El Gobierno dejará el Tribunal Constitucional con una vacante si el PP no se aviene a pactar el CGPJ
El TC abre una nueva etapa con una composición incompleta que asegurará una cómoda hegemonía del sector progresista en la toma de decisiones.
10 enero, 2023 02:59La apelación hecha este lunes por el hasta ahora presidente del Tribunal Constitucional, Pedro González-Trevijano, sobre la necesidad de que la Corte de garantías funcione con una "composición completa" no ha hecho mella en la Moncloa. Tras escuchar el discurso de despedida del presidente saliente del TC, fuentes del Gobierno aseguran que sólo se cubrirá la vacante dejada por Alfredo Montoya si el Partido Popular renueva el Consejo General del Poder Judicial. "Es un 'pack'", resumen.
Alfredo Montoya, nombrado miembro del TC a propuesta del PP en 2017, presentó su renuncia por razones de salud el pasado 27 de julio. Su baja no afectó al sector entonces mayoritario en el tribunal, de signo conservador, que seguía teniendo la llave con los seis magistrados restantes.
Pero ahora los magistrados nombrados a propuesta del PP han pasado a ser minoritarios y la falta de cobertura de la vacante de Montoya les deja reducidos casi a la mínima expresión. Cuatro votos de 11 son prácticamente irrelevantes en cuanto al resultado de los casos que se dirimen en el TC.
Si el PP lograra que el Senado designase al sustituto de Montoya, serían cinco los magistrados de procedencia conservadora y bastaría atraer un solo voto del sector progresista para forzar empates, que tendrían que ser resueltos con el siempre incómodo y desgastante voto de calidad del presidente.
El trasvase de votos no es inusual en el TC. Permanentemente escrutados en cuanto a su grado de dependencia o independencia política, los magistrados se descuelgan en ocasiones del sector al que se les adscribe en función del partido que les propuso. Y ello puede ocurrir en cualquiera de los controvertidos asuntos a los que se enfrentará el TC en los próximos meses, desde la ley del aborto, la ley de eutanasia, la ley Celaá o la ley de 'sólo sí es sí'.
González-Trevijano se despidió ayer del TC con un discurso poco aplaudido por los miembros del Gobierno que asistieron a la toma de posesión de los cuatro nuevos magistrados. La llegada de Juan Carlos Campo, Laura Díez, María Luisa Segoviano y César Tolosa al tribunal de garantías reunió a la vicepresidenta Yolanda Díaz y a los titulares de Presidencia y Defensa, Félix Bolaños y Margarita Robles.
Además de defender la decisión del tribunal de paralizar la tramitación parlamentaria de la reforma con la que el Gobierno pretendía modificar el sistema de elección de los miembros del tribunal, el presidente saliente criticó el abuso de los decretos-leyes, rechazó el sistema de cuotas partidistas en las instituciones y recordó que "pese a esta renovación, el TC permanece incompleto".
Hizo, por ello, una "petición obligada" a los "operadores políticos": "que se proceda a cubrir la magistratura que dejó vacante Alfredo Montoya".
"El exhorto que realizo parte de una exigencia constitucional, que prescribe una composición completa y equilibrada del colegio de magistrados entre ponderadas sensibilidades diferentes, como siempre ha sido", dijo González-Trevijano.
Pero al Gobierno, que se queja del "bloqueo del PP" en la renovación del CGPJ, no le preocupa, en cambio, no renovar la vacante de Montoya.
Las plazas dejadas en el TC por renuncia o fallecimiento de sus titulares siempre han sido cubiertas por el partido que hizo la propuesta inicial. El respeto a esa tradición fue expresamente pactado en octubre de 2021 por el entonces secretario general de la Presidencia, hoy ministro, Félix Bolaños y por el exsecretario general del PP, Teodoro García Egea.
"Pero no se pactó sólo la renovación por el PP de la vacante de Montoya, sino también la renovación del CGPJ", recuerdan fuentes del Gobierno. "No puede haber lo uno sin lo otro", indicaron.
En otras palabras, sólo si Núñez Feijóo accede a sustituir el órgano de gobierno de los jueces -que ya lleva 1.500 días de prórroga- habrá un quinto magistrado en el TC propuesto por el PP.
Mientras tanto, los siete votos del nuevo sector mayoritario tienen asegurado el control de las decisiones del Tribunal Constitucional.