Maíllo (IU) abandera la oposición interna a Díaz en Sumar: "No compartimos la visión populista"
El coordinador federal de IU, uno de los que pugnan por liderar la coalición, llama a dejarse de "irrelevancias palaciegas" y refundar el espacio político.
6 julio, 2024 13:12El espacio político a la izquierda del PSOE lleva años refundándose, pero la crisis abierta después de las elecciones europeas supone un punto y aparte en este proceso. En concreto, la dimisión light de Yolanda Díaz de las tareas organizativas de Sumar abre un capítulo nuevo para los partidos de la coalición, uno que Izquierda Unida (IU) espera liderar sin tutelas.
"No estamos para tonterías [...] ni irrelevancias palaciegas", ha advertido este sábado el coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, durante la Coordinadora Federal del partido, el máximo órgano entre congresos. "Nunca compartimos la visión populista centrada en los hiperliderazgos... porque sabemos que los líderes pasan, pero la organización queda", ha subrayado.
Este toque de atención de Maíllo, uno de los tres líderes (junto a Mónica García y Ernest Urtasun) que actualmente se reparten el poder orgánico de la coalición, es una reivindicación histórica del triunvirato desde prácticamente el inicio de la alianza. El resumen es: quitarle poder a Movimiento Sumar (el pequeño partido de Yolanda Díaz) y repartirlo entre IU, Más Madrid y los Comunes, con más estructura y militancia.
El problema de todo esto es que, aunque todos coinciden en criticar el hiperliderazgo de Yolanda Díaz, las tensiones internas entre los tres partidos están ralentizando el lavado de cara de Sumar. Tanto hacia dentro como hacia el electorado.
El informe político que este sábado ha refrendado Maíllo va en esa dirección. Habla de que los partidos han "superado" los planteamientos iniciales de Díaz, que hace menos de un año esperaba aglutinarlos a todos bajo su ala, y es especialmente crítico con la dirección política de la vicepresidenta, que les ha conducido al "aldabonazo" de las elecciones europeas.
En este contexto, el coordinador de Izquierda Unida ha reconocido que quiere ser protagonista en la "reconstrucción" del espacio de la izquierda. "Esa es nuestra tarea pendiente. Con calma, humildad y mucha constancia, podemos trabajar hasta las próximas citas electorales en búsqueda de un necesario reencuentro y reconciliación", uno que, dice, no se hizo "a tiempo" durante la campaña de las elecciones europeas.
"IU se sintió relegada, asumió por los tiempos la responsabilidad de no fragmentar más la oferta electoral, y los resultados arrojan que es la fuerza que paga los platos rotos que han propiciado otros", ha sorprendido Maíllo, poco dado a las palabras gruesas. "Esta organización fue testigo y víctima de los debates tardíos, con vetos y condicionamientos e imposiciones unilaterales de puestos en lista", ha criticado.
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— Izquierda Unida🔻🇵🇸 (@IzquierdaUnida) July 6, 2024
Es la primera vez que Izquierda Unida se queda fuera del Parlamento Europeo, principalmente debido a que Díaz priorizó en sus listas al candidato de los Comunes, Jaume Asens, y relegó al de IU, Manu Pineda, al cuarto puesto. Sumar sacó sólo tres y el resto es historia.
Desde entonces, recogen diferentes fuentes de la coalición, la correlación de fuerzas y las prioridades cambiaron para siempre.
Resumidamente, porque la idea inicial era que todos se juntaran bajo el paraguas de Sumar para sobrevivir a las generales de 2023, con una candidata común y aunando esfuerzos durante la campaña electoral. Por aquel entonces, Yolanda Díaz era la argamasa que arrastraba votos para unos partidos en horas bajas: ella daba la cara y ellos el trabajo militante.
El problema es que los socios creen que las tornas han cambiado. De hecho, creen que la situación se ha revertido hasta el punto de que ahora es Sumar quien les necesita a ellos y sus tirones regionales para seguir a flote, y no al revés. Sobre todo Izquierda Unida, que se considera especialmente maltratada en favor de los Comunes.
La cumbre de otoño
Uno de los aspectos más importantes del informe político aprobado esta semana en Izquierda Unida es que, más que nunca, el partido desvela sus cartas y es claro en sus intenciones: quiere repensar Sumar, coger más peso en la coalición y tomar la iniciativa del espacio político sin que Yolanda Díaz le marque el paso.
Para ello, Maíllo ha anunciado lo que ha denominado una "Convocatoria por la Democracia" en otoño, una especie de cumbre en la que IU se reunirá con sindicatos y sociedad civil para analizar el siguiente paso. Las prioridades: "El impulso de gobierno progresista [...] la política de alianzas [...] y el papel de la izquierda" en España y Europa.
La fecha no es casualidad. Precisamente en otoño también habrá un intenso congreso en Movimiento Sumar, el descafeinado partido de Díaz, para reordenar sus órganos y prepararse para lidiar con los socios. Ahora mismo, según constatan fuentes de la formación, son incontrolables, hasta el punto de que la vicepresidenta ni siquiera ha conseguido reunir a sus "primeras espadas" alrededor de la misma mesa.
Aunque esa fue la petición pública, ninguno quiso dar la cara, y Sumar acabó rebajando el perfil político de aquella cumbre de partidos hasta convertirla en una mesa de trabajo técnica, entre secretarios de Organización. Esto ocurrió el martes, con representantes de Movimiento Sumar, IU, Más Madrid, Catalunya en Comú y Verdes Equo. Sólo cinco de la quincena de partidos que fueron juntos a las europeas.