El juez propone juzgar al joven pakistaní que atacó a hachazos un McDonald's para vengar "la muerte de niños palestinos"

La resolución judicial explica que el investigado, llamado Hamza Waris, de 28 años y nacido en Pakistán, lo hizo para vengar las muertes de niños palestinos. De hecho, el individuo, consumidor habitual de contenido yihadista, se había planteado desplazarse a la zona en conflicto. Si bien, no lo hizo.

Tras ser detenido por atacar el establecimiento, llegó a manifestar a un agente de Policía: "Esta mañana he visto en Facebook que han muerto niños palestinos en manos de israelíes y, como los americanos les apoyan, por eso he ido a destrozar el McDonald’s, porque es americano".

EL ESPAÑOL

Interior alerta de que Daesh intensifica la captación de menores: "Les ofrecen aventura al estilo de los videojuegos"

Por el momento, el juez Piña le atribuye los supuestos delitos de daños terroristas y autoadoctrinamiento. Relata en la resolución en la que propone juzgar a Waris que éste "se sentía cada vez más implicado con la causa palestina" y obligado, por tanto, a hacer la yihad contra Occidente.

De hecho, según indica el juez, los impedimentos que encontró para trasladarse a Palestina le frenaron en su propósito. No obstante, se decidió por realizar la yihad en España. Los daños que provocó al local del McDonald's superan los 7.000 euros.

Manejo de armas de guerra

Tal y como detalla la Audiencia Nacional, realizó múltiples consultas en Internet sobre organizaciones terroristas, como Estado Islámico. También, sobre el manejo de un fusil de francotirador y de un kalasnikov, así como cuestiones religiosas sobre la vida después de la muerte en el Islam, el paraíso y el martirio.

En los días previos a atacar el local, buscó información del establecimiento, situado en el centro comercial Màgic de Badalona. Además, se interesó por el inventario de varios bazares chinos de la ciudad para comprar un hacha.

Y el día 27 de marzo de 2024, como relata el juez, Waris se personó en las inmediaciones del McDonald’s y durante 48 minutos estuvo viendo vídeos que incitaban a la yihad. Mandó, incluso, un mensaje de despedida a su hermano, que se encontraba en Pakistán. En él, contemplaba la posibilidad de morir y convertirse en un "mártir".

A continuación, el investigado cogió de su mochila un pañuelo palestino que se anudó a la cabeza. Sacó el hacha de la mochila, se dirigió al establecimiento y comenzó a golpear los cristales del local hasta que fue reducido, lo que causó el pánico de los clientes que allí se encontraban.