"Hoy somos 121": Moncloa afronta la investidura con un alud de exigencias de Sumar, Compromís, PNV...
Sánchez llega hoy a ver al Rey a pedirle el encargo de formar Gobierno con la mayoría de sus socios habituales en posiciones de máximos.
3 octubre, 2023 02:36Pedro Sánchez se reunirá este martes con el Rey, dentro de la ronda de contactos del monarca, y le trasladará que tiene negociaciones abiertas con las demás formaciones y que confía en poder formar Gobierno. Sin embargo, a horas de que esto pase, los socios del PSOE están subiendo el precio a la investidura y en Moncloa ya no hay tanto optimismo como antes.
Desde Sumar hasta Podemos, Pasando por Compromís y el PNV, en las últimas horas todas estas formaciones han apretado en sus exigencias y se han colocado en posturas de máximos. "Hoy sólo somos 121", lamenta en conversación con EL ESPAÑOL una persona del equipo de Sánchez, haciendo referencia al número de diputados que tiene el PSOE.
Aunque saca pecho de haber conseguido "un millón de votos más de los que teníamos", reconoce que "la investidura comienza este martes".
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La que más ha sorprendido en su desplante ha sido la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, Yolanda Díaz, que este lunes le trasladó al Rey que su formación y el PSOE están "lejos de llegar a un acuerdo". Los principales puntos de fricción están en materias como la vivienda o la reducción de la jornada laboral.
Pero no ha sido la única. Podemos, que tiene cinco diputados dentro de Sumar, apuesta por que Irene Montero siga siendo ministra de Igualdad. Esto va a generar una pugna dentro de la formación de Díaz, ya que la vicepresidenta aún no ha decidido si va a pelear dicho Ministerio, que los socialistas quieren recuperar para sí.
Compromís, que tiene dos diputados, pide ahora la condonación de la deuda histórica de la Comunidad Valenciana, que calculan en 46.000 millones. Así lo anunciaron este lunes la portavoz de Compromís en el Congreso, Àgueda Micó, y el diputado Alberto Ibáñez. Aunque ambos partidos están dentro de la coalición de Díaz, pueden preferir romper si no ven sus exigencias satisfechas.
Y a ellos también hay que sumar al PNV, que en las últimas horas ha subrayado que, para obtener su apoyo, Sánchez tiene que comprometerse a cumplir compromisos como el desarrollo íntegro del Estatuto de Gernika. Además, en días anteriores, la formación ya anunció que quería "abrir el melón territorial" y concretar transferencias pendientes como los trenes del litoral.
A todos ellos hay que añadir las exigencias ya conocidas de ERC y Junts y, con todas estas circunstancias, Sánchez le pedirá este martes a Felipe VI que haga una especie de ejercicio de confianza. Le tendrá que trasladar que aún no tiene los acuerdos firmados con ninguna de las formaciones, pero que en cuanto reciba el encargo de formar Gobierno irá llevando todas esas conversaciones a buen puerto.
"A diferencia de la de Feijóo", dicen desde Ferraz, "esta investidura sí es posible". Añaden que, tras recibir el encargo de Rey de manera formal, Sánchez empezará una ronda de consultas con las demás formaciones similar a la que llevó a cabo, de manera infructuosa, el líder del PP.
Falta de acuerdo con Sumar
El plantón de mayor envergadura, de momento, es el de Sumar. Los equipos negociadores de Sumar y PSOE, encabezados por Nacho Álvarez y María Jesús Montero respectivamente, llevan trabajando para llegar a un acuerdo desde el pasado mes de agosto.
A pesar de que no hay un papel firmado y no quieren hablar del contenido de las negociaciones, los socialistas dan por hecho que la formación de Díaz acabará apoyando a Sánchez porque sería muy difícil explicar la alternativa.
Fuentes de Sumar, sin embargo, no opinan lo mismo. Por eso ayer Yolanda Díaz dijo que la voluntad de Sumar de "formar un Gobierno de coalición progresista presidido por el señor Sánchez y que estamos negociando" no termina de cuajar: "Estamos lejos de alcanzar un acuerdo", anunció tras su reunión con Felipe VI.
También apuntó que su partido apuesta por aprobar un estatuto del becario, abordar el despido, crear una ley de tiempo en el trabajo y en la vida, una ley de cuidados, una ley de sanidad que regule el tiempo de espera… aunque no especificó el desacuerdo, se entiende que en esas materias hay discrepancias con el PSOE.
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Horas antes de su comparecencia, el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, fue más explícito con dos ejemplos al explicar que le pedían al PSOE encarecer los despidos y recortar los beneficios empresariales en la cesta de la compra.
"No vamos a estar en el Gobierno para no hacer nada", resumen fuentes de Sumar. "Seguro que alcanzamos un acuerdo, pero hicimos campaña clarísimamente en favor de unos temas que tenemos que luchar. Nosotros vamos a estar en un Ejecutivo no para consolidar derechos, sino para avanzar en ellos", añaden.
Según las fuentes de Sumar, las discrepancias con el PSOE son meramente programáticas y aún no se han sentado a discutir el organigrama. Es decir, que aún no se ha abordado cuántos ministerios habrá –el PSOE quiere que haya menos que en el actual Ejecutivo– ni quién mandará sobre la cartera.
Varios medios han publicado, esos sí, que Díaz está interesada en controlar Trabajo, Derechos Sociales y Sanidad. Lo que suceda con el Ministerio de Igualdad es aún una incógnita, pero la experiencia de la pasada legislatura ha curtido a los socialistas y van a querer esa cartera dentro de su negociado.