La asignatura pendiente de los hospitales con el cambio climático: "Se emite mucho CO2"
Se estima que los centros sanitarios generan el 4,4% de las emisiones que producen la huella de carbono a nivel mundial.
13 septiembre, 2023 18:30Salud y medioambiente van de la mano. El entorno en el que vivimos ejerce una gran influencia en múltiples facetas de nuestro bienestar, empezando por la más obvia, el aire que respiramos. A veces se olvida la importancia que pueden tener factores como la contaminación o los incendios en el estado de los seres humanos. Por eso ha sido un tema protagonista en la segunda jornada del II Observatorio de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), celebrado en el CaixaForum de Madrid y organizado por EL ESPAÑOL, ENCLAVE ODS e Invertia.
El debate ha estado dirigido por el redactor de Ciencia y Salud de EL ESPAÑOL, Marcos Domínguez, y el jefe asociado del Servicio de Neumología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, Felipe Villar. "Todos conocemos los efectos de la contaminación en la salud, pero también está el cambio climático", abría la mesa.
El calor extremo, las sequías o las inundaciones son, quizá, la consecuencia más visible del cambio climático, pero como alertaba el neumólogo, este proceso también está generando problemas de salud. Por ello, ante las advertencias de los expertos sobre la aceleración del proceso, las agendas sanitarias deberían tener presente más que nunca qué hacer ante ello.
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Villar lo tiene claro: "El sector salud debe también asumir su parte en la huella de carbono". Según las cifras que presenta el experto, el sector de la salud genera el 4,4% de las emisiones que producen la huella de carbono a nivel mundial. "El sector salud es un gran emisor de CO2. Si fuera un país, sería el quinto en generar CO2, por tanto, tiene un papel importante a la hora de reducir la huella de carbono", apostilla.
Por ejemplo, la Fundación Jiménez Díaz introdujo en 2021 el proyecto MAS+, medioambiente y Salud, con el citado objetivo de reducir el impacto de la asistencia sanitaria sobre el medioambiente. "Vimos que no sólo había que aplicar medidas de eficiencia energética, sino que tenía que haber una responsabilidad del personal médico. Para ello, una de las cosas que hemos hecho es que haya una prescripción eficiente de los fármacos", desgrana el neumólogo.
Este punto se intenta desde medidas que incluyen la reducción de los gases anestésicos o el uso sostenible de inhaladores para que generen menos efectos invernadero, es decir, de inhaladores de polvo seco o de niebla fina, en detrimento de los de dosis medida presurizados, que utilizan como propelentes los hidrofluorocarbonos.
Empoderar al paciente es otro de los puntos relevantes, que tenga una buena información y educación del uso de los medicamentos o que sepa dónde puede dispensar un fármaco sobrante que no va a utilizar.
El drama de la contaminación
Todas estas medidas son efectivas a la hora de paliar los efectos del cambio climático, pero no se puede obviar el otro problema de fondo, la contaminación. Como informa el experto, este drama está relacionado con enfermedades importantes. Además de las respiratorias, están las cardiovasculares, psiquiátricas, ginecológicas o del retraso del crecimiento.
"Hay que diferenciar de la contaminación ambiental, de la contaminación del hogar, que muchos pacientes vienen por la contaminación que podemos encontrar en casa, como humedades, radón u otras partículas finas", detalla Villar.
Según comenta, una de las contaminaciones del hogar es la del humo del tabaco, aunque este caso el debate se centra en la pretensión de los profesionales de prohibir fumar en espacios públicos: "Nosotros fomentamos mucho la prevención de la salud focalizándonos en el tabaquismo. Mi opción es que no se pueda fumar en los lugares públicos, ya que puede afectar a personas mayores, personas frágiles o niños".
Apostar por la prevención
El ejemplo del tabaquismo es perfecto para dar pie al colofón de la charla: 'curar' desde la prevención. "El sector de salud no sólo está para curar enfermedades, también está para prevenir. Prevenir es buena sanidad, porque generar más esperanza de vida y muchos menos gastos sanitarios", introduce el neumólogo.
El problema, como matiza, es que "no se pueden hacer las cosas de un día para otro", ya que, al igual que reducir la huella de carbono, son tareas titánicas. Por eso, Villar prefiere apostar, de nuevo, por educar al ciudadano: "Hay que abogar por cambiar los hábitos de la población, que vengan andando a consulta, que utilicen menos plástico o que cuiden el uso del agua". El experto lo ve claro en el uso de las bicicletas en muchas ciudades europeas: "Es porque han generado un hábito a lo largo de los años".
"No es un sumatorio colectivo, es también un sumatorio individual, que cada uno de nosotros hagamos una actividad al día que vaya a reducir nuestra huella de carbono", sentencia el neumólogo. Como bien recuerda, sólo tenemos un planeta y sólo tenemos y salud: "Tenemos que empezar a cuidarlo y empezar a prevenir para que todos podamos reducir los efectos del cambio climático y sus efectos en la salud".