en algunos usos de la tecnología, como los relacionados con la salud, la educación o los cuidados, la Covid-19 ha ampliado las desigualdades de género preexistentes, asignando estas tareas de nuevo a las mujeres también en el ámbito digital.
El análisis del ONTSI indica que el confinamiento y la denominada "nueva normalidad" han tenido un fuerte impacto en la adopción de la tecnología y el uso de internet en España, tanto por parte de hombres como de mujeres de todas las edades, pero alerta de que la adopción acelerada de la tecnología por la población en el último año "no ha sido homogénea por sexos".
"Si bien 2020 ha sido el año en el que la digitalización se ha acelerado más rápidamente en la última década y la brecha de género en cuanto a frecuencia de uso de internet se ha pulverizado, en otras dimensiones como los usos de la tecnología con fines de salud, la educación o los cuidados, la pandemia de la Covid-19 ha reforzado las inequidades de género preexistentes, asignando estas tareas de nuevo a las mujeres, también en el ámbito digital", concluye.
Ante esta situación, el ONTSI advierte de la necesidad de "superar estereotipos de género" en el uso de la tecnología y apostar por la formación de las mujeres en tecnologías y estudios superiores de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés), para lograr un aumento de mujeres especialistas en el campo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), donde las expectativas de empleo futuro son mayores.
En este sentido, incide en que para aprovechar las oportunidades que ofrece la digitalización en el proceso de recuperación de la pandemia, y lograr que el mundo digital sea un "espacio igualitario", es necesario impulsar "públicas digitales con una visión de género", de manera que las oportunidades sean equitativas para mujeres y hombres en los distintos ámbitos digitales (sociales, laborales, educativos o de ocio).
En cuanto al uso de Internet, el informe señala que la brecha de género ha desaparecido, ya que el 91% de la población española, tanto en hombres como en mujeres, utiliza regularmente la red. De hecho, España es el tercer país europeo, tras Suecia y Finlandia, en equidad de género. Pese a ello, en mujeres con menor nivel educativo sí persiste una pequeña desigualdad de género (-2%), en línea con lo que ocurre en Europa.
Brecha de género en el ámbito digital
Aunque el género ha dejado de ser determinante a la hora de acceder a Internet, sí sigue condicionando las temáticas de uso de la red, ya que el estudio constata que son las mujeres las que tradicionalmente, y de forma más intensiva durante la pandemia, se han preocupado de nuevo en mayor medida de los cuidados en el entorno familiar.
De hecho, de las 25 actividades analizadas por el informe, en catorce los hombres tienen un uso más intensivo, frente a las nueve en las que predomina el uso por parte de las mujeres. Entre estas últimas se encuentran actividades como la comunicación con otras personas, la búsqueda de información sobre salud, la petición de citas con el médico y la educación.
Por ejemplo, en el último año, las mujeres han usado en mayor medida herramientas de comunicación digital como mensajería instantánea (un punto porcentual más que los hombres), videollamadas (tres puntos porcentuales más) y redes sociales (tres puntos porcentuales más). Asimismo, el 44% de las mujeres usan Internet para concertar una cita con el médico, siete puntos porcentuales más que los hombres
En cuanto a la educación digital, la pandemia también ha provocado que las mujeres pasen a usar a la red más frecuentemente con fines educativos, ya sea para la autoformación o para ayudar a la educación en línea de otros miembros del hogar.
Por el contrario, entre las actividades que menos realizan las mujeres respecto de los hombres destacan la de jugar o descargar juegos, con una distancia de género de seis puntos porcentuales en España, y el uso de la banca por Internet, con una diferencia a favor de los hombres de cuatro puntos porcentuales.
Pese a todo esto, el informe también menciona un par de aspectos positivos, como son que las mujeres españolas se han consolidado en el último año como más digitales que la media de sus vecinas europeas en todas las dimensiones, excepto la venta de bienes y y el uso de la banca digital, y que las brechas de género desaparecen en el colectivo más joven (19-24 años), con idénticos usos de la red, excepto en el caso de los videojuegos.
Brecha en el teletrabajo y la formación
Por otro lado, el informe del ONTSI también apunta que con la pandemia se ha invertido la tendencia en el teletrabajo y el número de mujeres que trabajan ahora desde sus domicilios se sitúa más de dos puntos porcentuales por encima del de los hombres. En cambio, en 2019, la proporción de hombres que teletrabajaban superaba en un punto porcentual a la de las mujeres.
"El teletrabajo podría estar acumulando durante la pandemia estereotipos de género, asignando en mayor medida a las mujeres la conciliación de las cargas laborales y familiares a través del trabajo en remoto durante el confinamiento y periodos siguientes de restricciones de la nueva normalidad. Brecha que conviene corregir lo antes posible para que el teletrabajo contribuya a la mejora laboral de ambos sexos", advierte.
Por otra parte, el informe también indica que la pandemia ha evidenciado que "la gran brecha pendiente" para una transición digital equitativa se encuentra en ámbitos como la formación y la capacitación digital, ya que solo el 0,5% de las graduadas en España lo son en disciplinas TIC específicas, frente al 3,5% de los hombres. En esta línea, también existe porcentaje muy reducido de mujeres trabajando como especialistas TIC (19,7%) en el tejido productivo español.
"Esta baja proporción de mujeres formadas en disciplinas tecnológicas, y los porcentajes minoritarios de mujeres trabajando como especialistas en tecnología puede colocar al género femenino en una clara situación de desventaja para la entrada de un mercado laboral cada vez más tecnologizado, y donde los perfiles de especialistas en tecnología son los más demandados en la nueva economía digital", subraya.